Mercado de bonos: atentos al gráfico que muestra el punto de partida actual

Lupa
Foto: Markus Winkler, Unsplash

Los activos financieros y la economía se están viendo presionados por el endurecimiento de las condiciones financieras por parte de la Reserva Federal, en su afán por sofocar la inflación. Los consumidores también están sintiendo los efectos de una mayor inflación. Las ventas minoristas cayeron un 0,3% en mayo, según los datos del Departamento de Comercio. Un indicador de la Universidad de Michigan mostró que la confianza del consumidor cayó en mayo al nivel más bajo registrado. La subida de los tipos de interés hipotecarios ha provocado la ralentización de las ventas de viviendas existentes y de las iniciadas. “Como resultado, la probabilidad de una recesión parece aumentar”, reconoce Marc Seidner, director de Inversiones de estrategias no tradicionales de PIMCO.

A fecha de 16 de junio, la herramienta GDPNow del Banco de la Reserva Federal de Atlanta estima que la economía estadounidense no crecerá en el segundo trimestre de 2022. Y es probable que la reciente ralentización del crecimiento no refleje todavía todo el alcance del endurecimiento, dados los habituales desfases entre el endurecimiento de las condiciones financieras y la ralentización del crecimiento. “Los bonos tienden a comportarse bien durante los periodos de recesión, y si la Fed consigue reducir la inflación, podría crear un contexto aún más fuerte para las inversiones en renta fija”, recuerda el experto.

Tal y como explica, uno de los mejores indicadores de la rentabilidad futura de los bonos es el rendimiento inicial. El aumento de los rendimientos desde principios de 2022 -el rendimiento del Tesoro estadounidense a 10 años ha subido a cerca del 3,25% desde aproximadamente el 1,63%- ha infligido pérdidas de precio sin precedentes en los bonos existentes (véase la figura 1). Pero también ha creado un mejor punto de partida para las nuevas inversiones en términos de ingresos potenciales y atributos de diversificación, dos de las razones fundamentales para poseer bonos”.

El gráfico que muestra el punto de partida actual

Los rendimientos del Tesoro han subido en parte como respuesta a las expectativas de subidas de tipos de la Fed. Cuando el 15 de junio la Fed elevó su tipo de interés oficial en 75 puntos básicos, los representantes también revisaron al alza sus proyecciones medianas para ese tipo hasta alrededor del 3,8% el próximo año. Al mismo tiempo, el presidente de la Fed, Jerome Powell, señaló que el tipo de interés neutro a largo plazo -también conocido como R-star, en el que la política monetaria mantiene el equilibrio de la economía- sigue siendo relativamente bajo, en el rango medio del 2% según las estimaciones de la Fed, lo que coincide con la visión de PIMCO.

“Esto apunta a que la Fed está llevando a cabo un ciclo de endurecimiento de la política monetaria, y las proyecciones sugieren que los responsables de la Fed son unánimes en su creencia de que la tasa de política monetaria debe aumentar por encima de la neutral, a pesar del coste de un crecimiento más lento”.

En 1994, la última vez que la Reserva Federal subió los tipos en 75 puntos básicos de una sola vez, estaba luchando contra la preocupación por la inflación que nunca llegó a materializarse del todo. Entonces, la autoridad monetaria comenzó su ciclo de subidas de forma lenta, pero acelerada, y los rendimientos de los bonos alcanzaron su punto máximo antes de la subida final. “Esta vez, la Fed está subiendo de forma más agresiva desde el principio, lo que aumenta la posibilidad de que los rendimientos lleguen a su punto máximo mucho antes de que la Fed alcance su objetivo final de tipos de interés”.

En su opinión, con el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años en torno al 3,25%, los treasuries podrían ofrecer rendimientos reales positivos -en un activo comparativamente seguro y líquido- si se cree que la Reserva Federal puede volver a situar la inflación incluso cerca de su nivel objetivo. “Hay áreas relativamente defensivas de los mercados de renta fija que ahora ofrecen rendimientos más atractivos que los que hemos visto en algún tiempo. Esto ha contribuido a aumentar tanto los ingresos potenciales como el margen de error de los inversores”, argumenta Seidner.