El desplome de los precios del petróleo no amenaza la calidad de la deuda soberana de México, calificada con A3 con perspectiva estable por Moody’s. Según el servicio de inversiones de la agencia de rating, “la deuda soberana de México está bien posicionada para absorber los shocks relativos a la depreciación del peso y los ingresos gubernamentales por el petróleo están cubiertos”.
De hecho, la firma opina que, aunque una caída del precio de la cesta petrolera de México de casi el 50% provocará una reducción considerable de las exportaciones de petróleo, la depreciación del peso mejorará la competitividad internacional de México, lo que refuerza las perspectivas del sector manufacturero: “Esperamos que el repunte de las exportaciones manufactureras, que además se verán beneficiadas por la recuperación de la economía estadounidense, compense con creces las menores exportaciones de petróleo”.
El peso mexicano se ha depreciado un 8,5% frente al dólar estadounidense desde el pasado mes de octubre, principalmente como consecuencia de la reacción del mercado ante el brusco desplome de los precios del petróleo. Según explica Moody’s, el impacto de la depreciación de la divisa sobre la calificación de la deuda soberana de un país depende de la exposición gubernamental a deuda denominada en moneda extranjera. “En el caso de México, este tipo de deuda solo representa un 20% de la deuda gubernamental, por lo que el impacto potencial de la devaluación sobre el rating soberano es bajo”.
La agencia de calificación estima que, si la cesta petrolera mexicana se mantuviese en el nivel mínimo de 40 dólares por barril marcado a principios de año, los ingresos presupuestarios podrían sufrir una caída cercana al 1,2% del PIB, pero los ingresos gubernamentales por el petróleo –que representan aproximadamente un tercio del total– están cubiertos frente a las fluctuaciones del precio del crudo.
Con respecto a la paralización de varios proyectos de exploración, Moody’s no cree que suponga una amenaza para la nota de solvencia del país, aunque sí podría limitar el potencial de mejoras.
En este entorno, Pemex realizó a mediados de enero una emisión de deuda en tres tramos por un valor total de 6000 millones de dólares, la emisión más grande realizada en la historia de México.