Desmontando algunos mitos sobre el asesoramiento post-RDR en Reino Unido

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chola84 (Creative Commons)

TRIBUNA de Rodolfo Crespo, analista senior de Platforum.

En diciembre de 2012 entra en vigor el Retail Distribution Review (RDR) en Reino Unido con 23.865 asesores financieros registrados. En diciembre de 2016 hay 24.761 según las cifras recientemente publicadas por APFA (Association of Professional Financial Advisers). Contrariamente a la percepción general de la industria sobre el impacto del RDR, el número de asesores en Reino Unido no ha caído en picado.

Es cierto que hubo un descenso desde los 26.339 asesores en los dos años previos a la implementación del RDR, pero hay que tener en cuenta que desde entonces ha habido numerosas fusiones en el sector y que los bancos dejaron de ofrecer asesoramiento de forma generalizada. El número de asesores ligados a entidades bancarias descendió casi un 40%.

El sector de empresas de asesoramiento financiero no sólo sobrevivió al RDR sino que vive su mejor momento. Ingresos, beneficios y patrimonio asesorado están en máximos históricos. 419.804 nuevos clientes netos sólo en el último año según datos de la FCA y eso que muchos asesores nos comentan que están rechazando clientes por falta de tiempo.

Entonces, ¿de dónde viene la mala fama del RDR?

La respuesta más evidente parece la resistencia del sector bancario europeo a la nueva regulación, como MiFID II, que requiere repensar el modelo actual de distribución de fondos. Pero es que en este punto se encuentra otra percepción errónea sobre el RDR.

El hecho de que los principales bancos ingleses dejasen de ofrecer asesoramiento financiero al gran público en sus oficinas se achaca al cambio regulatorio. En parte sí, pero un motivo de peso fueron las multas millonarias impuestas por el regulador a varios bancos por venta inapropiada de productos financieros a clientes minoristas antes y después del RDR. El miedo a nuevas multas retiró a los bancos del mercado, no fue sólo el RDR. Todo empezó con un mystery shopping como el que la CNMV ha realizado recientemente.

No hay que confundir gap de comercialización con advice gap

La amenaza del advice gap es frecuentemente esgrimida como motivo para mantener el actual modelo de distribución. Independientemente de que haya o no retrocesiones, es cuanto menos discutible que los clientes minoristas bancarios españoles estén recibiendo un nivel de asesoramiento financiero cuya desaparición pueda crear ningún advice gap.

Un estudio que Platforum realizó en mayo con inversores europeos (excluyendo Reino Unido) encontró que un 37% de los que han invertido a través de una oficina bancaria en el último año no perciben haber recibido asesoramiento. El porcentaje se eleva al 56% entre inversores españoles.

El ejercicio de mystery shopping llevado a cabo por la CNMV también sugiere una delgada línea entre la comercialización y el asesoramiento que en ocasiones se presta en las oficinas.

Además, el famoso cuarto supuesto para el cobro de retrocesiones pedido por Inverco trae consigo el reconocimiento implícito de que las oficinas bancarias prestan mayoritariamente un servicio de comercialización y no de asesoramiento.

Una nueva oportunidad

Que se produzca un gap de comercialización de producto de terceros para cliente minorista dependerá en gran medida de la voluntad de las entidades bancarias. Sin embargo, el proceso de digitalización y el ejemplo inglés sugieren que se abre una gran oportunidad para plataformas directas que ofrezcan una potente arquitectura guiada. Más de 20 operan en Reino Unido tras el RDR, tres de ellas lanzadas por bancos líderes: Barclays Smart Investor, HSBC Global Investment Centre y Santander Invesment Hub. En España, la nueva Openbank y Coin son claros guiños a este modelo.