Esto es lo que ya se está aplicando ahora, lo que se aplicará en 2021 y lo que aplicará en 2022 y en los años posteriores.
Ante el tsunami normativo al que nos enfrentamos en relación a la normativa de la UE en ASG, en Candriam han decidido preparar un serie de documentos informativos para proporcionarles a los inversores los elementos esenciales que deben conocer para comprender cómo les afectará la avalancha normativa que se avecina (cuál está en vigor y cuál se aplicará en un futuro próximo) y, del mismo modo, saber qué necesita hacer a partir de ahora. Una de las cuestiones a las que responden es qué es aplicable ahora y qué se aplicará posteriormente. “No es una pregunta fácil de responder puesto que la mayoría de las regulaciones establecen una implementación en varias fases, mientras que otras todavía no se han completado totalmente”, reconocen. Para explicarlo, lo han dividido en tres grandes grupos: lo que ya se aplica ahora, lo que se aplicará en 2021 y lo que aplicará en 2022 y en los años posteriores.
Aplicable ahora
La Taxonomía se ha aprobado, lo que significa que disponemos de todos los criterios que necesitamos para evaluar a las empresas. Mejor dicho: todos los criterios para dos de los seis objetivos medioambientales cubiertos por la Taxonomía (mitigación y adaptación del cambio climático). Los gestores de activos deberán divulgar su porcentaje de inversiones dedicado a actividades cualificadas en virtud de la Taxonomía, tal y como existe actualmente, a partir de 2022. Si consideramos la amplitud y la profundidad del proceso de selección requerido (70 sectores industriales), dicho análisis requerirá muchos datos, muchos de los cuales no existen actualmente. Se utilizarán inicialmente simulaciones y modelizaciones para paliar todos los datos que faltan, hasta que las empresas empiecen a publicar la información requerida, lo que resultará obligatorio para todas ellas en 2022.
Para los indicadores climáticos de referencia, la situación es más sencilla: la legislación se ha aprobado y resulta aplicable desde julio de 2020, tras la publicación de los estándares técnicos. Por lo tanto, cualquier indicador de referencia que realice alegaciones medioambientales ahora debe cumplir los criterios definidos en el Reglamento.
En relación con los Estándares de Bonos Verdes, la UE ha constituido un Grupo de Expertos Técnicos que publicó un informe en 2019 que preparaba el camino para la implementación de los EBV (Green Bond Standards - GBS) en una etapa posterior.
La entrada en vigor de la Directiva SRD II varía en función de los países puesto que la Directiva requiere la transposición por parte de cada parlamento nacional. La Directiva establece asimismo como plazo límite para llevarlo a cabo septiembre de 2020. Ya ha sido transpuesta en Bélgica y Francia, y ya es aplicable en estos países.
Aplicables en 2021
Los reglamentos en materia de divulgación, al menos los mencionados anteriormente, entrarán en vigor en 2021. La mayor parte de SFDR se empezará a aplicar en marzo de 2021 y los requisitos de presentación de informes periódicos entrarán en vigor en 2022. En relación con NFDR, las empresas deberán empezar a divulgar información adicional en 2022 o 2023, en función del tema de la divulgación.
Aplicables en 2022 y años siguientes
Aunque la Taxonomía esta ahí para quedarse, las divulgaciones asociadas serán obligatorias en 2022 y con posterioridad para cuatro de los seis objetivos medioambientales. El mismo retraso será aplicable a los requisitos NFDR para estas dimensiones medioambientales. No se prevé que la Ecoetiqueta UE (EU Ecolabel) abra su periodo de solicitud antes de 2022 o incluso de 2023. Su ámbito de aplicación evolucionará junto con la Taxonomía, así como su capacidad para atraer a los inversores. Un estudio reciente publicado por la UE afirmaba que, en caso de que se lanzara la etiqueta hoy sobre la base de criterios de cualificación realistas y de los datos disponibles, solo tres fondos de las decenas de miles registrados en la UE estarían cualificados para obtenerla.