MiFID II: las gestoras se posicionan con respecto a qué hacer con los costes de research

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La era post MIFID II trae consigo varios cambios. Uno de ellos afecta directamente al research que elaboran los analistas. La directiva establece que las entidades bancarias, los brókeres y las firmas de trading deben facturar por separado los costes por el análisis que ofrecen. De esta manera, las gestoras pueden elegir si incluyen estos costes en los fondos que gestionan y, por lo tanto, cobrarlos a sus clientes, o si los asumen ellos mismos, lo que les sitúa en una importante disyuntiva justo en un momento en el que la presión sobre los márgenes es cada vez más asfixiante. ¿Qué hacer? ¿Asumir el coste o trasladárselo al cliente?

Esta incógnita ya se está empezando a despejar, ya que cada vez un mayor número de entidades están tomando una decisión a este respecto. Por ahora, la mayoría de las que se han pronunciado ya se inclina por asumir los costes de análisis externos (los denominados informes de brokers) para fondos y cuentas de clientes, en lugar de transferirlos a sus clientes a partir de 2018. Las últimas en comunicarlo han sido dos firmas alemanas: Allianz Global Investors y Deutsche AM.

“En el marco de nuestro modelo de negocio global, que se beneficia de una plataforma de inversión globalmente integrada donde se comparten análisis e ideas de inversión, hemos determinado que la solución eficiente y más idónea para todas las partes involucradas es asumir los costes externos del análisis nosotros mismos, y también en el seguimiento del espíritu de la directiva MiFID II, cuyo objetivo es evitar conflictos de interés en la negociación de valores”, explica Steve Berexa, director de inversiones global de renta variable de la gestora alemana.

La decisión de Allianz Global Investors se aplica a todos los fondos registrados en Europa y a los mandatos gestionados en el continente. Los fondos gestionados y distribuidos fuera de Europa no se verán afectados. Para Berexa, “esta es la solución obvia porque, además de operar una plataforma global, la mayor parte de nuestro análisis ya se lleva a cabo a través del uso de recursos internos. El estudio y análisis intensivo es una parte integral de nuestra propuesta como gestores activos, por lo que lo natural es que lo asumamos nosotros y por ello esté incluido en nuestra comisión de gestión”, afirma.

“Asumiremos los costes del análisis externo de sus fondos bajo la nueva directiva MiFiD II. Estamos convencidos de que nuestro enfoque es la mejor solución para cumplir con los requerimientos de la nueva directiva y que nos permitirá seguir comprometidos con ofrecer las mejores soluciones del mercado a nuestros clientes”, afirma Nicolas Moreau, consejero delegado de Deutsche AM en un e-mail enviado a todo el personal de la gestora. La firma continuará adquiriendo análisis externo con la finalidad de asegurarse de que sus gestores de fondos cuenten con todos los medios necesarios en los procesos de inversión que llevan a cabo y negociarán con los proveedores para optimizar los costes.

Allianz Global Investors y Deutsche AM han sido las últimas entidades en tomar este camino y cargar estos costes a su cuenta de resultados, pero hay otras muchas que ya lo han hecho. Entre ellas están firmas británicas como M&G Investments, Aberdeen Standard Investments, Jupiter, Woodford Investment Management o Baillie Gifford, o grandes casas como BlackRock, AXA Investment Managers o Vanguard, entidad esta última que en agosto comunicaba que los costes de research serían descontados de las comisiones de gestión y, por tanto, absorbidos por la entidad.

Pero… ¿cuál es el volumen de costes del que estamos hablando? Lo cierto es que no hay consenso con respecto a este asunto. De hecho, estamos ante una guerra de cifras. Vanguard, por ejemplo, ha calculado que los costes derivados del research serán inferiores a los cinco millones de dólares al año, frente a los 100 millones anuales que estima Financial Times. Fuentes consultadas por Funds People consideran que la cifra final que tendrán finalmente que asumir el grueso de las entidades estará más cercana a la calculada por Vanguard que a la apuntada por la publicación.