Diferencias entre la crisis financiera del 2008 y la del segundo semestre del 2021

TRIBUNA de Carlos Orduña, consejero delegado de Corefinance Financial Services EAF

Veo muy pocas opiniones entre los profesionales de la gestión de activos acerca de la sin precedentes des correlación entre la valoración de los activos financieros mundiales (simplificando, bonos y acciones sin hablar de las criptomonedas) y la economía real. Y es que, por desgracia sus intereses no están siempre alineados con los de los inversores, fundamentalmente minoristas que son los que les confían ciegamente sus ahorros.

La simple evidencia es el indicador Buffet que mide la relación entre el valor de la bolsa y el producto interior bruto de un país que se sitúa ahora en 185% en EE.UU cuando en 2008, antes de la quiebra de Lehman Brothers se situaba en un 75%. Los mercados financieros norteamericanos representan más del 35% de los mundiales y lo que sucede allí afecta a los del resto del mundo. En la zona euro el ratio es ligeramente inferior, toda vez que sus empresas cotizadas representan un menor porcentaje sobre las totales. No olvidemos que todas las crisis financieras de la historia han estallado en EE.UU; en este momento bolsas y bonos mundiales están en niveles de máximos históricos.

¿Cuáles son las diferencias entre una crisis financiera que estalla a partir de disrupciones en el sistema financiero o por sobrevaloración de activos (por ejemplo Lehman, 1929, 1987, 2000) y la que estalla como consecuencia de una económica?

Simplificando: La financiera se puede paliar mediante la intervención de los Bancos Centrales y mecanismos de rescate de entidades financieras que aunque repercuta en la economía, reduciendo el consumo y la inversión su impacto puede ser temporal. Recordemos que aun así la crisis financiera de 2008 dejó secuelas económicas durante tres años. La crisis económica actual, que no hecho más que empezar con caídas sin precedentes en los productos interiores brutos de todos los países parece encantar a bancos de inversión y hedge funds que han generado inmensas plusvalías, el primer semestre de 2020 con la compra y venta de bonos (jugando con el respaldo de Estados al crédito, aún por cuantificar y concretar ¡ojo!) y de acciones incrementadas estas últimas a partir de del anuncio de las vacunas con la falsa idea de que la solución ha llegado. Jerome Powell, presidente de la reserva Federal advirtió de los riesgos de la economía americana a pesar del anuncio de las vacunas y Janet Yellen inminente Secretaria del Tesoro en EE.UU habla de devastación de su economía. ¿Cuál es el verdadero diagnóstico de la economía mundial para los próximos, por lo menos 2 años? Hasta las grandes multinacionales han reducido salarios y puestos de trabajo en todo el mundo, los créditos se han paralizado, los pequeños y medianos negocios están empezando a quebrar y algo muy importante en lo nadie ha reparado es que China será reconsiderada como fabrica del mundo por las multinacionales tras lo ocurrido ante la incertidumbre sobre los posibles riesgos de desplazar equipos de forma permanente sin hablar de que EEUU sigue en guerra con las empresas Chinas por supuesto espionaje de tecnología: esto redundará en una forzosa subida de costes de producción con un consumo manifiestamente a la baja.

La tragedia es que el 55% del Producto Interior Bruto Mundial (PIB) es generado por pymes, cuyas ayudas estatales, o serán insuficiente para salvar los negocios, llegaran tarde o no llegarán nunca. El congreso de EEUU ha aprobado un proyecto de propuesta de ayuda por persona de 1.200 dólares en pago único. ¿Alguien cree que sirve de algo? Europa, con sus ataduras políticas autoimpuestas ha diseñado un paquete de medidas que en la práctica todos sabemos que no llegará ni a las personas ni a la mayoría de las empresas que lo necesitan sino a las que no lo necesitan. Ante este panorama, ¿Alguien se atreve a negar una cadena de impagos de créditos, o de dificultades incluso de grandes empresas para hacer frente al pago de los mismos a partir del segundo semestre de este año? ¿Qué potencial de caída tienen los principales activos tradicionales? No obstante el optimismo es siempre una cura: existen activos financieros de última generación que permiten esquivar por completo la crisis financiera que se avecina.