Los tres cambios radicales que ha dejado para los inversores la guerra contra Ucrania

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Vladimir Yaitskiy, Flickr, Creative Commons

Cuando se tira de hemeroteca y se repasan las perspectivas que las gestoras tenían para los mercados para 2022 se ve cómo la mayoría pronosticaba un buen 2022 para la renta variable, sobre todo europea, y con un sesgo más de crecimiento que de valor. Ni ellas ni el resto del mundo, preocupado allá por enero de 2022 más por la variante ómicron del Covid que por otra cosa, podía imaginarse que un 24 de febrero 2022 Europa asistiría a una nueva guerra en su territorio tras la el comienzo de la invasión de Rusia a Ucrania, que estos días cumple su primer aniversario.

La guerra, además de causar miles de muertes y con un coste económico que tardará años en evaluarse, supuso un antes y un después desde el punto de vista de los mercados. El balance de 2022 fue de los peores de las últimas décadas al replicarse las fuertes pérdidas en renta variable también en los activos de renta fija, dejando a los inversores prácticamente sin refugio, más allá del que fueron las materias primas.

Fuente: Julius Baer

Además de esa foto de corto plazo que han dejado este último año los mercados, la guerra de Rusia contra Ucrania ha traído consigo un cambio de contexto radical para la construcción de carteras que se puede resumir en tres puntos principales.

  • El fin de los tipos al 0%

Hasta julio de 2022, los inversores acumulaban siete años en un contexto de tipos al 0%  pero ese mes el BCE optó por elevarlos con el objetivo de contener una inflación desbocada, entre otras cosas, por la guerra de Ucrania. "Las repercusiones son mayores que las subidas de tipos ya que implican un cambio de modelo de crecimiento del vivido en la última década, ante el fin de la barra libre monetaria y del dinero gratis", explicaba Juan Carlos Ureta, presidente de Renta 4 hace unos meses. Y matizaba que con esas subidas de tipos, que aún hoy se mantienen, llegaba a su fin "es ese modelo de crecimiento basado en la acumulación de duda en un contexto de tipos bajos y la vuelta a lo que llama "realismo económico".

De momento, la expectativa que se maneja es que las alzas de tipos encuentren un freno en niveles del 3% en la zona euro y en el entorno del 5% en EE.UU. y que se mantengan estables al menos el resto del año en esas cifras.

  • El regreso de la inflación

Detrás de ese cambio de paradigma de los bancos centrales con respecto a su política de tipos se encuentra el alza que se ha visto en la inflación en el último año, que llegó a estar en niveles del 10%, lo que compolicaba aún más el objetivo que persigue cualquier inversor, independientemente de su perfil: preservar el capital. "Probablemente, vamos a un mundo más inflacionista (...) en el que la inflación estará por encima de los niveles a los que nos hemos acostumbrado en los últimos tiempos y eso también origina que los tipos de interés estén por encima de esos niveles", afirma Pedro del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad de la Abogacía.

“Los precios bajarán a un ritmo lento a niveles del 5% pero más allá será difícil. No vemos que converjan a niveles del 2% como es el objetivo de los bancos centrales hasta mínimo finales del 2024", explica Natalia Aguirrre, directora de análisis y estrategia de Renta 4 Banco.

De hecho, esta experta no descarta que los bancos centrales cambien ese objetivo de inflación del 2% por otro más cercano al 3%. Una idea que también ha defendido esta semana Almudena Benedit, responsable de carteras de Julius Baer. "Ese mandato de los bancos centrales de conseguir una inflación del 2% es poco realista. Sería más realista que el objetivo se situara entre el 3 y el 3,5% a medio plazo", afirma.

  • La vuelta a las carteras de la renta fija

Como consecuencia de los cambios anteriores, se ha producido un repunte de las rentabilidades de los bonos acorde al nuevo contexto de tipos y eso ha devuelto el atractivo a una renta fija que en los últimos años apenas conseguía dar rentabilidades positivas.  "Por primera vez en los últimos cinco años estoy feliz con respecto a los mercados de renta fija, sobre todo teniendo en cuenta el mal año 2022, que será recordado como el peor año de la renta fija de los últimos 40 años debido a la velocidad de las subidas de tipos, que ha sido la más rápida desde los años 70 y la incertidumbre y sorpresa", afirmaba recientemente Félix López, director de inversiones especializado en renta fija de atl Capital.

"La mejor noticia de cara a este año es que el inversor conservador puede volver a ser conservador y a obtener rentabilidades atractivas", explica Eduardo Cobian, director de asesoramiento financiero de Creand AM.

De hecho, las gestoras españolas han desempolvado productos como los fondos garantizados y de rentabilidad objetivo centrados principalmente en el mercado de deuda y se ha visto a muchos inversores haciendo colas en el banco de España para comprar Letras del Tesoro. Según los datos de la CNMV, solo en 2022 se lanzaron en 73 los nuevos fondos centrados en renta fija a vencimiento 32 correspondientes a estrategias de comprar y mantener y 41 con objeto concreto de rentabilidad. Además, solo los productos de renta fija cerraron el año con casi 15.000 millones de euros de suscripciones netas. Y detrás de este éxito está la idea del organismo supervisor haya lanzado una consulta para mejorar la información que se da a los partícipes sobre fondos de rentabilidad objetivo y también de renta fija buy and hold.