TRIBUNA de Estelle Honthaas, especialista de producto de Soluciones de Liquidez de Amundi.
Durante los dos últimos meses los activos bajo gestión siguen creciendo, a pesar de la reducción de las rentabilidades. Esta aparente paradoja es en realidad bastante fácil de entender, pues viene motivada por una palabra clave: seguridad. Los inversores están de hecho reconsiderando sus políticas de inversión a corto plazo, incrementando sus inversiones en fondos monetarios en detrimento de depósitos bancarios a corto plazo o certificados de depósito. De esta forma, obtienen rentabilidades positivas con un alto nivel de liquidez y obtienen al mismo tiempo una mayor diversificación.
Los fondos del mercado monetario buscan la preservación de capital, la liquidez diaria y una rentabilidad estable. Invierten en instrumentos del mercado monetario cuidadosamente seleccionados por los analistas de riesgo de crédito dentro de un universo elegible establecido por las agencias de rating.
Ofrecen por tanto una gran calidad crediticia junto con una alta diversificación. Otro punto clave es su segregación: a diferencia de los depósitos bancarios, los fondos del mercado monetario no forman parte del balance de la sociedad gestora, manteniéndose en todo momento propiedad del inversor. Como tales, estos fondos altamente regulados, ofrecen un perfil con el más alto nivel de seguridad, liquidez y diversificación para su tesorería
¿Y qué pasa con la rentabilidad?
Teniendo en cuenta sus características de liquidez, seguridad y diversificación, los fondos del mercado monetario aún ofrecen rentabilidades decentes, bastante más altas que el bubill alemán (también una referencia en términos de seguridad), que el repo tripartito o incluso que muchos certificados de depósito. Cabe resaltar que tras una fuerte caída en 2012, los spreads de crédito con vencimientos cortos y el Eonia se mantienen estables.
Por otro lado, aquellos inversores con políticas cuyas directrices sean ligeramente más amplias y con un horizonte de inversión a un plazo marginalmente mayor, tienen la posibilidad de considerar los fondos pertenecientes a la categoría de bonos a corto plazo: siendo estos los fondos de tesorería mejorada, que dan una mayor rentabilidad con una volatilidad limitada.