Carmignac Securite, buena capacidad de control de riesgos

En una situación de crisis como la actual todo se pone en duda. A veces acertadamente, a veces exageradamente. Gracias a la crisis, el mercado está descontando que empresas de máxima solvencia con modelos de negocio estables y no especialmente cíclicos, van a tener dificultades a la hora de obtener financiación. En otras palabras, los cupones de los bonos emitidos por sociedades como las descritas están por las nubes. Pero hay quienes piensan – como es nuestro caso - que ese tipo de empresas seguirán pagando los intereses y el principal de su deuda corporativa y que restricción de crédito – que es lo que tenemos y vamos a seguir teniendo – no significa que no se den créditos ni que no se coloque deuda en el mercado, sino que sólo las empresas más solventes y sólidas acceden al crédito y obtienen recursos en los mercados de deuda. Para quienes así opinan, la deuda corporativa de alta calidad crediticia representa una excelente oportunidad de inversión.

Si seleccionamos un fondo que además de deuda corporativa de alta calidad crediticia tiene en cartera Deuda pública combinamos dos potenciales fuentes de beneficio: por un lado, el efecto positivo que tiene sobre los títulos en cartera la bajada de los tipos de interés, ya que no es descartable que sigan bajando en Europa. El BCE va con cierto retraso en relación con lo que está ocurriendo con la inflación y con la economía europea, por lo que es muy probable que se vea obligado a bajar tipos a niveles nunca vistos en la eurozona. Al mantener los tipos de interés excesivamente altos lo que consigue es exacerbar la crisis y deprimir más, si cabe, la actividad económica. Si la caída de la actividad es de por si desinflacionista, el BCE echa leña al fuego manteniendo tipos altos. El resultado será un proceso agudo de desinflación que podría acabar, si no actúan rápido, en deflación. Recordemos que la misión del BCE es mantener la estabilidad de precios, lo que significa luchar tanto contra la inflación como contra la deflación. Todo ello tendrá consecuencias positivas sobre los títulos de Deuda pública y privada de mayor calidad crediticia.

Precisamente en la deuda privada (corporativa) se encuentra la otra fuente de rentabilidad de este fondo: en el diferencial de tipos entre la deuda pública y la deuda corporativa. Estamos ante un “spread” absolutamente único en la historia. Pero que haya recesión no significa que no funcione el sistema financiero. Una cosa es que se den menos créditos - y con lupa - y otra muy distinta que no se den en absoluto, o que los inversores dejen de comprar la deuda de las compañías más solventes. Lo que serán es muy cuidadosos a la hora de elegir las empresas a las que prestan, de ahí la necesidad de poner siempre el apellido “alta calidad crediticia” a la hora de seleccionar un fondo. Y añadiríamos que el grueso de la cartera deben ser títulos de empresas no especialmente cíclicas y con cierta capacidad de autofinanciación y/o buenas reservas en balance.

El fondo seleccionado pertenece a la “boutique” de gestión de activos francesa Carmignac Gestión y tiene como objetivo la búsqueda de rentabilidad positiva preservando el capital invertido. La selección de los títulos que formarán parte de su cartera se lleva a cabo tanto mediante un análisis “top down” como “bottom up”, es decir, buscando las fuentes de rentabilidad tanto en el entorno macroeconómico como en las compañías objeto de análisis.

Las inversiones de la gestora se centran en emisiones realizadas por los Gobiernos de los estados de la zona euro, bonos internacionales denominados en euros (incluidos mercados emergentes, con un máximo del 10%) y bonos corporativos (con una calificación mínima de rating BBB-). Actualmente, casi un 40% de la cartera está invertida en deuda Pública (fundamentalmente francesa, aunque también hay una posición de en trono al 6% en Deuda Pública brasileña), el 3% es liquidez y, el resto, es deuda privada tanto a tipo fijo como a tipo variable. Dado el estilo de gestión de la gestora, muy activo, entendemos que ese peso irá en aumento en la medida en que se vaya normalizando la situación del sistema financiero.

La duración (sensibilidad a tipos de interés) del fondo se sitúa en torno a los tres años y el fondo no asume riesgo divisa.

Desde su constitución, en enero de 1989, no ha obtenido rentabilidad negativa ningún año.

El fondo realiza una gestión activa de la exposición a tipos de interés y lleva a cabo un fuerte control del riesgo asumido en cada momento. Evita aquellos emisores que, por su fuerte endeudamiento, puedan sufrir una revisión de su rating crediticio y, en consecuencia, tener problemas a la hora de recibir refinanciación.

La gestión es activa, en función de las convicciones de su gestora, sin tratar de replicar la composición de un índice en concreto.

El nivel de diversificación, un poco bajo, es lo más mejorable del fondo. En nuestra opinión, en este tipo de fondos - y más en una situación de recesión como la actual – es importante aplicar la máxima diversificación posible, pues incluso en compañías importantes pueden producirse quiebras y, a mayor diversificación, menor daño en caso de producirse un proceso de insolvencia en una compañía incluida en la cartera.

A uno, tres, cinco y diez años el fondo se sitúa en el primer cuartil dentro de la categoría de fondos de renta fija corporativa registrados en la CNMV. Asimismo, se trata de uno de los fondos de deuda privada con menor volatilidad.

La gestora Carmignac Gestion, fundada en 1989 por Edouard Carmignac, agente de cambio desde 1984, se encuentra entre las principales sociedades de gestión independientes de Europa. Los directivos y empleados ostentan la titularidad de la totalidad del capital. El patrimonio gestionado por Carmignac Gestion por cuenta de clientes privados, gestores de patrimonio y gestores institucionales europeos asciende a más de 14.000 millones de euros.

Carmignac Gestion se distingue por aplicar en todos sus fondos una gestión activa y de convicción, no indexada, que no está sujeta a un estilo particular (ni Growth, ni Value), sino a una selección de clases de activos, de zonas de inversión, de sectores y de valores que consideran en cada situación los más prometedores y adecuados al entorno económico.

Conclusión

Proponemos incluir en cartera fondos de renta fija que inviertan en empresas de muy alta calidad crediticia. Es la segunda fase de nuestra estrategia en renta fija – que se inició con fondos de renta fija pública de países avanzados – y que está basada en la idea de que los entornos de recesión son el escenario ideal para la los títulos de renta fija cuando son de alta calidad crediticia.

El fondo elegido combina la inversión en deuda pública – principal beneficiaria del entorno de tipos de interés a la baja – con importantes posiciones en deuda corporativa – beneficiaria de un eventual proceso de normalización del sistema financiero y de la consiguiente disminución de diferencial de tipos con la deuda pública. Su gestora ha demostrado hasta la fecha buena capacidad de control de riesgos, como muestra tanto el hecho de no haber tenido rendimientos negativos en años malos para el sector como en el nivel de volatilidad del fondo.