Aitor Aranburu, gestor en Kutxabank Gestión, explica las causas que están detrás de los extraños movimientos que se han visto en el swap spread.
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Swap spread es la diferencia entre el componente fijo de un swap de tipos de interés y la rentabilidad de la deuda de un Gobierno para ese mismo plazo. En el caso del euro, la deuda de Gobierno será la emitida por el estado alemán y, en este caso particular, la que tiene como vencimiento 2034. Dado que el tipo de interés del Gobierno se considera como tipo de interés libre de riesgo, dicho diferencial servirá como indicador del riesgo percibido por el mercado.
Durante el último mes hemos sido partícipes de una fuerte disminución del swap spread a diez años del euro, que ha pasado de cotizar alrededor de veinticinco puntos básicos a la actual cotización negativa, nunca vista en décadas.
Fuente: Bloomberg
¿Qué ha pasado para que algo tan estable haya sufrido una caída libre como si fuera un ascensor sin frenos en tan poco tiempo? ¿Cuáles son las implicaciones de este fuerte movimiento? ¿Continuará o se dará la vuelta durante las próximas semanas?
El swap spread se está reduciendo durante los últimos meses. Y los factores son varios.
Uno de ellos es la dinámica del mercado de repos. Un repo es una operación donde una entidad financiera vende un activo bajo un pacto de recompra a un precio por un tiempo. El vendedor recibe un préstamo por parte del comprador a un tipo de interés determinado. El paulatino drenaje de liquidez, que el BCE está llevando a cabo, ha aumentado de forma considerable el colateral disponible para repos lo que conlleva un mayor tipo de interés respecto el €STR. Este aumento encarece el coste de financiación del tenedor de bonos, exigiendo una mayor rentabilidad relativa al activo donde invierte.
Por otro lado, la aparición de los bonos Next Generation reduce el atractivo como valor refugio de la deuda alemana y el hecho de que esta deuda emitida de forma colectiva suponga una posible mutualización de la deuda, reduce el riesgo de fragmentación del euro, lo que conlleva a que la prima que se paga por ser un activo libre de riesgo se vaya reduciendo.
El caldo de cultivo perfecto para que pierda la excelencia, que hasta ahora hacía que se pagara una prima considerable respecto a otros activos de renta fija denominados en euros, se completa con estos otros factores: la débil situación de la economía alemana -crecimiento bajo y por debajo de los demás países de la zona Euro, según OCDE-, con estimaciones de crecimiento para este año entre el 0,2% y el 0,7% y entre el 1,2% y el 1,7%, en 2025; el debate sobre el incremento del gasto público, que provocó la ruptura de la coalición que formaba el Gobierno; y las políticas proteccionistas de Trump, cuyas principales damnificadas van a ser las economías exportadoras, como la germana.
Los inversores que cubren la duración de sus activos mediante swaps habrán visto diezmada la valoración de su inversión debido a dicho movimiento.
Los meses siguientes continuarán las dinámicas. El BCE continuará drenando liquidez y la débil situación de Alemania continuará, mientras que la cohesión entre los diferentes países de la zona Euro seguirá aumentando. Aún existe recorrido si tenemos en cuenta que en Estados Unidos o Reino Unido se sitúa en menos cincuenta puntos básicos.
Nadie sabe lo que pasará durante los siguientes meses porque una retirada de liquidez del sistema siempre trae consigo consecuencias impredecibles y más si se viene de un entorno de abundancia como el vivido durante los últimos años.
Sobre el autor
Aitor Aranburu trabaja en la gestora de Kutxabank desde 2004, gestionando los fondos de renta fija, garantizados y de rentabilidad objetivo.