¿Es todavía tiempo de invertir en los mercados emergentes?

Los mercados emergentes presentan unas importantes ventajas estructurales, pero además son atractivos en el actual clima económico. A nivel estructural, las empresas y los bancos gozan de buena salud, el consumo está aumentando y la inversión en infraestructura ha crecido notablemente. Además, y en contra de lo que muchos inversores podrían creer, la volatilidad de estos mercados no es, en el tiempo, más alta que las de sus homólogos desarrollados. De hecho, algunos países emergentes son más robustos que otros del área desarrollada.

En el corto plazo, la situación económica actual nos muestra numerosas razones por la cuales los inversores deberían volver sus ojos hacia los países emergentes: las valoraciones en general están por debajo de la demanda y las divisas emergentes están atractivas con respecto al euro. Asimismo, estamos en la fase del ciclo que es favorable para la renta variable y donde la política monetaria suele ser expansionista. También la zona se ha beneficiado de flujos masivos gracias a la política monetaria norteamericana, aunque estas trasferencias probablemente solo darán lugar a una pequeña corrección en el corto plazo.

El crecimiento económico general debería permanecer robusto en 2011. El crecimiento de las ganancias se ha revisado al alza de un +10% al +15% y los mercados se están moviendo en un PER del 12-13, un nivel relativamente bajo incluso aunque algunos sectores específicos están más caros. China, por ejemplo, debería crecer un 9% en 2011.

¿Cuáles son los riesgos en el corto plazo? ¿Por qué representan una oportunidad de compra?

Los flujos masivos de capital podrían provocar el desarrollo de burbujas en estos mercados. El exceso de liquidez debido a políticas monetarias acomodaticias en los países occidentales ha aumentado al apetito por el riesgo. Este exceso de liquidez podría dirigirse a los mercados emergentes e inflar los niveles de las valoraciones. En este contexto, algunos países deberían seguir la estela de Brasil e Indonesia e introducir gravámenes sobre los flujos de capital con el fin de detener la apreciación muy rápida de sus divisas y el daño de su competitividad. Existe también la posibilidad de un riesgo inflacionario derivado de una política monetaria excesivamente acomodaticia.

Sin embargo, pensamos que una corrección disparada por estos riesgos podría proporcionar a los inversores un excelente punto de entrada en estos mercados. Por ejemplo, cualquier liquidación de mercado originada por un aumento de la inflación en el sector alimentario, particularmente en China, nos llevaría a invertir en los dos primeros trimestres de 2011.

Pero en cualquier caso, estos riesgos son preocupaciones a corto plazo y no deberían tener un impacto negativo en el enorme potencial a largo plazo de los mercados emergentes. El MSCI Emerging Market Free (EUR), por ejemplo, ha tenido un rendimiento de cerca del 20% hasta la fecha en lo que llevamos de año, superando la rentabilidad del MSCI Europe (EUR) en más del 17%, la del CAC 40 en más del 28% y la del S&P 500 en más de un 3%.