Estrategias de trading alternativas

Kamil Molendys, Unsplash

Las estrategias de trading alternativas tienen como objetivo alcanzar rentabilidades poco correlacionadas con la dirección de los mercados. En el entorno actual, creemos que hay dos categorías dentro de estas estrategias que presentan buenas perspectivas: las orientadas a eventos corporativos (event-driven) y las que tratan de explotar diferencias en valor relativo. Por el contrario, las estrategias más centradas en la coyuntura macro (global macro) y las que operan con futuros a corto plazo (managed futures) podrían no ser las más adecuadas en el momento actual.

Esperamos que los próximos años se caractericen por un aumento en las operaciones de reestructuración corporativa. La confluencia de varios factores como valoraciones más estables, disponibilidad de crédito inconsistente y el volumen significativo de deuda corporativa que vence en los próximos cinco años, provocará que muchas empresas tengan dificultades para refinanciarse sin reforzar su estructura de capital. Reestructuraciones, quiebras, ventas de activos y fusiones y adquisiciones son algunos de los movimientos a los que asistiremos y supondrán oportunidades para que los gestores especializados actúen como proveedores de liquidez y se beneficien más adelante de la liquidación o la vuelta a la normalidad. Además, el hecho de que el nivel de impagos esté bajando ha sido históricamente un buen indicador de resultados positivos de esta estrategia.

Las estrategias de valor relativo consisten en la compra y venta simultánea de dos activos sobre los que se percibe que la relación económica entre ellos está mal valorada. El origen de la discrepancia (y, por ende, de la oportunidad) suele ser un patrón sistemático, como la diferencia de liquidez entre los dos activos. Arbitraje de convertibles, arbitraje estadístico y arbitraje de renta fija son algunas estrategias típicas en esta categoría. En el entorno actual, si bien la magnitud media de las discrepancias en precio no es históricamente muy elevada, la dispersión de las diferencias sí lo es. Es decir, en media no hay mucho descuento, pero hay ciertos nombres específicos que representan buenas oportunidades que los buenos gestores deberían aprovechar.

Nuestra visión sobre las estrategias de macro global es neutral; estos gestores tratan de identificar una dirección en los mercados y posicionarse para aprovecharla. Sin embargo, en una fase intermedia del ciclo como la actual los movimientos direccionales suelen ser menos pronunciados, con lo que la capacidad de generar beneficios de esta estrategia es menos evidente. No obstante, tienen la ventaja de la diversificación que aportan a la cartera.

Algo parecido sucede con las estrategias de futuros gestionados (o CTA) que tratan de identificar tendencias de corto plazo: en una fase intermedia de ciclo no son las más adecuadas. Las tendencias se dan la vuelta rápidamente y resulta difícil aprovecharlas, por lo que no recomendamos esta estrategia en este momento.