El mercado se ha inundado de especulaciones sobre cuándo y cómo la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) va a salir de su política monetaria ultraflexible. El debate se ha originado por la respuesta de Ben Bernanke a una pregunta en su comparecencia en el Congreso a finales de mayo, que los inversores interpretaron como un inminente estrechamiento de las compras de activos por 85.000 millones de dólares que mantiene actualmente y que contribuyó a una ola de ventas tanto en el mercado de renta fija como en el de renta variable.
En opinión de Chris Bullock, gestor de Henderson Global Investors, existe mucho ruido dado que tanto los analistas de mercado como los miembros de la Fed ofrecen sus puntos de vista personales en lugar de una guía sólida. “Lo que sí sabemos es que parece lógico pensar que un día la Fed tendrá que dejar de comprar activos. El problema es que los mercados se han vuelto adictos a la liquidez adicional que se les ha proporcionado y sería una negligencia por parte de la autoridad monetaria no reconocer este hecho”, afirma el experto.
“Pero, pese a las declaraciones, la Fed no ha hecho nada todavía y resulta improbable que lo haga si los mercados se van a bloquear”. Lo que es más importante, según Bullock, es que los mercados no pueden perder de vista el hecho de que una reducción en el ritmo de compras por parte de la Fed es una desaceleración en el incremento del balance del banco central. Sin embargo, sigue siendo QE y la política monetaria acomodaticia. Por otro lado, la Fed se ha comprometido a mantener los tipos de interés cerca del 0% mientras que la inflación no supere el 2,5% y el paro se mantenga por encima del 6,5%. “Ninguno de ambos aspectos parece que vaya a cumplirse este año”.
El gestor reconoce que retirar los estímulos no será fácil, si bien los mercados no tienen que ser alarmistas. “Creemos que parte de la debilidad vista en renta fija a finales de mayo y principios de junio responde a una corrección tras el buen comportamiento de los meses anteriores. En todo caso, la volatilidad en los mercados podría presentar algunas oportunidades de compra, sobre todo, como hacemos nosotros, el inversor cree que la economía sigue siendo débil, el empleo frágil y la inflación no supone una amenaza inmediata”.