Los selectores siguen apostando por sectores cíclicos este 2022 para sus carteras de renta variable

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Foto: Markus Spiske on Unsplash

Sí, es cierto que las valoraciones en renta variable. También lo es que hay muchas dudas en cuanto al crecimiento que se puede esperar de la economía con la pandemia del COVID generando no poca incertidumbre. Pero no es menos cierto que en un contexto en el que se espera un cambio en la política monetaria de los bancos centrales hacia una pseudo normalización, la renta variable sigue siendo, al menos dentro de los activos tradicionales, la opción que presenta mejores oportunidades a corto plazo.

"Las valoraciones hay que ponerlas en su contexto. En valores absolutos pueden parecer elevadas, pero si las comparamos con la inversión en renta fija, la alternativa por excelencia, no nos parecen tan altas", explica Javier Egaña, director de inversiones de Kutxabank Gestión. Y da un ejemplo que justifica esa preferencia por la bolsa, incluso estando más cara que en el pasado. "Estaríamos comparando una rentabilidad por dividendo del 2,4% para el €urostoxx50 frente a una rentabilidad del -0,17% para del Bund alemán o del +0,56% del bono español a 10 años".

Pocas dudas sobre el crecimiento

Sin embargo, a diferencia de 2021 cuando prácticamente se vieron subidas en la mayor parte de índices y sectores, este año hay que ser mucho más selectivo ya que esa subida ha puesto en precio a muchos valores cotizados. "Esas altas valoraciones en general esconden muchas oportunidades por temáticas y sectores. Si el mercado reconoce la infravaloración de determinadas compañías podremos ver recorrido en los índices bursátiles", explica Álvaro Martín Sauto, director de integración de arquitectura abierta de CaixaBank AM.

Desde Ibercaja Gestión, Beatriz Catalán, responsable de Gestión Activa, ve esas oportunidades en sectores cíclicos. "Toma especial relevancia la selección de sectores y compañías. Favorecemos los de mayor crecimiento, ya sea por recuperación de ciclo o por recuperación estructural, así como aquellas compañías que tengan poder de fijación de precios, en un entorno de inflación alta", afirma. En concreto, cita tres sectores que canalizan sus mejores expectativas a corto plazo : cíclicos como el financiero y el consumo discrecional, defensivos como el farmacéutico y el relacionado con la transformación digital y transición energética.

Un guiño a sectores expuestos a una inflación al alza

Muy similar es la recomendación que hace Diego Rueda Moltó, gestor de Unigest SGIIC (Grupo Unicaja Banco). "Por temáticas, nos decantamos por aquellos sectores más sensibles a la reflación, como el de la energía y el financiero. Dentro de los sectores más defensivos, consideramos que farma tiene que ser un sector que se beneficie de la situación actual e infraestructuras, que debe de verse apoyado por las políticas de gasto de los países", afirma. Y subraya la importancia que seguirán teniendo las temáticas ESG  ya que "es una tendencia que ha llegado para quedarse".

Al fin y al cabo, pese a que se pueden esperar aún altibajos en las cifras de PIB debido a los efectos del COVID, los expertos consultados defienden que este 2022 seguirá siendo un año de crecimiento en la economía y también en los beneficios empresariales. "El ciclo económico parece robusto con crecimiento y con inflaciones al alza y prácticamente en ningún caso se puede observar sobre calentamiento o sobre enfriamiento en las principales economías desarrolladas", aseguran Ángel Lara y Cipriano Sancho, analistas senior de mercados alternativos y privados de Santander Asset Management.

Dónde están entonces los grandes riesgos

Eso sí, avisan de que uno de los riesgos a los que se enfrentan los inversores es precisamente la divergencia que puede haber entre el crecimiento y los mercados financieros tras años de fuerte crecimiento sobre todo en los segundos. "La mejor forma para aprovecharse de ello creemos que son gestores muy activos con un acercamiento fundamental a la inversión y que puedan mantener posiciones cortas y largas", afirma. De ahí que favorezcan "los gestores más neutrales o con exposiciones netas bajas en este escenario”, explican. Entre sus preferencias figuran el arbitraje de convertibles, las estrategias event driven, el arbitraje de índices y las estrategias equity market neutral con sesgo a factores de valoración tradicional presentan una buena oportunidad para conseguir buenas rentabilidades en este escenario con poca o muy baja direccionalidad.

Pero esa dispersión entre economía y mercado no es el único riesgo al que tendrán que hacer frente los inversores a la hora de configurar sus carteras. El mayor miedo de cara a este 2022 es un error en la política monetaria de los bancos centrales. "Si asumimos que el impacto económico del COVID-19 en términos de nuevos confinamientos se va reduciendo a nivel global, el mayor riesgo para 2022 parece estar en la incertidumbre asociada con la actuación de los bancos centrales, ya sea por el peligro de que vayan a actuar de manera excesivamente laxa o por el contrario que actúen de manera demasiado agresiva a la hora de recortar los estímulos", explica Jaime Martínez, director global de Asset Allocation de BBVA Asset Management.