Más allá de la actividad que se considere, muchas veces es una tarea muy compleja detectar las oportunidades que se encuentran detrás de un escenario, en principio considerado adverso, y más aún, implementar una iniciativa a partir de esa visualización
La actual crisis económico - financiera internacional, sobre la cual nos debemos remontar en el tiempo ochenta años hacia atrás para encontrar implicancias tan diversas y estructurales, al igual que en ese momento, nos lleva, al menos, a reconsiderar algunos supuestos establecidos.
En ésta ocasión quiero traer a consideración la oportunidad que tiene nuestra región en, a partir de la actual inestabilidad de los mercados financieros internacionales (principalmente desarrollados), y la incertidumbre sobre su desenvolvimiento en el corto y mediano plazo, de dotar cada vez más a su industria de Wealth Management de productos vinculados al desenvolvimiento de su economía real.
Mucho se ha comentado durante estos últimos años acerca del denominado “despegue” en cuanto al comportamiento macroeconómico de los mercados emergentes del estancamiento y procesos recesivos observados en gran cantidad de economías desarrolladas. Pero más allá de observarse, en gran cantidad de estos países coherencia en la implementación de políticas de carácter fiscal, a diferencia de otros períodos de desorden, lo cual ocasionó gravísimas consecuencias no solo económicas y financieras, sino también políticas y sociales en la región, se ha podido evidenciar, además, un pronunciado y sostenido incremento en los niveles de precios de las materias primas; principal fuente generadora de divisas vía exportación.
Es evidente que en éste contexto, el cual encuentra, entre otros mercados emergentes, a su principal motor en el apetito de la economía china por éste tipo de productos, los cuales han y siguen soportando su espectacular expansión, ha provocado un salto en especialización y eficiencia en la región, pudiendo observarse en el continente líderes globales en la producción de diferentes tipos de commodities.
Por ello, considero que ésta realidad, la que caracteriza a gran cantidad de nuestros países, sumado a la incertidumbre e inestabilidad de los mercados financieros a nivel internacional, se transforma para el sector de Wealth Management en una clara oportunidad de ampliar sus propuestas en términos de vehículos de ahorro e inversión, cuyos activos subyacentes se encuentren cada vez más vinculados al desenvolvimiento de sus economías.
A las ya tradicionales actividades objeto de la creación de activos financieros (fondos índice, ETFs, productos estructurados, derivados, etc.), en donde podemos encontrar energía, minería, explotación agropecuaria y forestal, entre otros, considero sectores sobre los cuales se encuentran depositadas amplias expectativas de desarrollo y creciente relevancia a nivel internacional al ganadero y la biotecnología aplicada al mismo; pesca en todas sus variantes; proyectos de generación de energías denominadas limpias (hidroeléctrica - eólica - solar); infraestructura pública y privada (turismo - déficit habitacional); provisión de agua potable y producción de alimentos en general, y orgánicos en particular.
Más allá de la consideración de éstas actividades, en donde la región posee claras ventajas competitivas y comparativas a nivel global, y sobre las que propongo una mayor atención por parte de la industria en el desarrollo de alternativas de inversión, existe otra oportunidad en las enormes dificultades que encuentran los entrepreneurs para la concreción de sus proyectos (variando las mismas dependiendo del país en consideración), siendo en la actualidad casi exclusivamente opciones de acceso para la actividad de venture capital.
Aquí, los administradores de patrimonios, tienen la posibilidad bajo la modalidad de fondos, de ser parte del financiamiento de estos proyectos de vital importancia para el desarrollo de las economías en su conjunto, a los cuales, en muchos de los casos, se asocian atractivos retornos sobre la inversión para el mediano y largo plazo.
Deseo realizar una consideración adicional, y en forma separada a lo comentado, acerca de otra oportunidad que observo para la expansión de la industria de Wealth Management, y con ello otorgar mayores opciones al cliente minorista, en la participación en el desarrollo de proyectos de infraestructura; alternativas direccionadas, en éste caso, casi exclusivamente a inversores de carácter institucional.
Muchos países de la región muestran carencias en términos de infraestructura para sostener los niveles de crecimiento económico observados durante los últimos años, como así también en cuanto al traslado de personas y mercaderías requeridos por un comercio cada vez más demandante de una mayor y creciente eficiencia.
Obras en puertos, aeropuertos, carreteras, infraestructura ferroviaria, entre otras, se transforman en opciones adicionales con el objetivo de diversificar portafolios con activos vinculados al desarrollo de economías en su conjunto con una visión de mediano - largo plazo.
Esto abre la posibilidad de desarrollar acuerdos entre operadores locales y globales, en donde a través de la estructura y alcance de gestores internacionales, se puedan acercar éstas propuestas no solo a la región en su totalidad, sino también al inversor de economías desarrolladas; ávidos en éste momento por opciones que de alguna manera los alejen de la volatilidad e incertidumbre de los mercados financieros internacionales, pudiendo de ésta manera posicionar a la industria de la región como líder a nivel global en el desarrollo de éste tipo de propuestas; ello a través de la implementación de un continuo proceso de especialización.
Pero toda ésta iniciativa, como cualquier otra, requiere no solo de la decisión del sector empresario en avanzar en éste sentido, sino que las autoridades doten del marco normativo propicio para el desarrollo de la actividad; cuestión sobre la cual se observan grandes asimetrías en la región con respecto a la intervención y apoyo de la actividad por parte del sector público.
Encabezo ésta columna con la expresión “necesaria oportunidad?”, al observar que a partir de los acontecimientos económicos y financieros que detonaron ésta crisis internacional allá por el año 2007, y sobre la cual nos da la impresión que constantemente se siguen escribiendo nuevos capítulos, la industria de Wealth Management tiene la oportunidad de proveerle no solo a la región, sino a los diferentes mercados internacionales alternativas vinculadas a sectores con atractivo presente y expectativas de un continuo desarrollo; siendo en muchos de ellos líderes en productividad a nivel global, con claro y positivo impacto sobre sus economías.
En próximas columnas abordaré en forma independiente a cada unos de estos sectores, considerando las oportunidades de desarrollo de la industria, como así también los desafíos que se plantean, dependiendo de la realidad de cada uno de los países analizados.