Los placeres del sufrimiento

Kamil Molendys, Unsplash

El resto del 2013 estará cubierto de una gran ola de escepticismo sobre la evolución de la economía de los EE.UU., y como el desempeño de ésta finalmente afectará el desmantelamiento del programa QE (Quantitative Easing, por sus siglas en inglés) de la FED, que ha inundado de fondos baratos a la economía mundial.

Formadores de opinión del calibre de Bill Gross, Director de Pimco, el administrador de fondos de renta fija más grande del mundo, sostienen que la capacidad de los bancos centrales de los países desarrollados de afectar positivamente el desempeño de sus economías inyectando dinero barato ha llegado a su límite, por lo que se espera que muchos inversionistas institucionales abandonen sus inversiones en renta fija.

Gross sugiere concentrar inversiones en bonos de muy corto vencimiento, y sacar provecho de repuntes inflacionarios que se están “cocinando” ahora, como efectos secundarios del dinero barato que pulula en las economías desarrolladas, pero que no se manifestarán sino dentro de muchos años. Estas apuestas inflacionarias se concretan comprando TIPS (Treasury Inflation Protected Security) que son bonos cuyos valores faciales se ajustan por inflación.

Para los inversionistas en bonos venezolanos denominados en dólares el entorno que se avecina no luce promisorio. La volatilidad de los mercados globales de renta fija, y las dudas sobre la prontitud y pertinencia de los ajustes que debería enfrentar la economía venezolana han deprimido los precios de estos papeles desde finales de mayo del 2013. Las leves alzas de precios sucedidas en los últimos meses han correspondido a mejoras del entorno internacional y no han tenido suficiente robustez para sostenerse.

En la semana que terminó los papeles nacionales denominados en dólares parecieron alcanzar niveles de soporte, caracterizados por bajos volúmenes ventas, según nos comentan traders en dichos instrumentos. Como indicativos podemos señalar que el PDVSA 22 cierra la semana al precio de 96,73% y un rendimiento de 13,40%., así mismo la prima de riesgo (CDS) que cubre contra la insolvencia de papeles de esta compañía con vencimiento a 10 años fue de 1221.88 puntos. No veíamos valores como estos desde mediados de junio del 2013, cuando los mercados de renta fija internacionales habían alcanzado máximos de volatilidad debido a las noticias de un eventual cierre gradual del QE.

Los precios de la deuda venezolana mantienen la tendencia al deterioro que comenzó en las semanas inmediatas siguientes al fallecimiento del Presidente Chávez. Las primas de los CDS muestran claramente un aumento del riesgo percibido, que aunque con leves correcciones no ha cesado de subir.

Para los inversionistas con apetito por el riesgo estos pueden ser interesantes precios de compra, pero dado los niveles de volatilidad, dichos actores deben estar preparados para disfrutar los placeres del sufrimiento.