Asset Location

Kamil Molendys, Unsplash

Todos conocemos que en el proceso de gestión de activos tiene una importancia primordial la selección de activos, lo que en terminología anglosajona se denomina Asset Allocation. Sin embargo, en el caso concreto de la gestión de patrimonios privados, nos encontramos con una variable de crucial importancia y que quizás ha recibido una menor cobertura analítica: la elección de vehículos de inversión y otras estructuras jurídicas que permitan implementar eficientemente las estrategias de inversión adoptadas. Es la parte del proceso de inversión que, por buscar una pedagógica simetría, podríamos denominar Asset Location.

El primer condicionante que se le presenta a un patrimonio privado y un inversor cualificado a la hora de seleccionar un vehículo de inversión es la fiscalidad,  no sólo que ofrezca un tratamiento fiscal óptimo sino también, y casi más importante, una garantía razonable de estabilidad regulatoria. En el mismo sentido, los inversores van a preferir aquellos vehículos que estén basados en jurisdicciones que les den una mayor tranquilidad, detectando en la actualidad una suerte de “home bias”, es decir, una preferencia por aquellas jurisdicciones más cercanas sobre las que se presupone van a tener un mayor acceso y conocimiento. Finalmente, una prioridad que manifiestan los patrimonios familiares y que está en la esencia de su estilo inversor, es la pretensión de que sus decisiones de inversión y desinversión sean tratadas con la mayor discreción posible.

Teniendo en cuenta estas preferencias, el inversor cualificado puede encontrar un abanico razonable de posibilidades. En este caso recomiendo que incluyan como una opción plausible los Fondos y Sociedades de Inversión Libre. Esta tipología de vehículos de inversión ya cuenta con una historia razonable (más de tres años), una oferta creciente y diversificada y responde en buena medida a esos atributos que persiguen los inversores cualificados. Por un lado una fiscalidad favorable, similar a la del resto de IICs españolas, un cuerpo regulatorio exigente en materia de control de riesgos bajo la supervisión de la CNMV y una facultad adicional de cumplir con el perfil de discreción que demandan los patrimonios cualificados. Y la máxima flexibilidad para establecer aquellas políticas de inversión, volvemos al Asset Allocation, que más se ajustan al perfil de los inversores que busquen rentabilidades absolutas y protección patrimonial.

 

Alberto Ruiz es Director de Omega Capital y ponente del encuentro de Family Office y EAFIs de iiR España