"Los inversores deberían tener una asignación a deuda asiática separada de la emergente"

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Imagen cedida

La renta fija asiática es un activo a considerar por los inversores en el entorno actual, pues las perspectivas son optimistas, aunque las valoraciones están algo más ajustadas que en el caso de la renta variable del continente, según James Yang, especialista de producto de Renta Fija asiática de BNP Paribas Investment Partners.

Yang, que trabaja en Singapur, tilda de “justas” las valoraciones pero asegura que su perspectiva de analizar los diferenciales de la deuda de la región frente a la estadounidense para comparar los resultados en términos históricos, es meramente táctica. De hecho cree que, desde un punto de vista estratégico, los inversores deberían contar con deuda asiática en sus carteras como un activo en sí, separado de la deuda emergente. “La deuda asiática está poco representada en el universo de deuda emergente, teniendo en cuenta su volumen, por lo que tendría sentido crear una asignación de activos separada dirigida únicamente a bonos de Asia”, explica.

Factores como la baja deuda de los países del continente frente a su PIB -lo que garantiza su mayor solvencia-, su mayor contribución al crecimiento mundial, las mayores rentabilidades de la deuda asiática frente a la de otros mercados, la estable y positiva perspectiva del riesgo crediticio o la diversificación que aporta el activo a las carteras juegan a su favor. “Los inversores europeos han vuelto a invertir de nuevo, lo que nos hace pensar que el momento de la renta fija asiática continuará”, explica.

BNPP L1 Bond Asia ex Japan

El fondo BNPP L1 Bond Asia ex Japan utiliza cuatro fuentes de rentabilidad: invierte en deuda pública asiática en divisa local, deuda pública en dólares o euros, deuda corporativa y divisa, gestionada esta últlima de forma activa.

“Las divisas son muy volátiles y contribuyen sólo al 20% del retorno, con el 80% restante derivado de la asignación por países. Por eso la exposición es flexible, y ahora es baja”, explica Yang. El experto cree que, aunque el QE3 de la Fed impulsará la cotización de las divisas asiáticas, su efecto será menor que el de las dos anteriores rondas de relajación monetaria, porque la medida ya estaba descontada. Con todo, en la entidad son positivos con la evolución del renmimbi chino para 2013 y están empezando a incrementar la asignación.

El fondo también es flexible en cuanto a la calidad del crédito en que invierte, algo para lo que en la entidad cuentan con un equipo de análisis independiente a las agencias de rating que, desde que empezó a utilizar su metología en 2002, ha impedido tener defaults en la cartera.

Por sectores, las apuestas se centran en el sector financiero, el de medios de comunicación y telecomunicaciones, mientras son neutrales en el sector inmobiliario chino y negativos en energéticas (gasistas y petroleras), ante el temor al impacto de la desaceleración económica en su demanda.