Guía para batir al 2012

En primer lugar, evite las trampas en las que cae todo el mundo, como la deuda emergente. Además, tenga en cuenta que el oro ya no es el último refugio. ¡Si hay una crisis del mercado, el precio del oro caerá también!, por lo tanto no abuse: un 5% de exposición es ya una posición decente, un 10% es un riesgo. Piense acerca de los retornos reales: un rendimiento del 1-2% en un entorno de inflación cero, no es una inversión tan mala al final. Diversifique su cartera con una exposición en divisas del 15% al dólar de EEUU. De hecho, el dólar podría ser el único activo que hoy en día está ofreciendo 2 características claves, es decir, una descorrelación en caso de shock sistemático (el dólar puede hacerse más fuerte si hay un colapso de los mercados, como ocurrió en 2008), y además está barato en comparación con el euro (en términos de paridad de poder adquisitivo).

Con el BCE revirtiendo su postura durante el otoño, se reduce el diferencial de tipos de interés positivos con el dólar, el euro está más expuesto al flujo de noticias negativas que se derivan de la actividad económica y de la actual crisis de la deuda soberana. Por tanto, es probable que se extienda la tendencia a la depreciación observada en los últimos meses de 2011 hacia un 1,20 EUR/USD a final de año (un nivel que es prácticamente equivalente al nivel de paridad de poder adquisitivo).

De hecho, la divisa europea experimentará vientos en contra más fuertes que el dólar en 2012, haciendo que el euro sea el eslabón más débil dentro de las dos monedas de referencia del mundo. El BCE seguirá bajando los tipos y es muy probable que finalmente se acoja a la idea de una relajación cuantitativa de una u otra forma. El crecimiento del PIB será más débil en Europa que en EEUU. Incluso la dinámica de las cuentas externas desfavorecerá al euro: mientras que EEUU maneja un gran déficit de cuentas corrientes (una de las principales debilidades estructurales de la divisa estadounidense), éste déficit se está reduciendo al mismo tiempo que la débil demanda interna reduce las importaciones mientras que las exportaciones se benefician de la debilidad actual del dólar. Por su parte, la zona euro, acostumbrada a tener un superávit de cuenta corriente agregado, está experimentando una tendencia gradual a la baja, con grandes economías como Francia anunciando déficits comerciales significativos. El superávit de Alemania con países no europeos, no es suficiente para compensar…

En resumen, aunque el euro y el dólar presenten profundos problemas estructurales, en 2012, los problemas que afectan al euro es probable que superen a los que rodean al dólar, lo que conduce a una depreciación del primero frente al segundo.