En junio los mercados vivieron una especie de mini taper tantrum

Sandía
Laura Eulalia Silva, Flickr Creative Commons

TRIBUNA de Bruno Dhoosche y Mark Hinton, analistas senior, Allfunds Bank. Comentario patrocinado por Allfunds Bank.

El solsticio de verano llegó, alargando los días en el hemisferio norte con lo que tenemos más horas para pensar qué es lo que nos depara el futuro. En junio vimos un aumento de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, mientras que los comentarios más restrictivos del BCE, el BoC y el BoE empujaron a los mercados a vivir una especie de mini taper tantrum. A raíz de estos comentarios, tuvo lugar una venta de bonos gubernamentales a lo largo de toda la curva, con aumento de pendiente en los tipos a corto pero un aplanamiento en los largos. El crédito se mantuvo fuerte frente a la caída de la deuda de gobiernos, con un estrechamiento de los diferenciales tanto en la deuda de alto rendimiento como en la deuda de alto grado de inversión. Los mercados de renta variable tuvieron un comportamiento mixto, con España, Portugal y Reino Unido liderando las caídas en Europa, donde el resultado de las elecciones anticipadas, convocadas por el gobierno en ejercicio, no tuvo el resultado esperado.

Por otro lado, las acciones griegas, los bancos europeos y los mercados emergentes subieron. El dólar estadounidense se depreció frente a la mayoría de divisas. En materias primas, el petróleo continuó con su descenso de precios, ya que hay menos confianza en la efectividad de los recortes de producción acordados por la OPEP y los países no miembros de la OPEP, mientras que el trigo subió un 19% en el mes.

El mercado de deuda fue mixto en junio, debido principalmente a la última semana del mes, con comentarios inesperados de varios bancos centrales. Como estaba ampliamente anticipado, el Comité Federal de Mercado Abierto volvió a subir los tipos en 25 puntos básicos en su reunión de junio entre el 1- 1,25%. Al mismo tiempo, el BCE eliminó su sesgo de relajación monetaria en su reunión de junio, junto con un aumento en su pronóstico de crecimiento y equilibrando los riesgos que le rodean.

En el Reino Unido, el comité de política monetaria del Banco de Inglaterra sorprendió a los mercados en su reunión de junio, cuando tres de los ocho miembros del Comité votaron a favor de una subida a pesar de la falta de presiones inflacionistas generadas internamente y de un claro debilitamiento de la actividad.

Como tal, la deuda gubernamental global tuvo un mes negativo, liderado por los tipos nominales en los principales mercados. El Bloomberg Barclays Global Treasury Index cayó un -0,34%  en divisa cubierta a dólares, y un -0,39% en dólares no cubierto. En términos de vencimientos, la parte larga de la curva, más allá de los 10 años, fue  el principal detractor de rentabilidad al aportar -18 puntos básicos en divisa cubierta a dólares.

El mercado de bonos gubernamentales ligados a inflación tuvo una rentabilidad menor al de su contraparte nominal con un rendimiento negativo de -1,39% (cubierto a dólares) con el Reino Unido siendo, una vez más, el país desarrollado con peor comportamiento en este tipo de bonos.  Por el lado del crédito, los spreads corporativos de deuda de alto grado de inversión se estrecharon en 5 puntos básicos a nivel global.

A nivel regional, Europa fue el principal impulsor de la compresión de spreads (-7 puntos básicos). Tanto EE.UU. como el Reino Unido experimentaron también una compresión de spreads, pero en menor medida (-4 puntos básicos). A nivel sectorial, las financieras experimentaron un estrechamiento superior al del resto de sectores (-7 puntos básicos), seguido de utilities (-5 puntos básicos) e industriales (-4 puntos básicos).

El mercado corporativo global de grado de inversión obtuvo un ligero resultado al alza +0,02% (en divisa cubierta a dólares), lo que aún representa un exceso de rentabilidad sobre la deuda gubernamental comparable de 48 puntos básicos. Respecto a las calidades crediticias, el mercado de alto rendimiento rindió un               -0,03%, debido principalmente a los flujos negativos hacia fondos de esta categoría en junio por segundo mes consecutivo, y por cuarta vez en los últimos cinco meses; y en parte debido al componente de mercados emergentes en moneda fuerte que arrastró el índice un -0,54%.

Por último, la deuda de los mercados emergentes continúa su tendencia positiva, con la excepción del subsector de alto rendimiento en moneda fuerte, gracias en parte a la entrada continúa de flujos hacia esta clase de activos. Los bonos en moneda local de los mercados emergentes arrojaron un retorno del +0,46% de acuerdo con el índice diversificado mundial JP Morgan GBI-EM. Colombia (-4,71%) fue, con diferencia, el país con peor comportamiento el mes pasado, mientras que México (6,71%) superó a todos los países del índice por un amplio margen.

Los bonos corporativos emergentes arrojaron un rendimiento del +0,20% de acuerdo con el índice JP Morgan CEMBI Broad Diversified, con el grado de inversión y alto rendimiento con retornos del  0,26% y 0,11%, respectivamente. Los bonos soberanos emergentes obtuvieron un retorno de -0,26% en junio, según el índice JPM EMBI Global, con el grado de inversión y alto rendimiento con retornos del  0,16% y -0,71%, respectivamente.

Las acciones estadounidenses tuvieron un comportamiento moderado en junio. Aunque el índice S&P 500 sólo ganó un +0,58% en dólares, hubo algunos movimientos pronunciados a nivel sectorial, debido a la subida de tipos por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos y su posible nueva subida de los tipos antes de fin de año. La Fed sugirió que probablemente comenzaría a recortar su balance en un nuevo paso hacia el endurecimiento de la política monetaria. El MSCI Europa cayó un -2,5% en Euros en junio, tras cuatro meses consecutivos de desempeño positivo. Las acciones de valor (-2,0%) se quedaron por delante de las de crecimiento (-3,0%), ya que las acciones europeas se quedaron algo rezagadas respecto del mercado global en junio. Sin anuncios de beneficios empresariales por parte de las compañías europeas, los inversores concentraron su atención en los mensajes que emanaban de los bancos centrales y en la caída de los precios del petróleo. Las condiciones del mercado siguen siendo positivas, apoyadas por datos económicos sólidos (mejora de los PMI, empleo), revisiones positivas de los resultados empresariales, optimismo de los inversores y disminución de la incertidumbre política.

Las acciones europeas han ganado impulso desde la victoria convincente de Emmanuel Macron en las elecciones presidenciales francesas. El índice MSCI Emerging Markets subió un 1,0% en dólares en junio, arrojando beneficios por sexto mes consecutivo este año, la mejor primera mitad desde 2009. En lo que llevamos de año,  el índice MSCI EM ha superado cómodamente a los mercados desarrollados. Los flujos aumentaron principalmente por parte de los fondos pasivos en el mes de junio, particularmente en Global Emerging Markets y Asia ex Japan.

En junio, la industria de inversiones alternativas presentó rendimientos variados, con el índice HFRX Global Hedge Fund subiendo un 0,21% y el HFRU Hedge Fund Composite bajando un -0,34%. Los componentes de energía siguen estando en territorio negativo en junio, ya que Rusia podría no seguir adelante con la propuesta de la OPEP de reducir la producción. Gas Natural también ha bajado en medio de los inventarios cada vez mayores y las condiciones meteorológicas.