China: pequeños pasos en la dirección correcta

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Foto cedida

Se ha debatido mucho sobre la capacidad de China para lograr un 'aterrizaje suave' de su economía. En el primer trimestre de 2012, el crecimiento económico se ralentizó hasta el 8,1%, frente al 8,9% registrado previamente, y, en mayo, tanto la producción industrial como las ventas minoristas (aunque todavía sólidas) se desaceleraron más de lo previsto. Teniendo en cuenta que en un mercado cada vez más desarrollado el crecimiento tiende a ralentizarse, las autoridades chinas han previsto un crecimiento de sólo un 7,5% para este año, tras una fase de rápida expansión, por lo que los años de crecimiento a tasas de dos dígitos parecen ser ya cosa del pasado.

El desequilibrio entre los niveles de desarrollo de las regiones chinas podría resultar una ventaja más que un inconveniente. Mientras que en las regiones costeras y orientales se ralentiza el nivel de actividad económica, en el interior de China (las regiones centrales y occidentales, como Chengdu y Chongqing) la actividad económica todavía es pujante. En febrero, el Consejo de Estado aprobó una serie de planes previamente recogidos en el actual Plan Quinquenal de Pekín (2011-2015) para impulsar la inversión y el desarrollo de las regiones occidentales.

Mientras que la zona oriental se centrará en industrias intensivas en capital y tecnología, la parte occidental es más idónea para industrias intensivas en mano de obra, como las manufactureras. Los planes concretos revelan que las provincias occidentales quedarán integradas en varias zonas económicas «especializadas», con mejoras en infraestructuras (sobre todo de transporte, con la construcción de autopistas y aeropuertos), servicios públicos y medioambientales (conservación forestal).

En nuestro último viaje por ciudades del suroeste comprobamos que la promoción inmobiliaria y de infraestructuras sigue teniendo fuerza y que el consumo y el sector servicios continúan resistiendo. Dado que la economía china está muy influenciada por las políticas públicas, consideramos que esas políticas de crecimiento se verán rápidamente reflejadas en las economías locales, impulsando el crecimiento y, con él, el consumo.

En nuestra opinión, China será capaz de evitar un 'aterrizaje forzoso'. Las autoridades chinas están tomando medidas en la dirección adecuada, mostrando así su apoyo. A principios de año se redujo la ratio de reserva obligatoria de los bancos para fomentar la concesión de préstamos. Con la caída de la inflación en mayo hasta el 3%, el Banco Popular Chino aprobó su primera reducción de tipos en 4 años, en un intento por reavivar el crecimiento, rebajando el tipo de interés oficial de los préstamos a un año en 25 puntos básicos, hasta el 6,31%.

Además, también se concedió mayor flexibilidad a los bancos para establecer tipos de interés superiores o inferiores a los tipos oficiales de referencia tanto en lo relativo a préstamos como a depósitos. Esa medida supone un avance hacia el objetivo de liberalizar los tipos de interés. Consideramos que se trata de avances pequeños pero importantes de cara a una reforma estructural de la economía china, lo que nos inspira una mayor confianza en las iniciativas del Gobierno para impulsar las reformas en la antesala del próximo cambio de liderazgo dentro del Partido Comunista previsto para más adelante durante el año.

Asimismo, los ministerios de finanzas y comercio han tenido la precaución de planificar una posible salida de Grecia del euro, y elaboran planes para limitar el impacto que podría tener en su tipo de cambio, flujos de capitales e intercambios comerciales. La redistribución de las rentas ocupa también un lugar prioritario en el programa reformista. El crecimiento de los beneficios empresariales y de los ingresos públicos ha superado el incremento de los salarios en los diez últimos años. Para contrarrestar este desequilibrio estructural se ha elevado el salario mínimo y el umbral del impuesto sobre la renta, con vistas a impulsar el crecimiento de los salarios.
Hemos adoptado una postura prudente a corto plazo. No obstante, las correcciones del mercado podrían ofrecer oportunidades de inversión interesantes.

En la actualidad, y como resultado de nuestro enfoque ascendente de selección de valores, estamos ligeramente sobreponderados en compañías aseguradoras (como AIA, una sólida aseguradora con una amplia presencia en China y el sudeste asiático), así como en determinados valores energéticos y de bienes de consumo discrecional. Aunque infraponderamos los valores industriales, nos inclinamos por acciones vinculadas con el sector ferroviario, ante el previsible incremento del gasto público en proyectos de infraestructuras.

El Henderson Horizon China Fund fue creado en enero de 2008 y cumple las Directivas UCITS III. Mantiene posiciones largas/cortas muy concentradas e invierte en todos los sectores del mercado. En la actualidad, el Fondo tiene asignada una calificación Silver por S&P Capital IQ.