David Wrigh explica por qué los inversores, ante la incertidumbre macroeconómica, deberían considerar la opción de incluir estrategias defensivas en cartera. Comentario patrocinado por Pictet Asset Management.
TRIBUNA de David Wright, responsable de Estrategia Comercial del Negocio Cuantitativo, Pictet AM. Comentario patrocinado por Pictet Asset Management.
La renta variable defensiva recupera su importancia en épocas de turbulencias de los mercados. Ahora bien, no todas las estrategias defensivas son iguales. El reto al que se enfrentan los inversores que construyen carteras de renta variable con un menor riesgo es evitar los enfoques unidimensionales (como limitarse a lograr una volatilidad baja) manteniendo al mismo tiempo la diversificación y minimizando la correlación. Y, lo que es más importante, generando buenas rentabilidades con activos sostenibles.
La estrategia Quest Global Equities ha sido concebida para ayudar a los inversores en renta variable con mentalidad defensiva a diversificar sus riesgos, manteniendo al mismo tiempo unas buenas perspectivas de rentabilidad. Esto reviste especial importancia en el actual contexto de inflación elevada y tipos de interés al alza, que es cuando los mercados de renta variable suelen pasar apuros.
Una nueva era de riesgo macroeconómico
Durante la mayor parte del periodo transcurrido desde la crisis financiera global de 2008-2009, las estrategias de renta variable orientadas al crecimiento han salido muy beneficiadas, superando al mercado en general en una media de 2,1 puntos porcentuales al año desde 2010(1). Esto fue una consecuencia indirecta derivada de las políticas de tipos de interés cero. Sin embargo, con el reciente aumento de la inflación a niveles récord de varias décadas en gran parte del mundo, los bancos centrales han tenido que frenar sus economías con fuertes subidas de los tipos de interés.
La subida y la tendencia al alza de los tipos de interés han puesto en tela de juicio las elevadas valoraciones que caracterizan a los títulos de crecimiento. Los inversores se apresuraron a decantarse por los de valor, en su lugar. Aunque esto creó otro problema: una fuerte relación entre ambas estrategias, pese a su correlación negativa, que socava los esfuerzos encaminados a diversificar la cartera.
Una de las posibles soluciones es encontrar títulos defensivos cuyas rentabilidades no estén correlacionadas con las de otros tipos de acciones. Estas inversiones serían una valiosa incorporación en una cartera de renta variable, sobre todo porque el análisis del universo de inversión en renta variable indica que los estilos de inversión tienden a agruparse. Existen, por ejemplo, importantes grupos claramente definidos de fondos orientados al crecimiento y al valor.
El perfil de rentabilidad de Quest, por su parte, presenta una correlación muy baja tanto con el grupo de crecimiento como con el de valor. Las características defensivas de Quest también implican que suele obtener rentabilidades superiores en contextos por lo demás difíciles para la renta variable (véase la figura 1).
Figura 1. Rentabilidad en tiempos difíciles

Ahora bien, al tratarse de una estrategia activa que evalúa las características defensivas en cuatro dimensiones distintas, Quest también consigue mantenerse a la par del mercado en general durante su fase de recuperación, a diferencia de las estrategias defensivas pasivas, cuya rentabilidad disminuye durante los rallies. Es únicamente durante la última fase de auge de los mercados cuando Quest obtiene una rentabilidad inferior a la del mercado en general –aunque, aun así, sigue siendo considerablemente mejor que la de las estrategias pasivas de baja volatilidad.
Alternativas defensivas
Esto reviste especial importancia en la actualidad: aunque los estrategas de Pictet Asset Management esperan que la inflación vuelva a disminuir hasta situarse en los objetivos de los bancos centrales a medio plazo, no será un camino de rosas. Es probable que esta mayor volatilidad de la inflación frene el crecimiento económico y, por consiguiente, deprima la rentabilidad de los mercados de renta variable en los próximos años.
Al mismo tiempo, cuanto más inestables sean el crecimiento y la inflación, mayor será el riesgo para la renta variable. Por ello, es conveniente que los inversores cubran parte de su cartera de renta variable general con algunas inversiones defensivas que sean menos vulnerables a las oscilaciones del ciclo económico. Creemos que la estrategia Quest se ajusta a ese perfil.
Su principal rasgo distintivo es que no adopta un enfoque de inversión basado en un solo factor. Aunque las estrategias de un solo factor pueden generar resultados satisfactorios, estos periodos de exceso de rentabilidad suelen ser efímeros. Pero, como los inversores también subestiman los títulos defensivos en general, existe un exceso de rentabilidad constante que puede extraerse de empresas con características defensivas. No obstante, es necesario encontrar un equilibrio entre mantener una mezcla adecuadamente diversificada de empresas defensivas y tener una proporción lo suficientemente activa como para sacar el máximo partido de un enfoque bottom-up de gestión de la inversión.
Cuestiones ASG
Otra ventaja de la preselección defensiva multifactorial de Quest es que suele identificar empresas que tienen una buena puntuación en materia de factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG). Quedan excluidas de la cartera aquellas empresas que obtienen sus ingresos de productos y actividades controvertidos que se consideran perjudiciales para la sociedad o el medio ambiente, y que han cometido graves incumplimientos de las normas internacionales en materia de derechos humanos, normativa laboral, protección del medio ambiente y lucha contra la corrupción.
El equipo de Quest también ha desarrollado un modelo propio de puntuación ASG para conocer en profundidad los riesgos ASG de las empresas que superan el filtro de selección inicial. La estrategia solo puede invertir en empresas que obtengan una buena puntuación total en estas dimensiones. El resultado final es una cartera con una de las puntuaciones ASG de MSCI más altas y las emisiones de gases de efecto invernadero más bajas dentro del grupo de fondos homólogos defensivos.
En un entorno de mercado de mayor incertidumbre macroeconómica, es lógico que los inversores adopten una postura defensiva. Es un enfoque que genera rentabilidades superiores cuando el conjunto del mercado atraviesa dificultades, como probablemente lo hará ahora que los bancos centrales están retirando el exceso de liquidez del sistema financiero. Gracias a la incorporación de una estrategia defensiva a sus carteras, los inversores tienen la oportunidad de obtener rentabilidades de renta variable no correlacionadas con títulos orientados al crecimiento o al valor(2).
Fuentes y notas:
1 Rentabilidad relativa anual media del índice MSCI Growth frente al índice MSCI All Country World.
2 Pictet Asset Management y eVestment. Universo de 159 gestores globales desde enero de 2013 hasta septiembre de 2022 extraído de la base de datos de eVestment cuya referencia es el índice MSCI World ND y cuya divisa base es el USD o el EUR. Correlación calculada a partir de las rentabilidades activas mensuales de cada gestor y las rentabilidades activas de los índices MSCI World Value Total Return y MSCI World Growth Total Return. Se ha utilizado el periodo a partir de la creación de Pictet Quest Global Sustainable el 30/12/2012.