El análisis de Victor Alvargonzález, de Profim.
Los cambios más importantes en la industria y en la economía suelen pasar desapercibidos en sus inicios. Y más cuando la economía se encuentra en pleno periodo de crisis. Pero aún así ocurren.
La llegada de la nueva administración norteamericana supone el espaldarazo definitivo a las energías renovables, igual que la de Clinton lo fue para la tecnología. En esta ocasión se mezclan varios factores: la necesidad de diversificar las fuentes de energía para no depender tanto del petróleo exterior, la de reducir el calentamiento global y la que ha marcado el punto de inflexión (de todo lo anterior ya se hablaba, pero se quedaba en palabras políticamente correctas): la necesidad de estimular la economía con proyectos que tengan rentabilidad política a medio y largo plazo. Y tanto la reducción de la dependencia como la lucha contra el calentamiento global lo son.
Hay que advertir que el “timing” es siempre importante en los mercados y este caso no es una excepción. Las empresas “verdes” también caen cuando caen las bolsas, y más si cae el petróleo (petróleo más barato implica que las energías verdes son menos competitivas), así que quien crea en el futuro de este tipo de inversiones deberá intentar “entrar” en el mercado cuando este vaya creando un suelo de cierta solidez, incluso a riesgo de perder el primer euro.
Dicho esto, vayamos al fondo en cuestión. Invierte en acciones de empresas cuyas actividades se desarrollan principalmente en áreas de negocio orientadas a limitar y atenuar el cambio climático y sus efectos: tecnologías de eficacia energética o eficacia relativa al CO2, energías renovables o alternativas, protección del clima, eficacia energética, etc.
El 45% de la cartera son empresas de elevada capitalización, un 38% de mediana y, el resto son compañías de pequeña capitalización.
Su estilo de gestión se encuadra dentro de los productos más “growth”, es decir, aquellos cuyos gestores dan más importancia a las perspectivas de crecimiento de las empresas que al precio actual de sus títulos (en negocios de grandes perspectivas de crecimiento puede ser justificable pagar múltiplos elevados hoy para obtener fuertes rentabilidades en el futuro).
El fondo no cubre riesgo divisa, y un 46% del mismo está invertido en el mercado americano, por lo que se verá afectado por lo que haga el dólar USA en el futuro. Esto no nos preocupa a corto/medio plazo, ya que en ese plazo vemos estable o incluso alcista la relación de cambio euro/dólar en el medio plazo.
Las posiciones más importantes de la cartera se encuentran en Gamesa -sobradamente conocida por los inversores españoles-; ABB, compañía suiza que fabrica desde aparatos medidores de niveles de nitrato para plantas de aguas residuales, calidad de los ríos o tratamiento de agua potable, hasta todo tipo de motores para la industria, materiales y componentes electrónicos para la domótica, fabricación de turbinas para aerogeneradores, etc.; Emerson Electric Corp, que es una compañía norteamericana especializada, entre otras cosas, en crear soluciones de eficiencia energética; PG&E Corporation, es decir, Pacific Gas and Electric Corporation, que desarrolla servicios y productos encaminados a mejorar la eficiencia energética de hogares y empresas; Q-CELLS, uno de los mayores fabricantes de paneles fotovoltaicos; Plum Creeck Timber, dedicada a la venta de madera y la gestión de tierras, o Vestas Wind, líder mundial en la fabricación de aerogeneradores.
A la hora de seleccionar los valores que forman parte de la cartera del fondo, el equipo gestor combina el análisis top down con el análisis bottom up. Para ello, cuentan con el apoyo de análisis e informes realizados tanto por expertos en cambio climático pertenecientes al grupo DWS como por expertos externos a la entidad.
El equipo gestor está formado cuatro personas. El jefe del equipo es Nicolas Huber, responsable de la gestión del fondo y jefe del departamento Life-Science/Bio-Science de la entidad. Cuentan, además, con el apoyo del Comité Climate Change de DWS, de los equipos de renta variable global sectorial y de los gestores temáticos del grupo (responsables de los subsectores de alimentación, agua, eficiencia energética, cambio climático, energías renovables e infraestructuras).