Automatización: un sector en auge

Harry Waight_noticia
Firma: cedida (BMO Global AM).

TRIBUNA de Harry Waight, analista del equipo de Renta Variable Global, BMO Global AM. Comentario patrocinado por BMO Global Asset Management.

A finales de 2020, había tres millones de robots industriales trabajando en todo el mundo, una población similar a la de Milán. Los robots no enferman. La inversión mundial en automatización se desplomó en el segundo trimestre de 2020, cuando el pánico paralizó los presupuestos empresariales, pero, desde entonces, lleva seis trimestres consecutivos aumentando. Las ventas de robots marcaron un máximo en 2020 en China, que cuenta con una base instalada de un millón de robots, un tercio del total mundial.

Pero el auge de la automatización es un fenómeno global. En Norteamérica, los pedidos trimestrales de robots alcanzaron el año pasado niveles históricos, tanto en términos de volumen como de valor. Cuando McKinsey encuestó a 800 ejecutivos sénior en el verano de 2020, dos tercios declararon estar acelerando las inversiones en automatización e inteligencia artificial. No obstante, sigue habiendo enormes diferencias entre países. Por ejemplo, los hiperrobotizados Corea del Sur y Singapur registran un nivel de automatización siete veces superior a la media mundial y superan en muchas más veces a los países más atrasados en este ámbito.

No es coincidencia que los países que lideran en automatización también registren las tasas de natalidad más bajas. Aunque Corea del Sur probablemente ostente la tasa de fertilidad más baja de la historia (0,84 hijos por mujer en 2021), el ministerio de Finanzas surcoreano y el instituto de estadística del país prevén que se reducirá aún más (hasta 0,74 en 2024). Puede que la situación del país asiático sea extrema, pero es representativa de las tendencias que se observan en otros mercados desarrollados (e, incluso, en desarrollo). La crisis demográfica es uno de los principales factores que respaldan la inversión en automatización, ya que unas pirámides de población invertidas implican que la mano de obra escaseará en las próximas décadas.

La demanda de automatización se está expandiendo más allá de los tradicionales confines del sector del automóvil, llegando a sectores cada vez más diversos. En Estados Unidos, el primer semestre de 2021 marcó la primera mitad de un año en la que se encargaron más de 10.000 robots industriales fuera del sector de la automoción. En todo el mundo, un tercio de los robots instalados se concentra en ese sector, un 25% en electrónica y un 10% en la industria del metal. Sin embargo, en Japón, se espera que la demanda de robots para el sector servicios se multiplique por 13 de aquí a 2035, hasta superar la demanda industrial. Robots más pequeños y precisos están haciéndose hueco en sanidad, farmacia, alimentación y bienes de consumo.

Oportunidades: visión artificial, conectividad y pagos contactless

Como inversores, intentamos posicionarnos en negocios que se beneficiarán de esta tendencia hacia una mayor automatización. Una empresa que destaca en este ámbito es la japonesa Keyence, líder en tecnología de visión artificial (machine vision), sensores, microscopios industriales, sistemas de medición y lectores de códigos de barras. Podemos pensar en ella como los ojos de la industria mundial de la automatización, integrada en los procesos de miles de compañías de todo el mundo que operan en sectores esenciales, desde las cadenas de montaje de automóviles o la fabricación de semiconductores hasta alimentación y farmacia. Por ejemplo, los productos de Keyence pueden inspeccionar las cajas de los medicamentos para garantizar que el etiquetado sea correcto y que no han caducado.

Keyence sigue generando el 40% de sus ingresos en Japón, un país que, dada su situación demográfica, ha servido como campo de pruebas para un mundo con cada vez menos trabajadores jóvenes. En sus dos últimas publicaciones de resultados de 2021, la empresa ha registrado unos resultados récord tanto en términos de ingresos como de beneficios.

Gran parte de la automatización mundial depende de una conectividad de datos rápida y constante. Es necesario recopilar y distribuir datos para conectar dispositivos y para alimentar los algoritmos que se traducen en decisiones o en acciones. Crown Castle posee, opera y arrienda torres y otras infraestructuras de telecomunicaciones en Estados Unidos que garantizan una robusta red de comunicaciones. Sus productos 5G pueden facilitar la adopción del coche autónomo y los sistemas de transporte conectados, que generan y reciben constantemente flujos de datos que deben ser analizados para tomar decisiones sobre la seguridad y la optimización de las rutas.

Durante la pandemia, los pagos contactless crecieron al ritmo más rápido en años: en Estados Unidos, los pagos móviles sin contacto en tiendas crecieron un 29% interanual en 2020. Estamos invertidos en Apple, cuya aplicación de pago móvil Apple Pay ganó más de 65 millones de usuarios en 2020, hasta alcanzar una base total de usuarios de más de 500 millones de personas. Mastercard y Paypal también contribuyen a la transición hacia sistemas de pago digitales y automatizados.

Como inversores, debemos intentar entender cómo será el mundo pospandemia y qué tipo de avances pueden surgir como resultado de la mayor tragedia de nuestros días, y posicionarnos para aprovechar estos cambios.