Cuando se ha tomado la decisión de invertir de acuerdo con consideraciones climáticas o de ESG

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Cedida por Lyxor ETF

TRIBUNA de Pedro Coelho, responsable para Société Générale de Lyxor ETF para España, Portugal y Latinoamérica. Comentario patrocinado por Lyxor ETF.

Cuando se ha tomado la decisión de invertir de acuerdo con consideraciones climáticas o de ESG, el inversor se enfrenta a una importante elección: ¿gestión activa o fondo índice?

Algunos sostienen que los gestores activos son los más indicados para aplicar estrategias sostenibles, como las de inversión Ambiental, Social y de Gobernanza (ESG) o de cambio climático, porque pueden tomar decisiones de compra o venta de empresas basándose en comportamientos observados. Otros sostienen que los fondos indexados pueden alcanzar los mismos objetivos de manera transparente y basada en normas por una fracción del coste.

A medida que aumenta el dinero invertido en estrategias relacionadas con el clima y socialmente responsables es más importante analizar qué enfoque funciona mejor. De esta cuestión dependen importantes flujos de capital que podrían contribuir de manera significativa a un futuro sostenible para el planeta.

Creemos que hay tres factores que apoyan un enfoque basado en índices para la inversión ESG y en el clima.

1. Los mejores datos hacen que los índices coincidan incluso con los objetivos de sostenibilidad más avanzados

Gracias a la mejora en la calidad de los datos, los índices de inversión pueden construirse para reflejar todo tipo de políticas climáticas y de ESG, y luego hacerlos accesibles a los inversores con un coste más bajo.

Entre las innovaciones se incluyen los criterios de exclusión que filtran, por ejemplo, las empresas que consumen o extraen grandes cantidades de carbón térmico. También incluyen la aplicación de valores específicos como la igualdad de género, o la selección de acciones basada en las clasificaciones de carbono, o la alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDG) de las Naciones Unidas. Todos estos están ahora codificados en índices, lo que significa que la mayoría de estos objetivos pueden alcanzarse utilizando un enfoque basado en índices.

En general, mejores datos implican mejores índices y más formas de invertir, con un enfoque basado en índices, de manera transparente, de menor coste y basado en normas.

2. La indexación hace que la inversión sostenible sea escalable

Gran parte de las prácticas de inversión sostenible se centran en el impacto, lo que significa evaluar el efecto social o ambiental de una inversión junto con su rendimiento financiero. Este tipo de inversión se suele asociar a préstamos privados y capital privado, en los que los fondos activos están claramente bien situados. Sin embargo, los mismos principios que respaldan la inversión en activos privados (intencionalidad, adicionalidad, mensurabilidad) también se reflejan en los activos cotizados que, generalmente, son objeto de seguimiento por parte de los ETF.

Un inversor en un índice puede movilizar mayores cantidades de capital y hacer que funcione para alcanzar sus objetivos de ESG gracias a la mayor liquidez de estos activos.

Los ETF de Lyxor ayudan a los inversores a destinar capital hacia importantes objetivos sostenibles con estrategias que incluyen nuestros fondos que contribuyen a los SSE de la ONU, que invierten para apoyar la acción climática, el agua, la energía limpia y asequible y la igualdad de género. Nuestra gama de ESG Trend Leaders invierte en empresas cuya puntuación ESG presenta una tendencia de mejora creciente. Es decir, no incluye solo a aquellas con una mejor calificación, ya que creemos que tiene más impacto el recompensar a las empresas que realizan cambios activamente.

3. Los buenos gestores pasivos tienen una voz activa

Una de las preocupaciones de los inversores que comparan las estrategias activas y las basadas en índices para la inversión sostenible es la participación de los accionistas: ¿puede un inversor pasivo hacer que las empresas de la cartera rindan cuentas?

Algunos gestores pasivos, como Lyxor, han establecido políticas de voto como un gestor activo. En nuestra política de participación de los accionistas también se incluye un diálogo directo con las empresas para comunicar las expectativas, por ejemplo, con respecto a la gobernanza.

En nuestra política de votación actualizada para 2020, hemos aumentado la apuesta por la participación de las empresas, en la que las consideraciones sobre el cambio climático, en particular, adquieren un papel más destacado. Ahora podemos negarnos a conceder la aprobación de la gestión de una Junta Directiva o a aprobar la renovación del nombramiento de los miembros en caso de controversias ambientales o de falta de transparencia en relación con las emisiones de gases de efecto invernadero. A partir de 2021, también podemos negarnos a la reelección del presidente de cualquier Junta en la que la empresa se niegue a cumplir las recomendaciones del Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera relacionada con el Clima (TCFD), un marco diseñado para ayudar a las empresas y a los inversores de ESG a gestionar mejor su exposición a los riesgos y oportunidades climáticos.

Además, Lyxor podrá votar en contra de las resoluciones relativas a la remuneración de los ejecutivos si las medidas extrafinancieras no han sido suficientemente consideradas dentro de las políticas de remuneración.

Esto demuestra que es posible fomentar una práctica empresarial sostenible con la inversión en índices, si dicha inversión se realiza con un gestor pasivo activo responsable.

La combinación de mejores datos sobre sostenibilidad, la escalabilidad de la inversión basada en índices y el poder del compromiso de las empresas por parte de los principales gestores pasivos, significa que los inversores pueden utilizar con confianza las estrategias basadas en índices para lograr objetivos de inversión sostenibles.

En Lyxor hemos asumido la misión de proporcionar a los inversores todo tipo de productos de índice que aumenten las opciones de inversión climática, ESG y basada en valores. Nuestro pionero ETF de Bonos Verdes invierte solo en bonos verdes aprobados por la organización independente Climate Bonds Initiative, asegurando que el uso de la financiación obtenida se destina estrictamente a proyectos y activos proclima.

Del mismo modo, cuando el histórico Acuerdo de París comprometió a los países del mundo a limitar el calentamiento global a "muy por debajo" de 2°C y a "proseguir los esfuerzos para limitarlo" a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales, las investigaciones están demostrando que existen grandes diferencias en el resultado de +2°C frente a +1,5°C para la sostenibilidad de los ecosistemas humanos(1), y que se pueden diseñar índices basados en normas para alcanzar este objetivo tan ambicioso.

Nuestros ETF de transición climática están diseñados para ayudar a los inversores a cumplir este objetivo utilizando los índices de acciones core construidos por S&P y MSCI. Estos índices de referencia otorgan una mayor ponderación a las empresas con capacidad para gestionar y contribuir a la transición climática mediante la reducción de las emisiones de carbono.

De la misma manera que la industria de ETF de 6,7 billones de dólares(2) causó un incuestionable cambio en el panorama de inversiones, nos complace ver un cambio de alcance similar hacia carteras mejores y más ecológicas(3). Las opciones abundan ahora para los inversores a largo plazo que buscan invertir de manera sostenible, y la inversión en índices tiene muchos beneficios en la lucha contra el cambio climático que hacen que valga la pena tomarla en serio.

Fuentes
1 Intergovernmental Panel on Climate Change, Special Report, octubre 2018, https://report.ipcc.ch/sr15/pdf/sr15_spm_final.pdf.
2 Fuente: ETFGI, a septiembre 2020.
3 Fuente: GSIA, 2018 Global Sustainable Investment Review.