BRIC sí, GEM mejor

Desde la crisis de crédito de 2008, dos cosas han quedado muy claras: en primer lugar, que el crecimiento en EEUU y en Europa va a permanecer bajo por el momento; y en segundo lugar, que el crecimiento en los países emergentes se ve cada vez menos afectado por lo que ocurra en el resto del mundo. Dado que las expectativas de crecimiento en el mundo desarrollado son modestas para los próximos años y sabiendo que las autoridades monetarias seguirán haciendo todo lo que puedan para evitar la deflación, parece prudente que los inversores mantengan una sobreponderación en mercados emergentes e incrementen su exposición a estos países, al ser el único camino para beneficiarse del mayor crecimiento orgánico relativo y del alto crecimiento de la liquidez global.

Los mercados con mayores perspectivas de crecimiento de la demanda doméstica son Indonesia, India y Egipto. El crecimiento económico en estos países es impulsado sobre todo por una fuerte evolución demográfica, una desregulación económica sostenida y unos sistemas financieros relativamente sanos. Estos tres países son claramente menos vulnerables a cambios en el crecimiento del mundo desarrollado que otros mercados emergentes. El crecimiento del consumo, y también de la inversión, bien podría situarse en el 10% durante varios años.

China también sigue siendo uno de las economías de crecimiento más rápido del mundo, a pesar de un nivel de deuda más alto y una situación demográfica que se puede deteriorar en los próximos años. El crecimiento del PIB debería moderarse gradualmente desde el 10% actual a niveles del 7% en cinco años. En este momento el atractivo del mercado de valores chino se deriva en gran medida de la expectativas de relajación (en vez de tensionamiento) de la política económica china durante los próximos trimestres, un panorama alentador para las entradas de capital y el simple hecho de que este año los precios de las acciones chinas se han quedado detrás de los de otros mercados emergentes.

Otros dos mercados que se han comportado por debajo de la media en 2010 son Brasil y Rusia. Ambos comparten una característica fundamental: el riesgo. Dentro del universo de mercados emergentes, Brasil y Rusia tienen la beta más alta, lo que significa que estos dos mercados probablemente lo harán bien en las actuales condiciones de un mercado guiado por la liquidez. En el caso de Brasil hay otros dos factores que lo hacen atractivo: una política económica continuista con Dilma Rousseff, ganadora de las elecciones presidenciales, y las alentadoras perspectivas para el crecimiento de la inversión en los próximos años.

Hacía tiempo que el atractivo de los cuatro países BRIC no coincidía a la vez, aunque es una casualidad. En nuestra opinión, los inversores deberían mantener siempre una perspectiva amplia y global en mercados emergentes. El éxito reciente de Indonesia, Colombia, Perú y Turquía confirma que el inversor que se restringe a los cuatro mercados BRIC está perdiéndose las mejores oportunidades. En este sentido 2010 ha sido una año muy revelador: tres de los cuatro mercados BRIC se han comportado por debajo del Índice GEM, mientras ocho mercados “menores” lo han superado en más de 20 puntos porcentuales.