Nada

Kamil Molendys, Unsplash

Como ya lo veníamos señalando en los artículos de las semanas previas, las primas de los CDS de la República y PDVSA, que son pólizas de seguros contra la insolvencia de títulos de renta fija, venían subiendo desde mediados de enero mostrando claramente el aumento de la percepción de riesgo de los inversionistas sobre los papeles venezolanos.

Como era de esperarse, razones locales e internacionales contribuyeron a la extraordinaria caída de precios. Sin duda, los comentarios del Presidente de la Reserva Federal (FED), Ben Bernanke, el pasado 23 de mayo en una intervención frente al Congreso de los EE.UU., despertaron a un gigante dormido: el temor a una inminente subida de las tasas de interés denominadas en dólares.

Todo el mundo esperaba esta subida de los tipos de interés en un futuro indefinido, sin embargo la posibilidad de que ese momento haya llegado es lo que ha causado la volatilidad de los mercados financieros en las últimas dos semanas. ¿Es el comienzo del fin de treinta años de tasas a la baja?, probablemente no, pero el fin puede estar cerca y ahora le toca a los mercados calibrar la forma que tendrá el sendero de subida de las mismas.

La forma del sendero definirá las estrategias a seguir, pero en todo caso es esperable una mayor demanda de títulos de tasa variable y el ensamblaje de portafolios de títulos de menor duración (duración es una medida de la exposición de un título de renta fija a cambios en la tasas de interés, donde a mayor duración mayor exposición a tales cambios).

Los papeles venezolanos no solo siguieron la tendencia internacional de reducir los precios de los títulos de renta fija, sino que lo hicieron con tal intensidad que nos hace sospechar que algo más afecta tales movimientos. Un reflejo de ello, es que el CDS de PDVSA a 10 años, subió de 1.000 a 1.133 puntos básicos en apenas 4 días, alcanzando un máximo histórico desde su aparición en el 2010. En situaciones de alta turbulencia, algunos especuladores tienden a usar los papeles de más alta volatilidad para potenciar los resultados de sus apuestas y los bonos venezolanos son claramente preferidos para estos propósitos.

¿Qué produce tal subida? La creciente percepción de que el gobierno requiere aumentar el endeudamiento externo para reforzar el capital de trabajo de la República logrando así aumentar la oferta de dólares requerido para las importaciones públicas y privadas, aunado a la lentitud con que se concreta el programa de ajustes económicos que se espera implante la administración Maduro. Es importante recordar que nuevas emisiones de deuda deprimen los precios de la deuda existente denominada en dólares.

La volatilidad de los títulos de renta fija venezolana continuará mientras la incertidumbre sobre el tema cambiario se mantenga. Sin embargo, le agrega complejidad a este tema el hecho de que la demanda mundial por títulos de alto rendimiento es muy fuerte, dado el bajo nivel actual de las tasas de interés en el primer mundo. No es de extrañar que en los próximos días aparezcan compradores oportunistas que den soporte al nivel de precios existentes. En el ínterin, los mercados deben descifrar si están o no frente al comienzo de un nuevo ciclo de las tasas de interés.

El comienzo de los grandes cambios tiende a confundirse con las perturbaciones habituales y los peligros que esto conlleva. Muestra de ello es que el rey Luis XIV escribió en su diario el día de la toma de La Bastilla la palabra rien (nada), sin saber que a partir de ese momento muchas cabezas rodarían, incluyendo la suya.