¿Esperamos a la gran rotación o cambiamos poco a poco a acciones?

Kamil Molendys, Unsplash

“Gran Rotación” es un término acuñado por Bank of America como indica en su Blog Kike Vázquez. Es el fenómeno que se producirá cuando los inversores vendan masivamente bonos y compren acciones ante la baja rentabilidad que ofrece la renta fija.

Aunque el término se popularizó a principios de año y se ha visto algún traspaso de dinero de bonos a acciones, todavía no se ha producido ese traspaso masivo. De hecho, hasta el 22 de mayo, el traspaso se estaba produciendo a bonos emtidos por países y compañías emergentes. El anuncio de la FED del inicio del fin de los incentivos monetarios truncó esta tendencia y los bonos emergentes dejaron de ser “el dorado”.

¿Por qué pensamos que la rotación a activos “de riesgo” y específicamente a acciones se acabará dando más tarde o más temprano?

Primero: parece difícil que los rendimientos puedan bajar más de lo que están en los activos considerados “sin riesgo”, entre otras cosas porque tienen poco recorrido. En el gráfico de abajo podemos ver los rendimientos del bono a 10 años desde que existen datos en Bloomberg (1962) y se puede observar que nunca han estado tan bajos como ahora.

Sin embargo, sabemos que los rendimientos de la deuda americana a largo plazo estuvieron también muy bajos desde 1943 hasta 1950 (en el 2%) año en que empezaron a subir hasta alcanzar el 4% en 1962 donde empieza el gráfico de Bloomberg y de ahí al 16% de 1981.

Nuestra recomendación es ir invirtiendo poco a poco en renta variable y otros activos “de riesgo” y mantener liquidez. De hecho, aprovecharíamos a invertir en momentos de corrección.

Pero la renta fija a largo plazo con bajos rendimientos tiene riesgo y no lo paga.

Marta Diaz-Bajo, directora de Desarrollo de Negocio de atl Capital Gestión de Patrimonios.

Autor de la imagen: Luis Echanove, Flickr, Creative Commons