El dólar: America First

Inigo_Bilbao_Goyoaga_12_2017
Iñigo Bilbao

Tribuna de Iñigo Bilbao-Goyoaga, especialista en Fondos de Inversión e Inversión Colectiva.

El dólar se depreció en 2017 nada menos que un 16%. Claramente lo más inteligente el año pasado hubiese sido no estar invertido en dólares. Sin embargo, hoy en día no tener algo de dólar en las carteras es casi imposible para muchos gestores que cada vez son más globales. Siempre oí en un banco suizo en el que trabajé y que tenía más de 100 años de experiencia en banca privada, que un patrimonio elevado debía tener casi por definición al menos un 25% de inversiones en EE.UU., es decir en dólares (me refiero a un patrimonio europeo que piensa en euros), y por supuesto recomendaban no cubrir la divisa.

A finales de los años 90 fui a visitar a una empresa vizcaína que fabricaba cadenas y estaba especializada en la exportación de las mismas para los pozos de extracción de petróleo en el mar. Me dijo el director financiero de la empresa mirándome a los ojos: “llevamos 40 años siguiendo el dólar y no lo entendemos”. No tuve ninguna duda que me hablaba un experto y que me estaba dando un mensaje. Aquella frase y aquel encuentro no se me olvidará nunca.

En enero una gestora francesa que ha hecho muy pocos errores en su esfuerzo por alcanzar el mercado español, reconocía que su fondo flagship había decepcionado en sus resultados durante 2017 y no tenían ningún pudor en reconocer que se habían equivocado al no haber cubierto el 100% de su exposición al dólar.

Este fin de semana mi hijo quería invertir en los fondos de un renombrado gestor español (había ido a su universidad a dar una charla y le había gustado). Cuando entramos en su web y fuimos viendo los resultados de sus fondos en 2017, no tuve ninguna duda que había tenido dificultades en el seguimiento del dólar. Sus resultados le delataban.

Los grandes gestores activos suelen tener un equipo de ejecución de títulos de gran nivel, al nivel de sus gestores. Cuando usan derivados, sobre todo futuros, se precian también de tener en su mesa de ejecución un experto en el seguimiento de los mercados de futuros, muy complicados para cualquiera, y ahí os lo puedo confirmar por experiencia propia ya que estuve tres años en una mesa de futuros y opciones en un banco americano. Pero lo que ha quedado claro tras lo ocurrido en 2017 es que esos grandes gestores y cerebros que siguen a los bancos centrales, que descubren tras concienzudos análisis valores baratos, es que tendrán que tener mucho cuidado en el futuro con el dólar y con las divisas en general. Ya avisó el equipo de Trump: “America First” y lo han cumplido con creces.