Ocho megatendencias de inversión en renta variable estadounidense

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F-l-e-x, Flickr, Creative Commons

¿Cuáles van a ser las próximas megatendencias de inversión con proyección en los próximos años? La respuesta a esta pregunta es el sueño dorado de muchos gestores de inversión. Todos los años, el equipo de small caps de The Boston Company, parte de BNY Mellon IM, realiza un intenso análisis de las tendencias globales. Les sirve para identificar temas transversales que pueden influenciar el clima de inversión durante al menos un año, que pueden ser extrapolados desde el universo small cap a otras clases de activo. A continuación, detallan las ocho megatendencias que han identificado para los próximos doce meses.

1. Generación Millenial

Actualmente, 92 millones de individuos nacidos entre 1980 y 2000 componen la generación millenial, frente a los  61 millones de la generación X y los 77 millones de baby boomers. Esta capa de la población está en un periodo de transición desde la cohorte de 15 a 24 años a la de 25-35, lo que supone una gran diferencia en términos de consumo; mientras que los primeros tienen un poder adquisitivo escaso, los de la segunda ya están en disposición de tener mayores gastos y ya piensan en formar una familia. “Se espera que esta confluencia de los millenials alcanzando la edad de gastar y los baby boomers reduciendo sus gastos va a tener un impacto significativo sobre el consumo en la siguiente década”, indican desde la firma.

Se trata de una generación influenciada por eventos dramáticos como el 11-S o la crisis financiera, que asimismo es la generación más conectada y la que presenta unos patrones de consumo diferentes a generaciones anteriores. El equipo de small caps han identificado varios factores que van a influir sobre las decisiones de inversión futuras de los millenials y que les puede aportar ideas de inversión: reticencia a adquirir casas, retraso de la edad de matrimonio y de tener hijos, preferencia por las compras a través de internet, cultura del alquiler, propensión al viaje y a conocer otras culturas, mayor conciencia sobre la salud y el bienestar personal, uso elevado de redes sociales, menor endeudamiento personal y mayor asignación del gasto a vivienda y educación y menor al consumo de marcas y en general a posesiones materiales. “Creemos que los inversores necesitan comprender estas tendencias de gasto disruptivas, al incrementarse los gastos de los Millenialls y volverse esta generación más importante en los próximos cinco años”, sentencian desde The Boston Company.

2.     El internet de las cosas

Se conoce por internet de las cosas a los dispositivos conectados a internet con múltiples aplicaciones. Según The Boston Company, se espera que los 10.000 millones de dispositivos conectados de hoy crezcan hasta los 50.000 millones de 2020, con un uso cada vez más cotidiano: smartphones, cafeteras, lavadoras, auriculares… “Dado lo generalizado, confiable y poco caros que son muchos de estos dispositivos, el internet de las cosas ya se está convirtiendo en un gran y significativo catalizador de crecimiento para la industria tecnológica”, explica el equipo de small caps.

Han identificado tres grandes áreas de aplicación en las que se pueden encontrar ideas de inversión: dispositivos que se pueden llevar puestos (como el Apple Watch), casas automatizadas y coches inteligentes. También hacen notar que la principal característica de estos nuevos dispositivos es que permiten acumular y analizar datos para su aplicación comercial, lo que da pie a la siguiente megatendencia.

3.     Guerra de datos

Los cambios en la arquitectura tecnológica subyacente, las nuevas aplicaciones y negocios rompedores aplicados a compañías de nuevo crecimiento están generando asimismo oportunidades de inversión. Entre las tendencias positivas que ha detectado la gestora destacan las redes sociales, nuevas páginas de internet y juegos para móviles, que a su vez generan ideas para desarrollar aplicaciones que están cambiando rápidamente patrones de trabajo, compra, juego, turismo y comunicación.

La gran idea dentro de esta temática es el big data. En la firma se centran en las compañías capaces de procesar grandes cantidades de datos y que los utilizan para introducir un estilo de vida digital que permite al sujeto gestionar su vida online, y que generan enormes masas de datos que se pueden procesar para encontrar nuevas pautas de consumo que se pueden monetizar, aunque indican que el inversor debe centrarse en compañías “con modelos de negocio duraderos y propiedad intelectual”.

4. Avances en biotecnología

Los expertos se fijan en primer lugar en el desarrollo de biosimilares, medicamentos genéricos de fármacos biotecnológicos que son mucho más difíciles de imitar que los genéricos convencionales y presentan costes superiores, la necesidad de mayores conocimientos para desarrollarlos y con altas barreras regulatorias, especialmente en EE.UU. Sin embargo, constatan que el entorno ha cambiado en el pasado reciente: muchas biotecnológicas ahora están bien capitalizadas y en algunos casos han tomado buenas decisiones de inversión en equipamiento y talento; además, el regulador estadounidense ahora se muestra más receptivo a aprobar nuevos biosimilares. 

La otra tendencia detectada es la terapia genética. Se trata de medicamentos muy personalizados, destinados al tratamiento de enfermedades crónicas, que se basan en el código genético del paciente y que presentan unos costes muy elevados. Desde la gestora han detectado diez nuevas compañías de terapia genética que debutaron en bolsa el año pasado. No obstante, alertan de dos riesgos que afronta todo aquel que invierta en esta clase de compañías; el primero es que la fase de pruebas es muy arriesgada porque el medicamento se testa en un grupo muy reducido de pacientes. El otro riesgo, en el caso de que los experimentos hayan dado resultados positivos, es el de los elevados costes que supone el desarrollo de estos tratamientos para estas compañías pueda reducir su rentabilidad. 

5. Revolución sanitaria

La aprobación y puesta en marcha del programa Obamacare también genera oportunidades a ojos de The Boston Company. El Gobierno de EE.UU. pretende extender la cobertura sanitaria a toda la población que no esté asegurada, y para poder satisfacer las necesidades y al mismo tiempo reducir el déficit federal ha puesto en marcha una serie de recortes de gastos, impuestos e incentivos al sector farmacéutico, que ahora está centrado en el desarrollo de terapias que mantengan menos tiempo a los pacientes en centros hospitalarios para así reducir costes. En la gestora creen que los segmentos más afectados por este cambio de orientación van a ser los proveedores a hospitales y las compañías de equipamiento y suministro sanitario. También ha entrado bajo su radar las compañías especializadas en la digitalización de datos farmacéuticos. 

6. Renacimiento energético en EE.UU.

Los avances en la explotación de petróleo no convencional  protagonizan la sexta temática de inversión. “Los precios de hoy están por debajo del umbral de rentabilidad de muchos productores en EE.UU. Esto supondrá para la industria energética el efecto de agarrar un bache a gran velocidad, pero no significa que vaya a cambiar el escenario general”, indican el equipo de small caps. Ven oportunidades en las compañías con balances lo suficientemente fuertes como para capear 2015 y ganar cuota de mercado en el futuro. También llaman la atención sobre la necesidad de construir infraestructuras para sacar beneficio del bajo precio del gas estadounidense frente a los precios internacionales. 

7. Fabricación avanzada.

Una vez más, The Boston Group detecta varias tendencias con esta etiqueta. La primera es la impresión 3D, cuyo uso se ha extendido entre los consumidores gracias a la caída de costes, la mejora del software y el incremento de su usabilidad. “El uso de impresoras 3D se ha expandido más allá de universidades y laboratorios y ahora son utilizadas por arquitectos para construir prototipos, por ingenieros aeroespaciales para diseñar componentes y por fabricantes de implantes ortopédicos para prótesis de cadera y rodilla. También las están usando grandes compañías electrónicas para consumir productos electrónicos de consumo”, indican.

No obstante, las impresoras aún no han llegado a los hogares de la gente, ni han sido usadas para producción en masa. “Hay varios productores y tecnologías compitiendo en la impresión 3D. Elegir a los ganadores será un desafío, pero esta tecnología revolucionaria podría transformar radicalmente la fabricación de productos en casa y en varios sectores, por lo que desde una perspectiva de inversión no se puede ignorar”, concluye el equipo. 

La segunda tendencia es la reindustrialización de EE.UU. Industrias como la de fabricantes de automóviles están volviendo a construir sus fábricas en territorio estadounidense, pero también tecnológicas como Apple o Google han mostrado el compromiso de fabricar sus productos en EE.UU. Dos razones explican la reindustrialización: bajos costes de la energía y tasas laborales más competitivas.

8. El ciclo de la construcción

Después de años deprimido, el ciclo de la construcción está repuntando de nuevo y puede realizar una importante contribución al crecimiento de EE.UU. Desde The Boston Company constatan que se ha absorbido el exceso de inventario generado por la burbuja inmobiliaria, gracias primero a inversores que buscaban rentas y después por el incremento de viviendas habitadas, que para la firma supone la clave para sostener la demanda de construcción en el largo plazo.

“Las viviendas habitadas han estado por debajo de la tendencia desde la crisis financiera, debido a la pérdida de trabajo y de confianza, y a la mayor depresión en el rango de edad entre 25 y 34 años. Este grupo tiene fuertes tendencias demográficas, dada su edad y potencial poder adquisitivo, pero han estado sin empleo y por tanto luchando para poder permitirse la responsabilidad de ser propietarios. Creemos que 2015 será el mejor año para la vivienda desde 2007 gracias a la recuperación del empleo, la mejora de la confianza del consumidor y la demografía de los millenial”, concluyen.