La directora de Estrategia para España y Portugal de J.P. Morgan AM advierte del riesgo de no batir a la inflación si el inversor tiene una posición excesiva a liquidez.
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En un entorno inflacionario, el verdadero riesgo para un inversor no es la caída del patrimonio sino la pérdida de poder adquisitivo si no se genera un nivel de rentabilidad suficiente. “Y si tomamos como referencia los últimos 30 años, el cash no ha sido capaz de batir a la inflación”, advierte LucíaGutiérrez-Mellado. “Todo el mundo tiene que tener parte de su patrimonio en liquidez para hacer frente a gastos imprevistos, pero hay que tener el mismo cuidado con tener un exceso de liquidez”, insiste la directora de Estrategia para España y Portugal de J.P. Morgan AM.
Es un posicionamiento que preocupa a la directiva porque sigue viendo a los clientes finales con una cartera muy concentrada en activos ultra conservadores, como monetarios o renta fija de muy corta duración. Es una tendencia que surge en respuesta a las fuertes caídas de 2022, cuando tanto bonos como acciones sufrieron. Tras esa experiencia, es comprensible ese refugio en activos libres de riesgo, especialmente ahora que dan retornos positivos. “El riesgo es la rentabilidad que uno se está dejando sobre la mesa”, apunta Gutiérrez-Mellado.
Como refleja en el gráfico que extrae del último Guide to the Markets de J.P. Morgan AM, hará falta más que deuda gubernamental para no perder poder adquisitivo. Es un mensaje que la gestora ha estado trabajando mucho desde hace meses con sus clientes, los banqueros y asesores, pero cuya urgencia se eleva en el contexto actual. “Las bajadas de tipos ya están aquí. El riesgo de reinversión es una realidad”, advierte.
Aunque la primera bajada del BCE ya se ha producido, Gutiérrez-Mellado cree que aún es pronto para un cambio en el sentimiento inversor. “De momento no ven el impacto en la rentabilidad de su liquidez”, explica.
Una política monetaria normalizada, no acomodaticia
Aunque la previsión de J.P. Morgan AM es que los tipos de interés van a seguir bajando en el corto-medio plazo, Gutiérrez-Mellado también avisa que no estamos ante un ciclo monetario al uso. Así, si bien fijan para la vuelta de verano el primer recorte de la Fed, el escenario base de la gestora es que los siguientes movimientos de tipos en los países desarrollados dependerán completamente de los datos. “Vamos a ver una normalización de la política monetaria, pero eso no significa entrar en un terreno de tipos acomodaticios”, matiza.
Y es que el panorama macroeconómico sigue bastante sólido, según ven en la gestora. Aunque la desaceleración del crecimiento que esperaban ya se está materializando, está lejos de entrar en niveles preocupantes. “Seguimos en un entorno de crecimiento positivo”, afirma Gutiérrez-Mellado. La excepción es China, donde la entidad aún no ve un catalizador que reactive el consumo interno. Una pieza que ven como clave para que el país acelere. En cuanto al impacto en la asignación de activos de todo este telón de fondo, un apunte interesante es que la gestora está siendo más táctica con la gestión de la duración. “Creemos que, con el bajo riesgo de recesión y los recortes de tipos previstos, la parte larga de la curva se va a mover en un rango”, explica la experta. Así, cuando la cola se mueve a la parte alta del rango, compran, y cuando baja a la parte inferior, recogen beneficios.