Cómo impacta un ETF en el riesgo y la rentabilidad de los subyacentes

Ricardo Crisóstomo y Jorge Medina (CNMV)
Fotos cedidas

Artículo de Ricardo Crisóstomo, departamento de Estudios y Estadísticas de la CNMV, y Jorge Medina, departamento de Autorización y Registro de Entidades de la CNMV.​

Diferentes estudios empíricos indican que un exceso de indexación o gestión pasiva puede influir en las propiedades y el funcionamiento de los mercados, lo que podría incrementar el riesgo de espirales bajistas de precio. Aunque los riesgos derivados del exceso de indexación no resultan exclusivos de los ETF, su crecimiento en los últimos años los está convirtiendo en un contribuidor importante de volúmenes gestionados mediante gestión pasiva. Así, los principales riesgos relacionados con el exceso de indexación son los siguientes:

–  Aumento de la correlación entre los componentes del índice:

Cuando un valor entra en un índice tiende a comportarse de manera más cercana al resto de valores del mismo. Generalmente, cuanto mayor sea la rotación en la cartera del ETF, más ventas y compras correlacionadas se producirán y, por tanto, más similar será el comportamiento de componentes del índice. Este comportamiento puede reducir los beneficios de la diversificación, en especial en momentos de estrés.

–  Volatilidad no basada en fundamentales:

El proceso de arbitraje que caracteriza el funcionamiento de los ETF crea una fuente de movimientos paralelos para los componentes del índice que, a menudo, no está relacionada con sus fundamentales. Así, la evidencia sugiere que en algunos casos los movimientos generados por el arbitraje de los ETF podrían ser excesivos, ocasionar un posible contagio y propagar situaciones de estrés que no están asociadas a los fundamentales.

- Incremento de las valoraciones:

Dado el volumen invertido en ETF y otras inversiones indexadas, la inclusión de un valor en un índice incrementa de forma sustancial las órdenes de compra de ese valor, lo que genera un incremento en su cotización que puede no estar relacionado con sus fundamentales.

–  Cambio en la autocorrelación

Según algunos estudios, la autocorrelación de los rendimientos de las acciones ha cambiado de positiva a negativa desde la aparición de los ETF. Los valores que se negocian mayoritariamente a través de estos instrumentos tienden a tener coeficientes de regresión (betas) negativas con respecto a sus rendimientos anteriores en el mercado. Esta situación sugiere que la actividad de los ETF está relacionada con movimientos excesivos en los valores subyacentes y una reversión posterior en los precios.

–  Efectos en la liquidez de los subyacentes:

La inclusión de un valor en un índice aumenta la liquidez de este a corto plazo (debido al aumento del interés y a la mayor demanda) pero, a medida que los ETF incrementan su participación en el valor, el número de acciones disponibles en el mercado disminuye y la liquidez de los valores tiende a decrecer. La combinación de grandes volúmenes gestionados por los ETF y el comportamiento rebaño (herding behaviour) de los inversores podría generar un efecto contagio en los mercados subyacentes. Así, una situación de estrés o una caída repentina de las cotizaciones de los ETF puede generar descensos generalizados en el precio de los activos de referencia y crear espirales negativas que podrían verse incrementadas por las ventas automáticas que provienen de las estrategias de gestión pasiva.