Nuevas ideas en la cartera del Jupiter European Growth Fund: actualización del fondo

Mark Heslop (Jupiter)
Foto cedida

Corren buenos tiempos para el estilo growth. Quizás, demasiado. Tanto que uno de los debates candentes del momento está en torno a si las valoraciones son exigentes o justificadas. Para Mark Heslop, co gestor del Jupiter European Growth Fund, no es excusa:  “Creemos que, con independencia de la coyuntura económica general, siempre existen oportunidades que las mejores empresas pueden aprovechar, aunque estas no abundan”.

¿No le preocupan las cotizaciones, entonces, a uno de los pocos vehículos en España con Sello FundsPeople 2020 por su triple calificación favorito de los Analistas, Blockbuster y Consistente? Pues lo cierto es que no. “Un PER basado en las expectativas medias de los analistas sobre los beneficios del año siguiente es un indicador unidimensional que no refleja las necesidades de capital de una empresa o la sostenibilidad de su crecimiento”, sentencia el gestor de Jupiter AM. “Los PER elevados a veces pueden hacer que sus acciones parezcan caras a primera vista, pero lo importante es que este hecho pasa por alto la sostenibilidad de sus modelos de negocio y la fortaleza de sus perspectivas de crecimiento, que pueden durar mucho más de lo que prevén generalmente los analistas”. Eso, en su opinión, puede contribuir a generar rentabilidades de la inversión superiores a largo plazo.

Los verdaderos negocios de crecimiento son escasos, pero existen. Por eso la divergencia extrema entre value y crecimiento les inquieta solo en la medida en que puede afectar a la percepción de sus rentabilidades frente al índice de referencia a corto plazo. Pero es que detrás de esta inquietud se esconde la idea de que todas las divergencias siempre terminarán volviendo a la media. “Eso suele ser verdad, aunque no siempre, especialmente en épocas como la actual, cuando el mundo de la inversión parece estar experimentando un profundo cambio de coyuntura en el que los rendimientos de la deuda pública son entre bajos y negativos y el tipo de interés real sigue descendiendo”, apunta. En su opinión, estos dos factores apuntan claramente a un mundo con un crecimiento más bajo en el futuro. “Y en un mundo así los inversores harían bien en estar preparados para pagar más por el crecimiento, debido en parte a su escasez y en parte a las tasas de descuento más bajas, que tienen un efecto positivo en la valoración relativa de los activos de duración larga, como las acciones que se caracterizan por un crecimiento y una rentabilidad elevados”, afirma.

Ideas en la cartera

En el fondo buscan captar una exposición a un amplio abanico de tendencias de crecimiento estructural:

1. La situación demográfica puede significar que un mayor número de personas mayores en las economías occidentales está sosteniendo la demanda de atención sanitaria. Y esto lo están captando a través de varias apuestas. “Ya sean los análogos GLP-1 fabricados por Novo Nordisk para tratar la epidemia de obesidad o los diagnósticos in vitro que bioMerieux lleva comercializando más de 55 años y en los que es líder mundial, o también otros proveedores de diagnósticos, como DiaSorin y Eurofins Scientific”, enumera. “En muchos de estos casos, nos hemos beneficiado de un pico de demanda a causa de la pandemia. Sin embargo, en nuestra opinión, la ventaja real probablemente proceda en el futuro de su base de clientes mucho más amplia y los mayores ingresos procedentes de los reactivos consumibles que venderán a los laboratorios cuando pase la crisis”. Su tesis de crecimiento en relación con estas empresas se ha articulado sobre la relación coste-beneficio para los sistemas sanitarios nacionales que se deriva de disponer de servicios de pruebas diagnósticas más rápidos y completos que se traducen en tratamientos más efectivos y mejores resultados para los pacientes. “La crisis del coronavirus ha puesto de relieve de forma clara la necesidad de invertir más en esta área”, afirma.

2. El creciente uso de la digitalización, que se ha visto espoleado por la pandemia. Esto está permitiendo a algunas empresas, como Edenred y Experian, desarrollar sus propias redes con pocas necesidades de capital para dominar nichos en beneficios salariales y servicios crediticios. A esta lista podría sumarse RELX, que ocupa una posición única como proveedor de servicios de información crítica para las empresas. “Todas generan flujos de efectivo sólidos que se reinvierten para conseguir elevadas rentabilidades sobre recursos propios. Esta acumulación de valor interna está produciéndose fuera de la vista de las fluctuaciones diarias de las bolsas”, cuenta el gestor.

3. La evolución demográfica también significa que un mayor número de jóvenes en las economías emergentes disfruta de una mejor calidad de vida. “Estas tendencias sostienen la demanda a largo plazo de cosméticos, productos de lujo y licores de marca”, afirma. Y cita tres nombres bien posicionados para esta tendencia: L’Oreal, LVMH y Pernod Ricard.  “Invertimos en la última, que posee un amplio catálogo de licores de marca de todos los precios y una red de ventas verdaderamente mundial. De hecho, tal es el poder que ejerce la marca en la mente del consumidor que pensamos que si le dieras a un nuevo actor un cheque en blanco no podría desplazar la cartera de marcas internacionales de Pernod Ricard. De hecho, una de las características que comparten todas nuestras posiciones es que están sólidamente posicionados en sus nichos y a los competidores les cuesta desbancarlas”, explica.