Raquel García López presenta algunos datos de relevancia en lo que a materia de inversión ASG se refiere, además de su importancia en la consecución del objetivo de neutralidad climática. Comentario patrocinado por Securities Services BNP Paribas.
TRIBUNA de Raquel García López, head of Client Services for domestic clients, Securities Services BNP Paribas. Comentario patrocinado por Securities Services BNP Paribas.
El pasado mes, BNP Paribas publicó su primer informe de la Encuesta Global ASG 2023, y de él se desprende, entre otras, una conclusión simple y reveladora en torno a los crecientes compromisos ASG (ambiental, social y de gobernanza) que a nivel institucional se van adquiriendo: el 'por qué' ya no es una cuestión que esté en el debate, esa etapa ya está superada, la cuestión ahora es el 'cómo'.
No cabe duda de la relevancia e impacto positivo que la inversión del sector privado tiene para abordar estos desafíos. La financiación, por un lado, y la inversión por otro, son dos caras de la misma moneda. La transición de la industria hacia procesos más sostenibles es clave para lograr el objetivo de neutralidad climática en 2050 que establece el Pacto Verde Europeo. Cumplir con la meta no está siendo sencillo, y por eso tenemos la responsabilidad de canalizar la inversión hacia proyectos que mitiguen los efectos de la crisis climática y promuevan una transición justa.
Tiene sentido ser optimista, a pesar del enorme desafío que esto supone, si tenemos en cuenta, por un lado, que, según la encuesta de BNP Paribas, los inversores institucionales aceleran sus estrategias de transición hacia bajas emisiones de carbono, y por el otro, la oportunidad que supone aplicar la innovación y la tecnología a esta agenda. La inversión privada en investigación y desarrollo ha llevado a avances significativos en infinidad de terrenos, en el energético (renovables, eficiencia energética) y en el de la agricultura sostenible son sólo algunos ejemplos. Estas innovaciones son fundamentales para la transición hacia una economía baja en carbono.
Se acelera la transición hacia una economía de bajas emisiones, y cuando en el año 2021, sólo el 18% de los inversores tenían un compromiso hacia el cero neto, en el 2023, el 41% de los encuestados opinan que el compromiso hacia el cero neto es una prioridad actual en su organización, y el 48% considera que lo será en los próximos dos años.
BNP Paribas realiza esta encuesta a 420 gestoras de activos, aseguradoras, fondos hedge y entidades de capital privado y examina cómo estos inversores institucionales se adaptan a las crecientes expectativas ASG, manejan los datos y se ajustan a un panorama cambiante. El resultado muestra que los inversores institucionales están movilizando capital hacia inversiones (medioambientales, sociales y de gobernanza) con impactos positivos cuantificables, junto con una rentabilidad financiera. A pesar de los obstáculos identificados (siendo el tratamiento de los datos, el más importante) para la integración de los factores ASG, los inversores institucionales están implementando de manera práctica sus estrategias ASG, principalmente en la gestión de sus carteras y en su toma de decisiones.
Como comentábamos al inicio, la cuestión ahora está en el 'cómo', y aquí subyace la preocupación por los obstáculos que los diferentes agentes se encuentran cuando quieren aplicar una clara estrategia de inversión en proyectos sostenibles. La calidad limitada de los datos sigue siendo la mayor limitación para la inversión en ASG: el 71% de los encuestados dice que los datos ASG son inconsistentes e incompletos y constituyen una dificultad significativa para una mayor adopción de factores ASG (+17 puntos porcentuales frente a 2021). Para superar este desafío respecto a los datos, el 65% de los encuestados explican que utilizan y comparan múltiples fuentes de datos, mientras que el 37% realiza sus propias metodologías de investigación.
Los datos relativos a la biodiversidad van por detrás de los datos climáticos: el 66% de los inversores creen que necesitan hacer más para tener en cuenta la pérdida de biodiversidad u otros objetivos medioambientales, como el uso del agua, el reciclado de residuos y la protección de los ecosistemas. Sin embargo, los datos sobre biodiversidad se encuentran en su etapa incipiente.
La regulación y los riesgos reputacionales son factores impulsores importantes: los encuestados muestran una mayor disposición a evaluar la importancia en términos financieros de la regulación ASG y los riesgos reputacionales (60% frente a 58%, respectivamente). Los inversores estiman menos probable evaluar la importancia financiera de la pérdida de biodiversidad en un 32%.
Esta encuesta nos proporciona información valiosa sobre las necesidades que tienen nuestros clientes en materia de ASG y como depositarios y custodios, nos sentimos responsables de eliminar estas barreras para facilitar una mayor adopción de la inversión ASG.
Otro ángulo para contribuir con un impacto positivo es mediante la participación activa que desempeña un papel fundamental. De acuerdo con el informe, el 45% de los encuestados dice que la participación activa será un objetivo clave de ASG en los próximos dos años. El 76% considera el cambio climático y la descarbonización como una prioridad para la votación, el compromiso y los posibles cambios de inversión.
Como resultado del dialogo continuo con nuestros clientes, estamos aprendiendo cómo se puede evolucionar la hoja de ruta de nuestras soluciones ASG. Queremos ayudar en el 'cómo' y como depositarios responsables, eliminar estas barreras que ralentizan el crecimiento de la inversión ASG. Para ello, estamos desarrollando soluciones que acompañan a nuestros clientes en su agenda estratégica. Y como decía al principio, el 'por qué' ya está superado, demos soporte en el 'cómo'.