Elige tu competencia con cabeza

Todd Youngberg, director de bonos de alto rendimiento Aviva Investors. "Muchos de nosotros crecimos compitiendo en deportes, música o posiblemente un club de debate. Pese a que nuestros padres nos decían que lo hiciéramos lo mejor que pudiéramos, estaba claro que siempre había un ganador, bien por los puntos del marcador o gracias a un juez. El concepto de ganar en el competitivo sector de la gestión de fondos de inversión de hoy día presenta algunas similitudes".

Todd Youngberg, director de bonos de alto rendimiento Aviva Investors. "Muchos de nosotros crecimos compitiendo en deportes, música o posiblemente un club de debate. Pese a que nuestros padres nos decían que lo hiciéramos lo mejor que pudiéramos, estaba claro que siempre había un ganador, bien por los puntos del marcador o gracias a un juez. El concepto de ganar en el competitivo sector de la gestión de fondos de inversión de hoy día presenta algunas similitudes".. Es fundamental definir lo que significa «ganar» en términos de rendimiento y riesgo para una estrategia y que el gestor y el cliente acuerden un índice de referencia efectivo y objetivo con el que medir los resultados.

Los índices suelen usarse como referencia en todas las clases de activos, pero al igual que cuando éramos pequeños, existe cierto mérito en el concepto de «hacerlo lo mejor posible» en comparación con la gente adecuada. De hecho, en renta fija y especialmente en alto rendimiento, las comparaciones con fondos de la misma categoría pueden establecer mejor si un gestor está aportando valor con sus habilidades de forma sistemática.

Así pues, ¿qué factores constituyen una referencia adecuada? Primeramente, la invertibilidad es clave para una comparación justa, y los índices de renta fija suelen presentar más problemas en este sentido que los de renta variable. El gestor debería ser capaz de comprar un porcentaje considerable de los títulos que componen el índice de referencia para así poder replicarlo, pero para muchos índices de bonos, los títulos subyacentes raramente cotizan, especialmente en el segmento de alto rendimiento, donde las emisiones suelen ser menores y muchos tipos de inversores tienden a comprar y mantener.

En el plano de la invertibilidad, tomar la misma categoría como referencia puntúa más alto, porque a menos que el gestor lo sea en exclusiva, un inversor puede invertir con otros gestores y en otros fondos del mismo grupo directamente.

También es importante que la referencia sea inequívoca, por lo que tanto clientes como gestores han de acordar el objetivo de antemano y cómo medirlo. Se podría pensar que un índice ofrece una comparación directa e inequívoca, pero los índices tienden a construirse de acuerdo a normas que cambian con el tiempo, e incluso varían dependiendo de los proveedores. Muchos índices de alto rendimiento, por ejemplo, han cambiado las reglas con respecto a incluir híbridos y valores no registrados a la par que han cambiado el tamaño mínimo de las emisiones, y se podría cuestionar si esto es relevante para el objetivo del cliente o es lo que más le conviene al gestor.

Empleando la misma categoría como referencia, se puede definir el grupo con el objetivo de alcanzar un determinado percentil en un periodo específico. Sin duda debería ser un tercero independiente e imparcial, como una consultora o un proveedor de datos independiente, el que creara y supervisara con regularidad este sistema, pero si se hace correctamente puede ofrecer una comparación mas estable y menos ambigua que un índice.

>También está la cuestión de la prudencia: emplear un índice de bonos como referencia presupone que este representa una asignación prudentemente diversificada a la clase de activo, y esto es bastante arriesgado. Cualquier gestor de fondos de inversión que pretenda reducir el riesgo con respecto al índice replicando su composición podría encontrarse con grandes concentraciones en ciertos sectores. Pese a que la comparación con la misma categoría da por hecho que otros gestores se adhieren a una política de inversión determinada e incorporan un marco de riesgo prudente, es más seguro pensar que eso es precisamente lo que caracteriza la excelencia en una categoría de fondos, en lugar de confiar en un índice creado de forma aleatoria. Emplear un índice para la construcción de la cartera también puede ocultar la competencia del equipo de inversión.

Por último, un índice de referencia efectivo debería ser apropiado si este sirve para determinar objetivamente si el gestor añade valor mediante sus capacidades de forma sistemática. La diferencia de resultados entre la cartera activa y el índice de referencia debería ser únicamente atribuible al riesgo individual —y no al riesgo de mercado— que el gestor selecciona. De ahí que sea fundamental comparar estrategias con las de otros fondos de la misma categoría con un estilo similar. Pese a que no se puede invertir en índices de alto rendimiento, otro factor importante es que un índice no tiene en cuenta los costes de las operaciones, que pueden ser sustanciales para estrategias ilíquidas. Los bonos entran y salen de los índices sin cargo, pero un gestor de fondos de inversión incurrirá en un coste por las operaciones.

Para ciertas estrategias de bonos que incluyen alto rendimiento, la comparación con los fondos de la misma categoría es la más efectiva, además de un indicador de la habilidad y el valor del gestor. Esto no quiere decir que los índices carezcan de importancia, ya que son una representación clara del universo de inversión, pero es importante que los gestores cuenten con la flexibilidad necesaria para convertirse en los mejores de su clase sin verse perjudicados por comparaciones inapropiadas: este es el tipo de competencia al que estamos acostumbrados.