Nicolo Carpaneda (M&G): “En el actual entorno diversificaría mucho más mis apuestas”

Nicolo Carpaneda (M&G)
Foto cedida

La desconexión entre los mercados financieros y la realidad económica es más que evidente. El sentimiento de mercado es uno y la situación de la economía otra muy distinta. La visibilidad es escasa, hasta el punto de que, tal y como explica Nicolo Carpaneda, director de inversión del área de renta fija de M&G Investments para España y Latinoamérica, “con los indicadores típicos no se entiende si la recuperación está siendo fuerte o no. Hay que indagar más allá”, afirma en una videoconferencia con periodistas.

“En el ámbito industrial se aprecia una reactivación de la actividad impresionantemente rápida. Al menos, eso es lo que indican los índices PMI. El mundo ha vuelto con fuerza a una fase de expansión económica. En enero, el porcentaje de países con índices con PMI por encima de 50 era del 48%. Ahora está en el 71%. Es decir, más de dos tercios de los países están en expansión económica, si bien esto puede deberse al efecto que están teniendo los estímulos monetarios y fiscales”, reconoce.

En opinión del experto de la gestora británica, si éstos se mantienen, los indicadores PMI podrían aguantar en torno a estos niveles. Si se retiran, podrían volver a caer por debajo de 50. “En Europa se produjo una recuperación desde mayo que ahora se está enfriando. Los últimos números para la región no indican ni una expansión ni una contracción. El repunte de casos de contagio de coronavirus podría explicar esta evolución”, señala.

La cuestión es que los índices PMI podrían no estar reflejando toda la realidad. Son datos demasiado genéricos, que no dejan ver la fotografía completa sobre lo que en realidad está ocurriendo. Para obtener una mayor información sobre esta cuestión, hay que analizar indicadores más capilares, como por ejemplo las compras con tarjetas de crédito. “En marzo cayeron un 12%, en abril un 43% y ahora están un 26% por encima”, revela.

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Sin embargo, Carpaneda también destaca que las compras que requieren grandes inversiones, como por ejemplo la adquisición de un vehículo, todavía se encuentran un 4% por debajo de los niveles de enero. “En general la economía ha vuelto a una fase expansionista, pero sólo está a un 80% en comparación a los niveles de enero. El caso más evidente lo vemos en los restaurantes. Han vuelto a abrir, pero estamos un 20% por debajo de la normalidad”.

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“En todos los países hemos recuperado la movilidad al 100%, pero el tránsito en estaciones de trenes, puertos y aeropuertos seguimos entre un 20% y un 30% por debajo de los niveles de principios de año. Es difícil pensar que con un repunte de casos se llegue de aquí a diciembre al 100%. Los indicadores adelantados nos dicen que se está produciendo un repunte económico clásico, pero si analizamos cómo se comporta la gente se observa que no hemos vuelto a la normalidad”.

Comportamiento del inversor dual

“Los inversores menos expertos aseguran que, en esta crisis del COVID-19, les está resultando sencillo ganar dinero”, afirma Carpaneda. Y lo están consiguiendo en un entorno de mercado muy dual, en el que algunas clases de activo, como la renta variable americana, bolsa china o acciones europeas defensivas lo han hecho bien, mientras que otras, como el high yield global, la bolsa japonesa o la deuda emergente en divisa local están registrando una evolución negativa.

“También se aprecia una dicotomía extraña en el comportamiento de los inversores institucionales frente a los de banca privada. Los primeros han participado muy escasamente en los mercados financieros. En el caso de la renta variable americana ha sido muy evidente que han estado fuera. No obstante, los clientes de banca privada, tras el susto de marzo, se han mostrado más dispuestos a asumir riesgo. Son los que han movido el mercado”, subraya.

Cambio de expectativas

El caso es que, según el director de inversión del área de renta fija de M&G Investments para España y Latinoamérica, los mercados podrían cambiar sus expectativas una vez conocido el mensaje de los bancos centrales. “Ahora sabemos que a la Reserva Federal ya no le preocupa tanto que la inflación se sitúe en algunos momentos alrededor o debajo del 2%. A principios del verano, se esperaba una inflación a cinco años del 0,2%. En estos momentos las expectativas están por encima del 1,5% y muy posiblemente llegarán al 2%”.

“Si los países tienen que gastar para hacer frente a los efectos del COVID-19, deberán financiarse emitiendo deuda pública. Cuando hay un exceso de oferta, el precio baja y la rentabilidad sube. Cuanto más oferta exista, más demanda se necesitará. Y en agosto hemos visto que esa demanda no es muy fuerte. Esto podría tensionar el mercado. Si el treasury paga, al inversor no le importará invertir en él. Pero si no lo hace y dispone de una alternativa más rentable saltará a ella, pese a que ello signifique asumir un mayor riesgo”.

Por el otro lado, se espera que los bancos centrales intervengan en los mercados de renta fija con la compra de activos. “El BCE, que se ha gastado más que la Fed, tiene todavía 850.000 millones para gastar. Los bancos centrales están adquiriendo bonos y manteniendo los precios, haciendo la vida fácil a los inversores, pero en un entorno de exceso de deuda por estímulo fiscal e inflación, tanto el bono del Tesoro americano como el bund alemán no podrán defenderse tan bien como lo han hecho hasta ahora”.

A doce meses vista, observando los diferenciales históricos, en el equipo de Carpaneda aprecian que únicamente el crédito corporativo americano, europeo y deuda soberana emergente cotizan a un valor razonable. “Nos parecen las clases de activo más interesantes de aquí a un año vista. En este entorno diversificaría mucho más mis apuestas, añadiendo más bonos emergentes y más crédito corporativo y recortando mis posiciones en deuda pública”.

En cuanto al mercado de divisas, los traders internacionales están comprando futuros en yenes, euros y francos suizos y están muy cortos sobre el dólar. “Los traders profesionales prefieren un euro a un dólar y eso creemos que no cambiará en los próximos meses”, concluye.