Inflación: ¿cuánto van a durar las interrupciones en las cadenas de suministros y semiconductores?

Iñigo Bilbao
Iñigo Bilbao

TRIBUNA de Íñigo Bilbao Goyoaga, Managing Partner de Estudios Bursátiles SL y experto en fondos de inversión, ETF e inversión colectiva.

La inflación puede darnos todavía más sustos hasta fin de año, pudiendo incluso superar los dos dígitos en algunos países. Esto es debido al encarecimiento de suministros esenciales que comenzó con la pandemia, que se ha agravado con el conflicto iniciado por Rusia en Ucrania y las sanciones económicas impuestas.

La guerra ha agravado la presión inflacionista que ya vivíamos, por sus vínculos con el gas y petróleo ruso, así como componentes esenciales de los semiconductores como el gas neón (Ucrania producía casi el 70% del suministro total en el mundo). Se observa también en alimentos de primera necesidad como el trigo, del que Ucrania y Rusia conjuntamente son importantes proveedores mundiales, así como maíz o aceite de girasol u otras commodities metales como el aluminio o níquel. El estricto confinamiento por COVID-19 autoimpuesto por China tampoco ayuda.

En la zona Euro, el IPC alcanzó un nuevo record situándose en el 7,5% en marzo 2022. Por su parte, en el Reino Unido se vio la tasa de inflación más alta desde hacía 30 años, situándose en el 6,2% en febrero 2022. Por su parte, en España el IPC estimado ha alcanzado el 9,8% en marzo de 2022 con una inflación subyacente (sin productos energéticos ni alimentos sin elaborar) del 3,4%, la más elevada desde septiembre 2008.

Mientras, los países de la OCDE vieron crecer su tasa de inflación en un 7,2%% en enero de 2022, la más elevada en 25 años. Y en EE.UU. la inflación alcanzó el 7,9% en febrero de 2022, la mayor desde febrero de 1982. No obstante, gozan de una salud económica, con un desempleo muy bajo y su dependencia energética de Rusia no es comparable a la de países europeos como Alemania. Lo que hace que sus problemas difieran, al menos en parte, a los europeos y de otros países occidentales.

¿Y ahora qué?

Debemos esperar que la inflación continúe subiendo algunos meses y que cuando se estabilice y retroceda, se mantenga en niveles más elevados de los que había antes de la pandemia.

El conflicto bélico abierto en Ucrania por Rusia afectará más a Europa que a EE.UU. tanto en el incremento de la inflación como en el debilitamiento del crecimiento. Rusia es actualmente el proveedor del 25% del petróleo y 40% del gas natural de Europa. Esto implicará que, aunque Fed y BCE actúen contra la inflación, lo harán a velocidades muy diferentes, siempre intentando que el crecimiento sufra lo menos posible.

¿Por qué se ha disparado la inflación? Los confinamientos ocurridos debido a la abrupta llegada del COVID-19 provocaron una súbita interrupción en la demanda en la cadena de suministros en el primer semestre de 2020. A los pocos meses, debido al fin de los confinamientos, la demanda de productos volvió con celeridad mientras que los suministros quedaron bloqueados.

El motivo de esta escasez de suministros se desencadenó debido a varios factores. Uno de ellos fue que se transportaban en barcos y se produjeron cuellos de botella. Asimismo, los confinamientos produjeron pérdidas en varias fases de la cadena. Debido a las posteriores restricciones en movilidad, se incrementó la demanda de bienes frente a servicios, creando una sobre demanda e incrementando las importaciones y exportaciones de bienes desde distintos continentes.

Semiconductores

Hasta que la movilidad no vuelva a los niveles pre-pandemia y se incremente la demanda de servicios, tampoco se van a normalizar las interrupciones en la cadena de suministros. En este contexto, unos componentes que han sufrido escasez han sido los chips semiconductores. Los semiconductores son los que permiten que funcione el mundo moderno. Donde haya un ordenador hay semiconductores, siendo esto extensivo a móviles, coches y otros dispositivos.

Los confinamientos aceleraron procesos que hubiesen tardado años en asentarse, como el trabajo en remoto o la utilización de ordenadores para la educación. Todo esto produjo un alza de precios de los chips y elevó la inflación.

Un acontecimiento inesperado que va a agravar la escasez de semiconductores es el conflicto bélico provocado por Rusia en Ucrania. Ya que ambos países son proveedores mundiales de componentes clave utilizados en la fabricación de chips, como el gas neón.

Muchos expertos coinciden en que la escasez se extenderá hasta el final de 2023 o comienzos del 2024. Se basan principalmente en que la elaboración de chips requiere una importante inversión en capital y el proceso de elaboración es largo en tiempo. Aunque para anticipar esta escasez se hayan comenzado a construir nuevas plantas de fabricación de chips, sólo aquellos proyectos que se programaron antes de la llegada del COVID estarán disponibles en los próximos meses.

En este entorno inflacionista agravado por el conflicto en Ucrania, los bancos centrales se van a ver obligados a reducir, de forma lo más suave posible, pero sin demora, los estímulos que tuvieron que activar al llegar el COVID.

Diversificar las carteras

La Fed ha cerrado su programa de compra de bonos, ha comenzado a subir tipos en marzo de 2022 y va a comenzar a reducir su balance durante este año para luchar contra la inflación. El BCE por su parte, debe decidir si tocará los tipos antes de fin de año, aunque lo que sí es seguro es que terminará su programa de compra de bonos en el último trimestre de 2022.

Se recomienda tener una cartera bien diversificada, con una proporción adecuada de renta variable que es la que dará rentabilidad. Ambas, la diversificación y la renta variable, van a ser los verdaderos protectores contra la inflación en el largo plazo.

Conviene hacer pequeños ajustes con productos alternativos refugio contra la inflación; por ejemplo, el dólar, REIT, ETC de oro, o fondos o ETF de renta variable multi temáticos, que inviertan en compañías que produzcan commodities. Los ETF de futuros de commodities, por su volatilidad, están destinados a gestores profesionales y expertos inversores particulares.

En este contexto, la renta fija le protegerá en caso de turbulencias. Algo que puede ocurrir tras desatar Rusia la crisis bélica con Ucrania que ha conllevado severas sanciones económicas, pero no le dará rentabilidad extra a la cartera. Es recomendable ajustar los bonos hacia una mayor flexibilidad que permita al gestor moverse entre distintos activos de deuda con duraciones cortas como bonos ligados a la inflación, bonos con tipos de interés flotante o High Yield.