MFS Meridian Emerging Markets Equity: rasgos idiosincráticos de este fondo de bolsa emergente consistente

José Luis García (MFS IM)
Foto cedida

El MFS Meridian Emerging Markets Equity es un fondo de MFS IM que este año disfruta de Sello FundsPeople, con la calificación Consistente. Se trata de una estrategia globalmente diversificada entre mercados emergentes, que presta especial atención a las perspectivas de beneficios y las valoraciones, al tiempo que busca unos ingresos crecientes, una expansión de los márgenes y flujos de caja en aumento. Las delegaciones con las que cuenta la gestora americana en países emergentes le permiten descubrir oportunidades locales, mediante visitas in situ a sedes corporativas, plantas de fabricación, clientes, proveedores... El equipo que gestiona el fondo también aprovecha los recursos de los que dispone la casa para debatir con el equipo de deuda de mercados emergentes en torno a factores que facilitan la selección de inversiones en valores específicos.

“Con nuestro proceso de análisis intensivo y nuestro enfoque a largo plazo, podemos buscar oportunidades relacionadas con las perturbaciones en el mercado, invirtiendo en empresas con flujo de caja libre normalizado, retorno sobre el capital invertido mayor que el coste de capital, gobierno corporativo sólido, apalancamiento apropiado y valoración razonable. Creemos que este entorno global complicado persistirá y es probable que los mercados experimenten episodios de volatilidad a medida que las diferentes adversidades atraigan la atención de los inversores”, afirma José Luis García, gestor del fondo.

Sin embargo, en el equipo también consideran que unas mejores valoraciones ofrecen oportunidades selectivas y, en su opinión, las acciones de los mercados emergentes brindan la oportunidad de superar a las acciones globales y estadounidenses en los próximos 10 años. “La diversificación global continuará siendo un tema clave ya que muchos activos de mercados emergentes y desarrollados no estadounidenses parecen estar mejor valorados que los activos de riesgo de Estados Unidos”, indica. Su estrategia de inversión y posicionamiento apenas ha variado a pesar del reciente aumento de la volatilidad en los mercados.

“El posicionamiento general de nuestra cartera se ha mantenido relativamente constante a lo largo del tiempo. Durante el primer trimestre de 2020, estábamos sobreponderados en los sectores relacionados con el consumo y esto se equilibra con nuestra infraponderación en los sectores relacionados con las materias primas. Nuestra asignación sectorial es producto de nuestro proceso de selección de valores bottom up. Hemos aprovechado la oportunidad para mejorar la calidad de las carteras, recortando posiciones que se han comportado mejor y comprando las de bajo rendimiento donde tenemos una fuerte convicción. Estamos revisando constantemente todo el portfolio para buscar perturbaciones”, revela García.

En general, la opinión del equipo es que el balance de los países de mercados emergentes es positivo en comparación con la crisis financiera asiática de 1997 y la crisis de la deuda soberana de 2012. Dicho eso, esperan ver una mayor volatilidad en los mercados durante un largo período ya que la incertidumbre prevalece en los mercados. “Por lo general, una economía global más débil es un obstáculo para los mercados emergentes, pero la mayor volatilidad en el mercado creará oportunidades para que podamos mejorar la calidad de nuestras carteras y tener éxito a más largo plazo”.

En este sentido, como inversores a largo plazo, el gestor entiende que “lo que podemos hacer es mirar más allá de las perturbaciones de 2020 y determinar qué compañías creemos que están mejor posicionadas para su recuperación final. Es difícil predecir lo que sucederá a corto plazo, ya que las respuestas de política del gobierno y del banco central continúan impulsando los sentimientos del mercado. Creemos que nuestro enfoque en los principios y valoraciones de las compañías a largo plazo nos permitirá diferenciar a los ganadores de los perdedores”, concluye.