José María Loinaz, director de inversiones de Sássola Partners, explica qué puede llevar a un estrechamiento en las valoraciones entre las grandes y pequeñas compañías en EE.UU.
El gráfico de esta semana lo comenta José María Loinaz, director de inversiones de Sássola Partners.
Llevamos siguiendo el gráfico inferior desde hace ya tiempo, ya que nos parecía que la diferencia en valoraciones era excesiva. Esta anomalía, amparada en las fuertes expectativas de crecimiento de beneficios de las grandes compañías, unido a partir de 2023 al boom de la inteligencia artificial, debería corregirse, o al menos cerrarse para ir convergiendo a la media.
Diferencia de valoraciones entre las grandes y las pequeñas compañías en EE.UU.

Entendemos que este 2025 puede ser una buena oportunidad para que esta situación se produzca.
En primer lugar, desde el extremo opuesto, las exigentes valoraciones de las grandes compañías, principalmente de los denominados los siete magníficos, corren un riesgo de corrección ante cualquier "mínima" decepción, como ya hemos vivido en el último ejercicio con varios de esto nombres, al no cumplir expectativas. El rendimiento ponderado del FCF de los siete, ha caído al 2,6% debido al fuerte incremento de las valoraciones, muy inferior a la rentabilidad del bono a 10 años. Y por supuesto, muy inferior al necesario para conseguir una rentabilidad del 10% anual en los próximos años.
Dado, que la economía americana sigue en forma, y no parece que vaya a descarrillar en el corto plazo, no es aventurado opinar que, los flujos en los mercados pueden girarse parcialmente a opciones con valoraciones más bajas, y que tienen al mismo tiempo vientos de cola para mejorar sus beneficios.
El segmento de pequeñas y medianas compañías en EEUU nos parece que pueden ser una opción muy válida en este sentido. El crecimiento de beneficios debería ser el catalizador para este tipo de compañías.
Los motivos son varios:
- La imposición de aranceles por parte de la Administración Trump, principalmente a China, debería fortalecer el consumo de productos fabricados en EEUU, la demanda interna será redirigida en una parte importante a la oferta de productos, principalmente en este espectro. A ello, se le unen las intenciones de nuevas relocalizaciones de producción en EEUU, fuera de las de sectores estratégicos y planes ya fomentados por la administración Biden que parece que van a seguir vigentes.
- La diversificación sectorial es mucho más amplia en este tipo de compañías. Además, predominan sectores como el financiero, que se debe beneficiar tanto del empinamiento de la curva americana, como de la desregulación anunciada. Otro sector muy presente en este segmento, el industrial, debería verse favorecido por lo expuesto en el párrafo anterior.
- La inversión en Capex se ha acentuado tanto por las ayudas del gobierno a la relocalización de sectores estratégicos, como el Chips Act de 2022, como por los planes de mejoras en las infraestructuras. Este proceso beneficia más a las compañías de menor tamaño, ya que son las que aportan todo el trabajo auxiliar necesario para su desarrollo. El instituto de Política Económica ha señalado que cada empleo manufacturero que retorna a EEUU, genera siete nuevos empleos en las industrias auxiliares. Esto empieza a verse plasmado en resultados a partir de 2024 y en los próximos años deberá incrementarse sustancialmente.
- A ello, se le unirá el mantenimiento de los impuestos a empresas, como máximo en los niveles anteriores, si no inferiores. Y por otro lado los costes de financiación se están reduciendo, y no hay que olvidar la necesidad de apalancamiento que tienen estas empresas para financiar su expansión.
- También nos encontramos como la fortaleza del dólar les afectará en bastante menos proporción que a las grandes compañías, al no afectarles casi la pérdida de competitividad exterior que representa, como por la disminución de beneficios que supondrá a las grandes compañías por la repatriación de beneficios que tendrán menos valor.
Eso sí, en este segmento valoramos la gestión activa como un elemento diferencial, ya que estas compañías tienen mucha menos atención por parte de los analistas y la dispersión de resultados y oportunidades entre ellas es muy amplio.
Sobre el autor
José María acumula más de 30 años de experiencia como ejecutivo de Alta Dirección, analizando mercados, desarrollando proyectos empresariales y reestructurando compañías con el objetivo de maximizar los rendimientos de sus inversores. Ha sido Director General del Grupo Cronos, Director General de Dima Distribución Integral, Director de Publicaciones de Logista S.L. y Director de Distrimadrid S.A. Es experto en la gestión de balances, análisis de compañías y operaciones corporativas de todos los tamaños, habiendo sido responsable de varias operaciones de venta, adquisición y fusión de empresas, así como del diseño de reestructuraciones de grandes corporaciones en España.
Es Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Pontificia de Comillas (ICADE) y PDG por el IESE de la Universidad de Navarra.