Ocho oportunidades y ocho riesgos de mercado para 2016

ocho
Keith M Avery, Flickr, Creative Commons

Western Asset, Brandywine, Clearbridge, Royce & Associates, Martin Currie, QS Investors, Permal y Rare Investments son las ocho boutiques que integran el grupo Legg Mason Global AM. Desde la matriz se les ha pedido indicar una sola oportunidad de oro por cabeza, así como el principal riesgo que pueden afrontar los inversores. La suma de todas ellas da pistas sobre la visión holística sobre renta fija, renta variable, multiactivos, alternativos e infraestructuras de la gestora norteamericana. 

Western Asset y Permal: deuda high yield del sector energía

Desde Western Asset declaran que "en añadidura a los beneficios de ampliación del crecimiento global, también es nuestra expectativa de que las acciones ejecutadas por compañías energéticas, como recortar el presupuesto de capital, vender activos, reducir la plantilla y la producción darán gradualmente como resultado una subida de los precios del petróleo a finales de 2016”. En la gestora ven una atractiva rentabilidad/ riesgo en las compañías dentro del universo high yield centradas en la exploración y producción, donde se han abaratado especialmente las valoraciones. “Aunque reconocemos que algunas compañías no serán capaces de sostener los bajos precios de la energía en 2016, creemos que los impagos serán menos de la mitad de lo que implican las valoraciones”, concluyen.

Desde Western Asset ponen en contexto dentro el capítulo de riesgos la influencia de políticas monetarias acomodaticias, que en su opinión “continuarán apuntalando el crecimiento en 2016, dado que las presiones inflacionarias globales siguen muy apagadas y con pocos signos de crecer”. Su expectativa es que el ritmo de subidas de tipos de la Fed sea muy lento y gradual. No obstante, desde la firma consideran que “la baja y en caída tasa global de inflación y la acumulación de debilidad en el mercado emergente sugiere que será prudente tener un ojo puesto en los riesgos bajistas y utilizar estrategias macro apropiadas”. “El contraste en la historia entre el crecimiento decente en EE.UU. y una recuperación global todavía frágil significa que los mercados de riesgo serán susceptibles a pull-backs periódicos, incluso aunque encontremos que el precio del riesgo sea atractivo”, sentencian. 

Desde Permal coinciden en las oportunidades en deuda distressed del sector energético. Creen que el incremento de los impagos se acelerarán en 2016, “lo que creará nuevas oportunidades de inversión en el sector de crédito distressed, tanto en la parte larga como en la corta”. Teniendo como escenario base el barril del petróleo por debajo de 50 dólares y el gas a 3 dólares, el análisis de Permal prevé que la tasa de default podría alcanzar el 30% en 2017 en el sector energético y se podrían extender al sector minero. Su principal riesgo para 2016 es el incremento de la incertidumbre a nivel global y el consecuente repunte de la volatilidad. 

Brandywine: recuperación de los emergentes

Desde Brandywine afirman que los activos emergentes – especialmente divisas y deuda soberana- “pueden proporcionar las mejores oportunidades de inversión en el actual entorno de baja rentabilidad”, con independencia de la normalización monetaria en EE.UU o Reino Unido. En particular, en la firma declaran su interés por la deuda soberana de mayor rendimiento y mayor riesgo asociado, como la de México, Brasil, India e Indonesia. 

“Una política monetaria acomodaticia y el activismo de los bancos centrales serán los catalizadores que serán cruciales para que haya un rally de la deuda emergente”, añaden los expertos. Además, aclaran que, “aunque la caída de la rentabilidad emergente sea parte de un tema de largo plazo, pensamos que está en el horizonte la oportunidad para la apreciación de las divisas”. Paralelamente, creen que “el rally del dólar posiblemente ha alcanzado su máximo”, por lo que una caída del billete verde “debería ayudar a estabilizar los precios de las materias primas, que es otro beneficio para el mundo emergente”. 

Precisamente la fortaleza del dólar es el principal riesgo para 2016 en opinión de los expertos de Brandyywine. “Un dólar fuerte continuaría distorsionando los precios del petróleo – y los precios de las materias primas en general- y en última instancia detraer el crecimiento emergente”. 

Clearbridge: el retorno del consumidor

Desde Clearbridge opinan que la tendencia del retorno del consumidor EE.UU. – que aporta más de dos tercios al PIB- podría seguir sorprendiendo positivamente en 2016, especialmente en el segmento de consumo cíclico. Apoyan este pronóstico en varios factores: “Mientras que el ritmo de contratación se ha moderado, la creación de trabajo sigue sana, la tasa de desempleo se sienta sobre un mínimo post crisis financiera y está empezando a acelerarse el crecimiento de salarios”. También resaltan la buena salud de los ingresos de las familias y el incremento del poder adquisitivo por la caída del precio de la energía y la baja inflación. “Entre tanto, los baratos costes de financiación, la recuperación de la formación de familias y el crédito disponible están conduciendo una mejoría del mercado inmobiliario y un ritmo clave de ventas de automóviles”, añaden. Finalmente, la confianza del consumidor también se está recuperando. En la firma también esperan que impulse el consumo la recuperación de la demanda en algunos mercados, incluyendo a China. 

El principal riesgo que destacan desde Clearbridge es que los precios de las materias primas sigan a la baja. “De caer más los precios, las recesiones actuales en Brasil y Rusia probablemente empeorarán y se extenderán sobre otros países emergentes exportadores de materias primas”, advierten. La caída continuada de precios también podría ser la señal de la caída de la producción industrial y la inversión en infraestructura en China, “exacerbando la preocupación en torno a la tasa de crecimiento de la segunda mayor economía del mundo y su impacto sobre la demanda global”. 

Brandywine: retirada de la Fed

“El final de la carrera del exceso monetario debería coincidir con un retorno hacia un entorno históricamente más normal en el que las compañías rentables batirá a las no rentables”, declaran los expertos de Brandywine. Desde la firma consideran que las compañías de calidad – medida por sus retornos sobre el capital invertido- en muchos casos no habían estado tan baratos en años. La visión de la firma es que en los próximos años suban las cotizaciones de los negocios de calidad, reflejando mejor su valor intrínseco. “El crecimiento de los beneficios debería ser suficiente para conducir los retornos sobre la inversión”, concluyen. 

La otra cara de la moneda es la situación de las valoraciones, dado que todos los índices americanos (incluyendo al Russell 2000) han cotizado significativamente por encima de su media histórica gran parte de los últimos cinco años, por lo que el peligro sería que los retornos sean inferiores de aquí en adelante. Otro riesgo es que, a medida que las valoraciones en renta variable vuelvan a la normalidad, los mercados pudieran castigar tanto a las compañías en buena forma como a aquellas que hayan tenido un ebit negativo en los últimos años. 

Martin Currie: grandes compañías

“Las compañías todavía se están globalizando a un ritmo creciente, incluso si parece que algunos países se están centrando económicamente en su demanda interna”, señalan desde Martin Currie. Por tanto, aunque la economía europea parezca en estanflación y se esté ralentizando el crecimiento en China, “grandes compañías de todos los tamaños todavía están encontrando formas de crecer y prosperar”. La penetración del comercion online y la logística global está ayudando a las compañías mejor preparadas a “conseguir una escala global incluso más rápido que antes”. Además, consideran que la localización o el lugar donde cotice la compañía cada vez es menos relevante: “Las compañías más fuertes, con mejores productos, marcas dominantes, equipos directivos experimentados y barreras de entrada son las que pueden hacer bien a pesar del con frecuencia ruido macro localizado”. Los expertos creen que el uso de metodología ESG junto con criterios más tradicionales pueden ofrecer más medios para detectar las mejores oportunidades. 

Desde la firma citan como principal riesgo la escasez de oportunidades para los ahorradores que buscan rentas para su jubilación, dado que consideran que en este entorno la capacidad para generar rentas “no es una tarea fácil en un mundo de bajo crecimiento y tipos bajos”. Además, el activo tradicional para este segmento de ahorradores, la renta fija, ahora afronta un entorno de liquidez a la baja y valoraciones caras, por lo que muchos inversores están buscando nuevas fuentes de rentabilidad en otras clases de activos como el inmobiliario, infraestructuras y renta variable. 

QS Investors: recuperación en Japón

Desde esta firma apuestan fuerte por la recuperación económica y por la revalorización de la renta variable. Se fijan especialmente en el esfuerzo del gobierno de Abe para lograr que las compañías dejen de acumular efectivo para mejorar su retorno sobre el capital y su gobierno corporativo. Los expertos de QS Investors creen, basándose en el ROE del Topix, que “está claro que las cosas ya están mejorando”. Sin embargo, para la firma el principal peligro sería el fracaso de los QE en Europa y Japón en su lucha contra la deflación y que no se reactive el consumo en EE.UU. en la medida de lo esperado. 

Rare Infraestructure: dividendos al alza

“Los inversores necesitan acostumbrarse a un mundo de tipos al alza después de un largo periodo de caídas estructurales. Los inversores en infraestructuras no necesitan temer tal escenario sino entenderlo y gestionarlo”, afirman desde Rare Infraestruture, la última adquisición de Legg Mason.

“Cuando se construyen expectativas de una subida de tipos, el sentimiento de mercado empuja a la baja el precio de los activos regulados de infraestructuras. Esto presenta una oportunidad única para aquellos que entienden cómo funcionan los activos regulados para comprar activos de alga calidad con rentabilidades por dividendo fuertes y sostenibles a precios atractivos”, añaden desde la gestora. Teniendo en cuenta que el retorno que pueden ofrecer esta clase de estructuras está regulado y va a depender de la evolución de los tipos de interés y el coste de capital, cuando los tipos de interés suben, los reguladores necesitan incrementar los retornos permitidos para facilitar la financiación futura de la inversión en capital. “Esto significa que los inversores pueden esperar que los tipos de interés al alza estarán reflejados por el incremento futuro de los flujos de caja en el medio y largo plazo”, afirman desde Rare Infraestructure. 

Para esta boutique, el principal peligro es que se invierta en los lugares equivocados, habida cuenta de que la inversión en infraestructuras ha evolucionado durante la crisis. “Los inversores necesitan ser cautos para asegurar que entienden los tipos de riesgos que están asumiendo”, advierten. Entre los riesgos asociados a las infraestructuras figuran el regulatorio, el riesgo operacional y algunos riesgos económicos como el crecimiento orgánico de pasajeros. “Pero los inversores afrontan un riesgo sustancial en inversiones listadas que parecen infraestructuras pero conllevan perfiles de riesgo sustancialmente diferentes que los inversores de infraestructuras no suelen buscar”, añaden. Se refieren por ejemplo al riesgo de una gran refinanciación, de cambio del equipo gestor o riesgo asociado a materias primas.  
“Entender las diferentes formas en que se pueden definir los activos de infraestructuras y cómo los marcos regulatorios o de concesión y contractual sirve para determinar ingresos y ayudar a los inversores a ser conscientes de tomar riesgos no intencionados en este sector”, concluyen.