El dividendo importa

Inigo_Bilbao_Goyoaga_05_2016
Iñigo Bilbao

TRIBUNA de Íñigo Bilbao Goyoaga, Partner de Estudios Bursatiles SL y experto en fondos de inversión e inversión colectiva.

Bilbao, villa de la que procedo, era una ciudad industrial con bolsa de comercio, como Madrid y Barcelona, pero más pequeña. Decían los entendidos que era una bolsa más corta en valores cotizados que la de Madrid, pero de mucha profundidad (tenía acciones de la bolsa de Bilbao hasta la persona más humilde, era como ser del Athletic de Bilbao). Cuando yo nací todavía no se utilizaban los fondos de inversión y se invertía directamente en títulos valores y, por supuesto, uno de los requisitos más importantes que debía tener una acción para que se invirtiera en ella era que pagase buenos dividendos.

Cada vez que los mercados cambian o nos pegan sustos, tenemos la costumbre de volver a los puntos sencillos de encuentro. Precisamente en los momentos actuales, en los que los tipos de interés están en mínimos con la llegada de la crisis del coronavirus, y con volatilidad geopolítica en los mercados, generada por la crisis de precios del petróleo o las tensiones comerciales entre EEUU y China, es cuando los expertos recuperan aquellos puntos en los que siempre encontramos consenso. Habrá empresas, sobre todo cíclicas, que sufrirán y tendrán que recortar o incluso suprimir el dividendo con la pandemia, pero otras como las tecnológicas o farmacéuticas podrán probablemente pagar el dividendo con normalidad. Invertir en renta variable que dé buenos dividendos fue, además de algo que oí en mi casa con regularidad, casi lo primero que me dijeron mis profesores cuando llegué el primer año a la Universidad a estudiar empresariales.

En EE.UU. existe un índice enfocado en acciones que pagan puntualmente dividendos. Se trata del S&P500 Dividend Aristocrats creado en mayo del año 2005. Pertenecen a este índice todas las empresas del S&P500 que hayan pagado dividendo durante al menos 25 años consecutivos y, además, dicho dividendo se haya incrementado un poco cada año. Dicho índice desde que se constituyó, tiene menos volatilidad que el S&P500 y en el mismo hay tanto acciones growth como value. Durante la crisis financiera del año 2008, el 10% de entidades de este índice no pudieron cumplir sus objetivos de incrementar el pago del dividendo y tuvieron que salir del mismo. La mayor parte de las empresas que tuvieron que dejar el índice fueron financieras, precisamente las que suelen pagar un dividendo más elevado.

En la Eurozona y el Reino Unido no hay unos índices similares como tales, y se considera Aristócratas del Dividendo aquellas empresas que hayan pagado un dividendo creciente al menos 10 años consecutivos. Desde el punto de vista global, empieza a haber cada vez más índices que se enfocan en el pago del dividendo, destacando el FTSE All World High Dividend Yield Index, pudiéndose encontrar en el mercado tanto fondos indiciados como ETF que lo replican. Es un índice con un elevado porcentaje de empresas que entran y salen anualmente del mismo, revisándose dos veces al año en marzo y septiembre.

En los momentos actuales, con la crisis del coronavirus todavía en curso, y momentos puntuales de alta volatilidad geopolítica, la vuelta a los puntos de encuentro como el pago de dividendos parece un giro natural. Los estudios de entradas de dinero nos indican que por ejemplo en los ETF Smart Beta o de beta estratégica, los ETF que se centran en seleccionar o diferenciar el factor dividendo, son los que más éxito tienen en el mercado centrándose en ellos casi el 50% de las entradas de dinero en ese tipo de activo

Asimismo, para aquellos inversores que todavía los mercados emergentes les resultan demasiado exóticos, invertir en fondos de renta variable que se centran en empresas de países emergentes con alto pago de dividendo, puede ser una buena primera aproximación a dichos mercados, ya que reduce de forma importante la volatilidad del fondo comprado. La compra de un índice de renta variable Global como el FTSE All World High Dividend Yield Index, el cual incluya empresas de países emergentes que se enfoquen en el pago de dividendo, puede ser una buena opción de empezar a invertir en regiones en crecimiento.

Podemos concluir que la vuelta a los puntos de encuentro suele ser un buen argumento a utilizar en los mercados financieros cuando estos se encuentran algo distorsionados, como puede ser en estos momentos en los que estamos padeciendo una pandemia, así como encontrarnos con unos tipos de interés casi cero o negativos. En esta situación, invertir en renta variable que potencie empresas que mantienen e incrementan su pago de dividendo puede ser una buena alternativa.