El especialista de producto de la gestora americana explica las claves del posicionamiento holístico y basado en el riesgo del equipo de renta fija emergente de la entidad.
La deuda emergente no ha sido ajena al contexto de búsqueda y caza continuada de rentabilidad en renta fija: “Su comportamiento ha sido muy fuerte, con una recuperación sana que hemos visto desde 2016. Por esta razón, cada vez más clientes nos preguntan cuál es el potencial alcista que le queda a la clase de activo, así como por los riesgos que le pueden afectar”, comenta Angus Bell, especialista de producto de Goldman Sachs AM.
La gestora dispone actualmente de un patrimonio superior a los 45.000 millones de dólares sólo en activos de renta fija, clase de activo en la que lleva invirtiendo desde 1993. Uno de los aspectos de los que más se enorgullecen en la firma es su estilo de gestión basado en el riesgo, que ha facilitado que su gama de productos de deuda emergente haya podido generar rendimientos positivos tanto en las fases alcistas como en las bajistas del mercado. De ellos, el GS Emerging Markets Corporate Bond Portfolio ha sido calificado como Consistentes Funds People, y el GS Emerging Markets Debt Portfolio como Blockbuster y Consistentes Funds People.
Bell apela a esta experiencia para poder aportar contexto y, así, explicar mejor qué drivers guían hoy a la deuda emergente. El experto destaca “la rápida expansión de esta clase de activo”, que ha hecho que el perfil de inversores que hoy invierten en renta fija emergente sea muy distinto al de hace sólo diez años. “También es distinto el set de oportunidades”, añade. Pone a Brasil como ejemplo: en 2007 sólo se podía invertir en deuda soberana brasileña denominada en dólares, mientras que hoy están disponibles bonos con divisa fuerte o en divisa local, bonos corporativos, bonos cuasi soberanos, divisas… “La expansión del universo es consistente con el desarrollo económico y la mayor apertura hacia los mercados de capitales de los países emergentes”, asevera el experto.
Los miedos que tenían los inversores hace diez años tampoco tienen nada que ver con los actuales: “Muchos mercados que antes estaban considerados como frontera son ahora emergentes, y los que ya eran emergentes han reducido los riesgos inherentes a prestarles dinero, al mejorar sus balances comercial y fiscal y apuntalar sus economías”, afirma el especialista.
¿Queda potencial o no?
A principios de 2017, las valoraciones eran “razonablemente atractivas”. A pesar de la tremenda compresión de diferenciales vista desde entonces, Bell cree que “todavía ofrecen un poco de compensación por los riesgos obtenidos”, lo que confiere atractivo en términos relativos frente a otras clases de activos. La previsión para los cupones es favorable “gracias a la amplia capacidad de maniobra de los bancos centrales emergentes”.
En cuanto a los fundamentales, Bell destaca el buen momento gracias a “un crecimiento global razonablemente sano”, particularmente en Europa, que es “una región tradicionalmente más abierta a los emergentes que EE.UU., por lo que su recuperación tiene un impacto positivo sobre estos”. También explica que “los muchos riesgos asociados al comercio global no se han materializado; de hecho los flujos comerciales han crecido un 9% hacia los emergentes”.
El experto destaca la amplia capacidad de maniobra de los bancos centrales emergentes, que están en disposición de poder recortar los tipos de interés, “lo que añade oportunidades en deuda local”. La política fiscal también ha evolucionado positivamente: ahora supone un 2,5% en agregado sobre el PIB de los emergentes, frente al 4% previo al taper tantrum de 2013.
Finalmente, Bell destaca dos factores relacionados con los técnicos en estos mercados. Por una parte, el incremento de las emisiones de deuda soberana en Oriente Medio, fruto del esfuerzo de una serie de países por reducir su dependencia del petróleo. Por otra, el incremento de los flujos de entrada hacia deuda emergente: “Ahora están en máximos por primera vez desde 2013. Los inversores buscan incrementar su exposición hasta estar neutrales respecto al índice”, comenta.
Posicionamiento
Además de basarse en el riesgo, Bell explica que el acercamiento de Goldman Sachs AM es holístico, al no abordar el universo emergente como un conjunto homogéneo. Además, recurre a otros equipos de inversión de la gestora para obtener visiones más contrastadas. “No tenemos una visión sobre si nos gusta un país en particular, o su gobierno, o sus políticas; nosotros evaluamos los riesgos asociados y evaluamos si los diferenciales los están reflejando bien, si hay una suficiente compensación por asumirlos”, detalla. El experto aclara adicionalmente que “la selección de bonos es importante, pero no tanto como la propia búsqueda de ineficiencias de precios, que es lo que nos permite generar alfa”.
Por tanto, el posicionamiento de las carteras nunca es agresivo, en el sentido de realizar grandes sobreponderaciones en algún país o sector en particular basándose en altas convicciones, sino que siempre debe reflejar la trayectoria futura de los diferenciales. Una vez matizado ese punto, el experto añade que la mayor sobreponderación es actualmente Indonesia. Destaca “la mejoría de las instituciones indonesias que operan en su marco económico”, y puntualiza que “no es tan importante el grado de endeudamiento que tiene el país, sino su disposición a pagar sus deudas”.
Otra de las posiciones abiertas actualmente es Turquía, que el experto pone como “un gran ejemplo de dónde están las oportunidades”. Aunque a priori pueda parecer una apuesta contrarian, el experto realiza algunas puntualizaciones: “El mercado ha estado muy susceptible con los activos turcos, debido al incremento del riesgo geopolítico (tanto por las maniobras de su presidente, Recep Tayyip Erdoan, como por la relación del país con otras naciones de Oriente Medio). No obstante, el país presenta un fuerte perfil de crecimiento que el mercado ha descontado negativamente, ignorando la capacidad de pago de Turquía”.
La tercera idea que destaca el representante es Rusia, donde la gestora está encontrando oportunidades en deuda local. Amén de encontrarse en una fase de recuperación económica, Bell explica que la inflación rusa está reduciéndose “a un ritmo razonablemente rápido” y que los tipos de interés se encuentran actualmente muy por encima de su tasa neutral, por lo que en la gestora anticipan recortes de 200 puntos básicos en la tasa oficial.