Hablemos de las fugas de carbono, la medida más reciente de la UE para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero

robert-jan-van-der-mark_noticia
Cedida por Aegon AM.

TRIBUNA de Robert-Jan van der Mark, gestor de inversiones, Multiactivos, Aegon AM. Comentario patrocinado por Aegon Asset Management.

Al sector financiero le chiflan las siglas y el RCDE UE es un buen ejemplo. El régimen de comercio de derechos de emisión de la Unión Europea (RCDE UE en español o EU ETS en inglés) es una herramienta para reducir de forma rentable las emisiones de gases de efecto invernadero. ¿Por qué está de actualidad?

El 10 de marzo de 2021, el Parlamento Europeo aprobó la resolución "Hacia un mecanismo de la Unión de ajuste en frontera por emisiones de carbono compatible con la OMC". El brazo ejecutivo de la UE presentará su propuesta formal en junio y los Estados miembros fijarán sus posiciones sobre esta cuestión después de esa fecha. El mecanismo, que forma parte del Pacto Verde Europeo, probablemente no se implementará antes de enero de 2023.

Es una cuestión importante porque debería reducir el riesgo de fuga de carbono (carbon leakage). Las fugas de carbono se producen cuando las empresas trasladan su producción de la UE a otros países menos ambiciosos en cuanto a la reducción de emisiones o cuando se sustituyen productos de la UE con importaciones más intensivas en carbono. Si este riesgo se materializa, no se reducirán las emisiones mundiales, lo que frustrará los esfuerzos de la UE y sus industrias para cumplir con los objetivos climáticos del Acuerdo de París. El mecanismo de ajuste en frontera por emisiones de carbono garantizará que el precio de las importaciones refleje de forma más precisa su contenido en carbono y respaldará el RCDE UE.

Creado en 2005, el RCDE UE es el primer régimen internacional de comercio de derechos de emisión del mundo. Funciona según el principio de limitación y comercio. La cantidad total de determinados gases de efecto invernadero que pueden emitir las instalaciones contempladas en el régimen está sujeta a un límite máximo. Ese límite se reduce a lo largo del tiempo de forma que las emisiones totales disminuyen. Dentro del límite establecido, las empresas reciben o compran derechos de emisión con los que pueden comerciar entre sí en función de sus necesidades.

También pueden comprar cantidades limitadas de créditos internacionales procedentes de proyectos de reducción de emisiones de todo el mundo. El límite sobre el número total de derechos disponibles garantiza que tengan un valor. Al final de cada año, las empresas deben entregar suficientes derechos para cubrir todas sus emisiones ya que, en caso contrario, se les imponen fuertes sanciones. Si una empresa reduce sus emisiones puede conservar sus derechos sobrantes para cubrir necesidades futuras, o bien venderlos a otra empresa que no tenga suficientes.

Se espera que el RCDE UE, junto con el mecanismo de ajuste en frontera por emisiones de carbono y la consiguiente reducción del riesgo de fuga de carbono, contribuyan a determinar el precio justo del impacto medioambiental que conlleva la producción de bienes. En conjunto, este marco de referencia presionará a las empresas con actividad en la UE para adoptar procesos de producción más sostenibles.

Las empresas que gestionen bien estas cuestiones (por ejemplo, reducir su generación de CO2) podrían fortalecer su posicionamiento competitivo. Por el contrario, las empresas que no las gestionen se enfrentarán a retos estructurales, lo que a su vez influirá en sus rentabilidades de inversión. En resumen, estamos ante otro recordatorio de por qué el análisis de sostenibilidad se está convirtiendo rápidamente en una parte esencial del proceso de inversión.