De Bart Simpson a Carmignac y tiro porque me toca

Hablando con mis hijos el otro día me percaté de una cosa que me dio que pensar: aunque sepan perfectamente quién es Bart Simpson, no tienen ni idea de qué es Antena3, un canal en el que han visto algunas veces esos dibujos. El intermediario, al lado del producto, se hace invisible para ellos. No lo perciben ni aunque pongan un logo con el que marquen (cual ganado) el producto que están emitiendo.

Es decir, que para mis hijos, o eres producto (o parte de él) o simplemente no eres. Ser “canal de televisión” en sí mismo no aporta nada valioso. Ni siquiera ser “televisión” es ya lo que era: de hecho, prefieren ver Los Simpsons en DVD, en PC o en iPad, donde además no pierden el tiempo interrumpidos por bobos anuncios.

Supongo que los directivos y accionistas de las cadenas de televisión son conscientes de esta situación y del apasionante (y complejo) reto que tienen: cómo hacer negocio para una gente que no ve la televisión…aunque (y esta es la oportunidad), consume más audiovisual que nunca.

Algo muy parecido pasa en la distribución financiera. El reto es enorme y el futuro está ya aquí. Hay una generación de clientes que no pisan oficina y que si alguna vez tienen que entrar se sienten transportados al Cuéntame, ambientados con los sellos de caucho en las mesas y con los trajes grises de algunos bancarios. Sin embargo, a menudo esos mismos clientes sí conocen, por ejemplo, quién es Carmignac o cuál es el depósito más rentable del mercado. Y a veces incluso comparten sus dudas y certezas en redes sociales financieras, con gente que para ellos merece credibilidad y hasta admiración.

¿En qué medida está el sector de los servicios financieros preparándose para esto, que está sucediendo y va a crecer exponencialmente los próximos años? ¿En qué medida son conscientes los grandes canales financieros (la banca comercial) de que tienen que evolucionar sus organizaciones y modos de relación con el cliente si no quieren acabar siendo invisibles para muchos de sus clientes, que además van a consumir más productos financieros que nunca? ¿En qué medida están los nuevos players (gestoras o asesores independientes, o redes sociales, por ejemplo) preparándose para aprovechar esta ruptura de la cadena de valor, sabiendo que tienen que ofrecer algo distinto y que de verdad aporte valor?

Bueno, pues de todo esto y algo más hablaremos el próximo 16 de febrero en Valencia en un evento llamado Innovation in Financial Companies, organizado por IIR.

PD: Hay que ver la cantidad de cosas que aprendes hablando con tus hijos desde el momento en que aprenden a hablar.