“Los inversores deberían cuidarse mucho de dar la espalda a los mercados desarrollados”

Libreta
Etringita, Flickr, Creative Commons

Las economías desarrolladas todavía están retirando los escombros de la crisis financiera. Cinco años después, Estados Unidos, Europa y Japón siguen sufriendo una persistente resaca en forma de endeudamiento público elevado, políticas presupuestarias duras y crecimiento económico lento. “Sin embargo, los inversores deberían cuidarse mucho de dar la espalda a los mercados desarrollados, a pesar del difícil entorno macroeconómico. El sector empresarial de las economías desarrolladas va a beneficiarse de un conjunto de tendencias estructurales. Una combinación de relocalización industrial, cambios en el suministro energético e innovación está ayudando a reavivar el atribulado sector industrial de las economías desarrolladas”, afirman en Fidelity Worldwide Investment.

Según explica la gestora en un informe, se podría perdonar a los inversores que en los últimos años hayan dado la espalda a las economías y las bolsas desarrolladas debido a sus crisis financieras y de deuda pública. “Ahora este rechazo se antoja erróneo, y no sólo por las pruebas que apuntan a que la conversión de crecimiento económico en rentabilidades bursátiles es limitada a corto-medio plazo. Se está produciendo un renacimiento cada vez más fuerte en las manufacturas y muchas empresas de los mercados desarrollados están optando por fabricar más cerca de casa en lugar de externalizar. En Estados Unidos, esta situación se ve acentuada por la revolución derivada de la energía del esquisto, que está reduciendo los costes de producción en la industria”, afirman.

Entretanto, los mercados desarrollados siguen siendo grandes innovadores. Los avances en fabricación están incrementando la productividad y permitiendo a las empresas de los países desarrollados desempeñar un papel protagonista en los procesos productivos de alta tecnología, pero también competir en el mercado general de los productos básicos. “Los mercados desarrollados cuentan con algunas de las marcas más potentes del mundo. Muchas de estar marcas ya están presentes en los mercados emergentes, que cuentan con poblaciones de consumidores en expansión”, indican. “Las empresas de los mercados desarrollados se están adaptando a los cambios en el entorno competitivo y aprovechando el potencial que puede ofrecer la innovación tecnológica, la evolución de las fuentes de energía y la imagen de marca”.

En los próximos veinte años podríamos asistir a una revolución en el cómo y en el dónde se fabrican las cosas. Los avances en automatización, impresión en 3D y nanotecnología encierran un gran potencial, especialmente cuando se combinan con información extraída de las grandes bases de datos desestructuradas (big data) y con la aplicación de una mayor potencia de procesamiento. Juntos, estos avances harán evolucionar gradualmente la naturaleza de las actividades de fabricación desde la producción en masa de productos genéricos hacia la producción localizada y eficiente de productos personalizados.

Oportunidades concretas de inversión

Basf, la empresa química alemana, se perfila como uno de los beneficiarios del crecimiento de la impresión en 3D, ya que fabrica los materiales termoplásticos que se utilizan en muchos procesos de impresión en 3D. Danaher es una empresa estadounidense que fabrica sensores e instrumentación para procesos de fabricación automatizada. Dassault Systèmes, con sede en Francia, es un proveedor líder de software y servicios para procesos industriales de impresión en 3D y automatizados.

Su software de visualización y diseño en 3D permite a las empresas definir, crear, vigilar y controlar los procesos de producción, desde la planificación de los procesos hasta la simulación del montaje del producto. La empresa podría duplicar su mercado objetivo expandiéndose hacia nuevos sectores y es otro posible ganador a largo plazo de las tecnologías de fabricación avanzada.

William Demant es un buen ejemplo de fabricante que ha adoptado las técnicas de impresión en 3D en la fabricación de sus audífonos internos, que pueden moldearse para encajar en los conductos auditivos de cada paciente. Del mismo modo, Smith & Nephew ha sido una de las primeras empresas en adoptar la tecnología de impresión en 3D para mejorar sus productos ortopédicos personalizados.

Traslado a las carteras

"El auge de la producción de petróleo y gas de esquisto en Estados Unidos y el mayor uso previsto de la automatización son dos potentes tendencias que se reflejan en mis fondos de renta variable mundial. Anadarko y National Oilwell son dos de mis posiciones principales con exposición directa al tema del esquisto. Entre tanto, General Electric y Danaher son dos empresas que preveo que se beneficien de un mayor uso de la automatización”, afirma Amit Lodha, gestor de carteras de renta variable mundial de Fidelity.