ETF: de fortaleza a fortaleza

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Cedida por UBS AM

TRIBUNA de Pedro Coelho, director de UBS ETF para España y Portugal. Comentario patrocinado por UBS AM.

2017 fue claramente un buen año para los ETF. De hecho, el mercado global ya había crecido alrededor de un 33% respecto al ejercicio anterior, superando los 4,5 billones de dólares en activos bajo gestión a finales de noviembre. Europa también se mostró fuerte, con unos activos bajo gestión ligeramente inferiores a los 790.000 millones y unos 2.233 fondos, cifras que la sitúan como el segundo mayor mercado de ETF del mundo.

Además de un año de crecimiento, 2017 también fue un año de evolución. Hemos visto cómo los inversores pasivos apostaban por nuevas tendencias y también cómo cambiaban su comportamiento. En primer lugar, hemos sido testigos de cómo cada vez más inversores se han decantado por ETF tras un minucioso proceso de selección. Probablemente esto se deriva del aumento de opciones en el mercado. Sin embargo, sea cual sea la causa, se trata de un cambio significativo en el comportamiento de los inversores que indica una creciente demanda de calidad. Claramente, los inversores institucionales pasivos están analizando los fondos de manera más detallada, buscando entre otras cuestiones seleccionar el ETF más adecuado para cada exposición concreta. Esto naturalmente recompensa a los que mejor replica hacen, y plantea un reto a los proveedores, que se añade a la presión que supone la rentabilidad.

En segundo lugar, los inversores están cada vez más interesados en productos innovadores, por ejemplo los que replican índices innovadores o con estructuras innovadoras. De hecho, hemos experimentado esta tendencia en UBS AM, donde se ha intensificado el interés por algunas de nuestras ofertas más novedosas. Nuestro fondo de bonos de mercados emergentes, único en el mercado con un límite del 3%, ofrece una mayor diversificación que otras estrategias y constituye un buen ejemplo de ello.

Tercero, hemos visto interés en varios temas de inversión específicos. Uno de ellos es smart beta o enfoque multifactor. Hasta finales de noviembre, los ETF europeos de smart beta registraron entradas por valor de 9,8 mil millones de dólares, lo que compara con 8,5 mil millones de dólares para el mismo período en 2016. Otra tendencia importante es la inversión sostenible o ISR. Cabe destacar que, al menos según nuestra experiencia, los clientes actuales están utilizando cada vez más productos ISR, no sólo como una exposición satélite, sino como elementos core de sus carteras, por ejemplo reemplazando el índice MSCI EMU por el MSCI EMU Socially Responsible. En UBS contamos con  ETF con filtro ISR desde 2011. Como líderes del mercado a día de hoy con un 43% de cuota, nuestros productos ISR continúan siendo una parte importante de nuestra gama.

Otro tema que ha suscitado gran interés entre la comunidad de inversión pasiva han sido las materias primas. Los flujos de entrada a los productos indexados de materias primas han sido sólidos en el mercado en general y también para UBS, donde nuestra oferta de índices de primera y segunda generación ha encontrado fuerte demanda.. Por otro lado, nuestros clientes también están cubriendo cada vez más el riesgo de divisa utilizando nuestros productos como herramienta. En un entorno de euro fuerte y volatilidad del dólar y de shocks de mercado como el Brexit o el final del suelo en el tipo de cambio entre franco suizo y el euro, estas estrategias tienen sentido y son cada vez más importantes. Para ayudar a cumplir con esta necesidad, hemos desarrollado, dentro de nuestra oferta de ETF, un sistema único, multi-clase, idóneo para inversores con diferentes divisas de inversión.

De cara al futuro, esperamos que el mercado de ETF continúe creciendo y madurando. La forma en la que lo haga dependerá de varios factores, por ejemplo de la regulación y de los tipos de interés. Sin embargo, los inversores deberían seguir teniendo a su disposición una gama de opciones excelente y cada vez más amplia, que continuará impulsando su demanda..