México vs andinos: apuestas de los managers internacionales en renta variable Latam

Tras un año nefasto, un comienzo dubitativo en 2014 e incipiente recuperación, hay un cauto optimismo con la renta variable latinoamericana. Esta es una conclusión más o menos común después de haber preguntado por sus estrategias y perspectivas con este activo a entidades internacionales que venden fondos mutuos o ETF en la región, y que gestionan vehículos sobre acciones latinoamericanas. Y si en algo coinciden, es en mirar hacia la Alianza del Pacífico en detrimento de Brasil.

Reforma energética

El conjunto de medidas planteadas en México, en especial en el campo energético, es un punto de atracción para los managers. Maarten-Jan Bakkum, estratega senior de Mercados Emergentes de ING Investment Management, recuerda que la economía ya ofrece signos de recuperación motivada por las exportaciones, el gasto fiscal y el sector de la construcción. Además, “el mercado mexicano también debería beneficiarse de la mejora de las perspectivas de aumento de la inversión privada a raíz de las reformas en energía y el consiguiente aumento en el potencial de crecimiento del país”, expone. Maarten-Jan Bakkun sobrepondera a México y también a Chile, que “sigue siendo la economía mejor administrada en Latinoamérica. Después de los efectos en la bolsa de la reforma tributaria, las valoraciones se han vuelto atractivas y el país tiene un buen potencial de crecimiento”.

Asimismo, Maarten-Jan Bakkum señala que un motivo para el optimismo se encontraría en un cambio de Gobierno en las elecciones de octubre en Brasil, ya que “podría llevar a mejoras significativas en la combinación de políticas” en el país. Por otro lado, los principales riesgos para la región provienen de las dos grandes economías a nivel mundial. Por un lado, si hay una normalización de la política monetaria de la Reserva Federal más rápida de lo esperado, y por otro, si hay un ‘hard landing’ en la economía china.

Sector financiero

México despierta diferentes sentimientos en los managers. A pesar del prometedor inicio del año y la fuerza de las exportaciones, “la economía sigue mostrando una decepcionante debilidad”, avisa Christopher Palmer, responsable de Global Emerging Markets de Henderson Global Inverstors. A ello habrían contribuido las medidas fiscales, llevadas a cabo desde México DF, que “aunque serán positivas a medio y largo plazo, han reducido la popularidad del Gobierno, deprimido el consumo y recortado el optimismo empresarial”.

Aun así, en la firma esperan una recuperación de la economía mexicana en el segundo semestre y de hecho posan sus apuestas en el accionariado de Latinoamérica en empresas que están bien posicionadas para aprovechar la reforma energética del país norteamericano, “compañías industriales con experiencia en servicios relacionados con la energía y los materiales de construcción”. Además, suman a ello el sector financiero, “en particular las empresas de seguros y proveedores de servicios a las empresas financieras, tales como las relacionadas con el procesamiento de tarjetas de crédito y con el mantenimiento”. Mientras que con el posible cambio de Gobierno en Brasil, el enfoque se orienta a grandes empresas estatales y utilities energéticas.

Sesgo al petróleo

Rubén García, director general Iberia & Latam de Threadneedle, avisa de que “la región sigue dependiendo mucho de la situación general de los emergentes y, en general, aunque se ha frenado la salida de flujos no hay un apetito comprador fuerte en Latinoamérica”. García explica que también en la gestora británica están cortos con Brasil, aunque podría haber oportunidades y se enfocan hacia “consumo básico tipo supermercados o compañías de cerveza”. Además, gustan bancos como Itaú o Bradesco, “bien gestionados y con muy buenas franquicias”. Para la renta variable brasileña en su conjunto, “el único catalizador positivo en el corto plazo podría ser un cambio de gobierno en las elecciones de octubre, lo que todavía parece poco probable”.

Pero la visión positiva se enfoca hacia México, Colombia y Perú. En México por “las reformas de Peña Nieto así como la correlación con Estados Unidos y los bajos costes laborales que lo mantienen muy competitivo frente a los países asiáticos”, mientras que el optimismo con Perú y con Colombia se basa en que “estamos más positivos en economías con sesgo al petróleo y más negativos en países con mayor correlación a metales, como cobre o hierro”. Aunque hay que contar con una dificultad en estos mercados que “reside en su pequeño tamaño, son poco líquidos y cuentan con pocas compañías”. En Chile, agrega, “somos cautos y muy selectivos por su correlación con el precio del cobre y su dependencia de la macro de China”.

Consumo minorista

Desde Fidelity Worldwide Investment señalan que Latinoamérica ha recibido una “pobre prensa” y que es probable que los mercados sigan encontrándose baches en el camino. Aun así, por el gran tamaño de la región “existen oportunidades significativas”. Por ejemplo, por las oportunidades de crecimiento estructural de la industria del automóvil o servicios financieros. Aunque avisan de que no realizan un análisis top down en países o sectores, señalan el potencial del la industria de consumo minorista a lo largo de la región. “La exposición a una amplia gama de minoristas brinda la oportunidad de beneficiarse de los crecientes niveles de ingresos disponibles en la región”.

Por países, ponen como ejemplo a Perú por su crecimiento y por el impulso de la formalización de la economía. Así, apuestan por compañías del sector financiero que aprovechen este desarrollo, como Credicorp, que “es entidad líder con un 40% del mercado de depósitos y préstamos”.

Aceleración macro

En Van Eck, firma estadounidense que comercializa su gana de ETF Market Vectors en Latinoamérica, también señalan en el mapa a los países andinos como las economías con las que se encuentran más a gusto en renta variable. En concreto, con Perú y con Colombia, “por la aceleración macro en curso”, y se quedan también con el sector bancario, “debido a la baja penetración y la oportunidad de crecimiento frente al resto de la región”. En México “somos positivos a medio plazo ya que consideramos que las recientes reformas anunciadas por el Gobierno serán ayuda para el crecimiento de la economía y de la clase media”. En este caso en Van Eck señalan como futuros beneficiados a los sectores de infraestructuras, empresas de consumo y bancos. Aunque a corto plazo, “el consumidor sigue luchando después de los recientes aumentos de impuestos y creemos que podríamos ver una recuperación más gradual de la economía en 2015”.

Desde la entidad norteamericana avisan de riesgos en torno a Brasil, “dada la probabilidad de revisiones a la baja adicionales al crecimiento económico, niveles altos de inflación, la probabilidad de mayores tasas de interés, la baja confianza de empresas y consumidores, un mercado de crédito débil y restricciones en el suministro de energía (riesgo de racionamiento de energía dados los bajos niveles de de los embalses). A pesar de lo esgrimido, “hay buenas historias”, y en particular se quedan con el sector educativo, compañías de seguros y banca.