Myles Bradshaw (J.P. Morgan AM): “Vaya mirando el menú porque estamos muy cerca de un punto de entrada interesante en los bonos”

Oportunidades, horizonte, foco
Paul Skorupskas (Unsplash).

“En realidad, el mundo no está tan mal como lo pintan en los medios”. La frase con la que John Bilton arrancó el último seminario celebrado por J.P. Morgan AM marcó el tono indudablemente optimista con la que la gestora ve el mercado actual. “No importa cómo se intenten tergiversar las cifras, la realidad es que simplemente no vemos una recesión en 2022”, insiste el responsable del equipo Multi-Asset Solutions.

Bilton entiende el miedo que despiertan movimientos como la inversión de la curva en Estados Unidos, tradicionalmente un indicador adelantado. “La gente da por sentado que significa que nos encaminamos a una recesión, pero lo que no se dan cuenta es de la increíble fortaleza que presenta el consumidor, la banca las empresas, etc. en este momento”, argumenta.

En su opinión, esta nube no les está permitiendo ver la realidad de la economía. Y esta es que tras la pandemia el ahorro de los hogares se ha disparado a niveles históricos, que estamos viendo crecimiento de sueldos en Estados Unidos. Para Bilton, la economía está mejor preparada para lidiar con las subidas de tipos de lo que la curva está poniendo en precio. “La Reserva Federal está respondiendo a esto, a una economía a plena potencia. No están huyendo de una debilidad”, sentencia.

Por supuesto que el experto no niega que se vean grietas en la economía. La elevada inflación inevitablemente impactará negativamente en el consumo discrecional. Pero una ralentización no es una recesión. “Me cuidaría de saltar a la conclusión de que el consumo se va a colapsar”, insiste.  Y esto hay que situarlo en el contexto de las valoraciones actuales. Así, si bien los resultados empresariales se resentirán por una economía más débil y unos tipos de interés más altos, estos dos factores ya se han tenido en cuenta en las estimaciones de los analistas. “Los precios objetivos se han rebajado y con ello las cotizaciones, no vemos exhuberancia en el mercado actual”, afirma. “La era del dinero barato ha terminado, pero es que las valoraciones ya lo tienen puesto en precio”.

Los emergentes y Europa como oportunidad

Y ese sentimiento lo comparte Myles Bradshaw, gestor de renta fija de fondos aggregate. Hay que ponerse en situación. Acabamos de vivir el peor trimestre para la renta fija desde 1980. Las tires han corregido hasta tal punto que vuelven a estar en niveles históricamente normales. Llegados a este punto, no es momento para pensar en vender. De hecho, todo lo contrario. “Hay que ir mirando el menú y pensando en qué va a querer pedir del mercado porque estamos muy cerca de ver pasar las oportunidades interesantes”, afirma. 

Y si tuviera que destacar una zona del mercado, tanto Bradshaw como Bilton citan los mercados emergentes. “Estoy vigilando los emergentes como un halcón”, afirma Bilton. Para el experto, hay muchas malas noticias ya puestas en precio y la clase de activos se ha quedado muy atrás. Y Bradshaw coincide desde el lado de la renta fija, donde cuentan con el añadido de que los bancos centrales en países emergentes están en la fase final de su ciclo de subidas de tipos.

Es demasiado tarde para entrar en pánico, ahora toca buscar las oportunidades”, coincide Rajesh Tanna, gestor del equipo de renta variable. Él, concretamente, las encuentra en la bolsa europea. “Cada vez que hay una crisis Europa sale más fuerte”, defiende. Y ahora mismo ve a la renta variable europea cotizando a niveles distressed solo por cotizar donde cotizan. “Solo porque hay una guerra a las puertas de Europa sus acciones han corregido de una forma tan agresiva que no veíamos desde la crisis del covid”, argumenta. Y en su opinión, vender una clase de activos solo por problemas geopolíticos es un error. Y una oportunidad.