¿Es posible la concentración de agentes y EAFI bajo una misma estructura regulada?

jose_luis_blazquez
jose_luis_blazquez

Cómo último capítulo de la Investigación de Mercado a 150 agentes y EAFI, una vez revisados los principales temas (Relación establecida con Entidades Financieras, Productos de Inversión más utilizados, Índice de uso de Gestoras de Fondos de Inversión, Implicaciones de la Directiva Comunitaria MIFID II en su actividad), nos centramos en la recta final del estudio, Valoración de la Posibilidad de Concentración. El resto del estudio trata sobre la ratificación del Modelo de Negocio y Proyecto, Estructura Legal, Posicionamiento, Procesos y Gobierno Corporativo de una posible concentración ideada por el autor del estudio que queda para él mismo y los socios fundadores ([email protected]). Pueden seguir más información de esta Investigación u otra información relevante suscribiéndose al blog.

En la entrevista cualitativa, como discurso espontáneo, surgen tres apartados básicos –Profesional, Beneficios y Personal– entre los que caben destacar los siguientes seis puntos: Complementariedad, Plan de Negocio Común a Largo Plazo, Reducción de Costes, Importancia del Factor Humano, Confianza y Respeto Mutuo (ÉTICA).

La medida de una posible concentración bajo una misma compañía casi el mismo porcentaje de entrevistados secundan la idea como los que la valoran poco interesante. Valoración sensiblemente más positivo entre el colectivo de agentes.

Entre los motivos que llevarían a no valorarlo, destacan dos principalmente; los que piensan que no les interesa o que no lo necesitan y, como segundo motivo, piensan que es complejo llegar a un acuerdo o aunar intereses aunque no profundizan en alternativas de modelos. Por otro lado, más positivo, los motivos que llevan a una posible concentración son más amplios: economías de escala o reducción de costes, la idea de que la unión hace la fuerza, la mayor capacidad de negociación, el intercambio de información y experiencias, las sinergias y trabajo en equipo.

Ante la figura legal más eficiente para alcanzar esta concentración, existen diferencias significativas entre ambos colectivos, agentes y EAFI. Mientras los EAFI consideran la SGIIC de manera significativa como la más adecuada. Los agentes se sitúan entre agencia de valores o la empresa de asesoramiento financiero (EAFI).

Ante un proceso de concentración con otros agentes y EAFI, existen tres niveles de decisión. En el primer nivel, que resaltamos aquí, cabe destacar “la calidad ética y profesional de los socios que formasen el proyecto”, “la arquitectura abierta, la variedad y amplitud de los productos con posibilidad de ofertar” y “la calidad de los productos”.

Si desglosamos los principales criterios en uno y otro colectivo, podemos observar que el colectivo de agentes es significativamente más exigente en relación a los criterios medidos. Por un lado, los EAFI valoran la calidad ética y profesional de los socios que formasen parte del proyecto, la arquitectura abierta, variedad y amplitud de productos, y flexibilidad y ausencia de burocracia innecesaria. Por otro lado, los agentes valoran además de los dos primeros puntos de interés de los EAFI, otro tercer criterio, el modelo de negocio orientado a la banca privada y al asesoramiento patrimonial.

Un apartado interesante del estudio, más del 85 % de los entrevistados no se le ocurría o no eran capaces de definir o concretar ninguna necesidad a cubrir distintas de las mencionadas. Curiosamente todos los entrevistados –agentes y EAFI- coincidían en valorar muy alto y asegurar la función de cumplimiento normativo y prevención de blanqueo. De nuevo, los agentes, como media, son significativamente más exigentes en relación a requerimientos y medidas adoptadas en un potencial ejercicio de concentración.

Como último punto a resaltar del estudio, desde un punto de vista práctico ejecutivo, un aspecto relevante era la valoración de la figura que podría liderar o consensuar un proyecto de este tipo –concentración de agentes y EAFI– entre los mismos. Se valoraba un solo nombre y el resultado fue que más del 70% de los entrevistados valoraban su figura por credibilidad, confianza y capacidad de ejecución. Además, se consideraba que la idea hubiese surgido del mismo era un elemento que suma al proyecto: “es una persona que conoce el negocio y con las ideas muy claras” (EAP EAFI, EAP Agentes).