M&G Investments toma medidas ante el Brexit

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Rareclass, Flickr, Creative Commons

El Brexit empieza a mostrar sus primeros efectos en la industria de gestión de activos. Tras el resultado del referéndum celebrado el pasado mes de junio, diversas gestoras de fondos anunciaban su intención de trasladar a parte de sus trabajadores fuera del Reino Unido, el incremento de su personal en la UE y el establecimiento de sus gamas de fondos en otros países para garantizarse un acceso continuado al mercado europeo, ya que las normas comunitarias exigen que las gestoras que quieran distribuir sus fondos en el mercado único deben mantener una sede en alguno de los países comunitarios. M&G Investments ha sido la primera en dar el paso, al solicitar autorización a las autoridades luxemburguesas para el lanzamiento de una nueva sicav para inversores minoristas radicados fuera del Reino Unido.

Pendiente de aprobación por parte de la Comisión de Supervisión del Sector Financiero de Luxemburgo (CSSF), la gestora espera ofrecer inicialmente dos subfondos antes de fin de año. Estos subfondos corresponden a nuevas estrategias de inversión y no a réplicas de fondos existentes. Grant Speirs, director financiero del grupo, considera que ésta es una medida prudente en virtud del resultado del referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea celebrado el pasado mes de junio. “Una plataforma de SICAV luxemburguesa para inversores minoristas nos permitirá ofrecer nuestros fondos a estos inversores europeos en el caso de que en unos años el Reino Unido pierda los derechos de pasaporte financiero como consecuencia de su salida de la UE”, afirma. La entidad, eso sí, continuará teniendo fondos UCITS domiciliados en el Reino Unido e Irlanda, además de Luxemburgo.

La duda ahora es saber si alguna gestora moverá su sede londinense. Aunque, de momento, ninguna gestora lo planea, la simple posibilidad ha llevado a la Investment Association británica a organizar una reunión con sus miembros para tratar el asunto. Y es que la cuestión no es baladí: las empresas de inversión radicadas en el Reino Unido gestionan 5,5 billones de libras en activos y emplean a 35.000 personas de forma directa y a otras 25.000 en actividades relacionadas. Una gran oportunidad de negocio que Dublín y Luxemburgo, los otros dos grandes centros financieros de Europa, no piensan desperdiciar, como evidencia el hecho de que las asociaciones de fondos de inversión de ambos países hayan creado grupos específicos con el objetivo de atraer a las gestoras británicas a sus respectivos territorios.

Como apunta Alastair Sewell, responsable regional del grupo de fondos y gestión de activos en Fitch Ratings, “hasta un 40% de los 5,5 billones de libras que gestionan las firmas con sede en Londres procede de inversores extranjeros, por lo que una reducción sostenida de esta demanda tendrá un efecto muy negativo sobre la industria británica”.